La pandemia del SARS-CoV-2 ya no deja tras de sí el mismo reguero de muertes que se llevó por delante medio millar de vidas en aquellos dos primeros meses de eclosión del coronavirus. Continúa matando cada día, pero ya no lo hace con la virulencia que lo hacía, gracias a la experiencia acumulada por los equipos médicos que tratan a los enfermos y al incipiente papel de las vacunas en la protección de los más vulnerables.
Esta tercera ola ha provocado un cambio de panorama, al menos en Valladolid, que apunta hacia una cierta esperanza, porque pese a que ha habido un 39% más de contagios que en la segunda ola, se ha registrado un 14% menos de muertos por covid-19. En concreto, según las estadísticas de la Junta, se habría pasado de registrar una media diaria de casi siete decesos (de 6,88 entre los meses de octubre, noviembre y diciembre) a una de apenas seis (5,87 en enero y febrero), mientras que en los positivos se ha aumentado desde los 206 nuevos casos diarios de media que hubo en la segunda ola a los 287 de esta fase.
Otro cambio que deja la tercera ola es el aumento de óbitos entre contagiados más jóvenes. Aunque la mayoría de muertos por covid-19 siguen siendo personas que superan los 80 años, estos dos meses han dejado ya un incipiente retoque en la tendencia, hasta el punto de que la franja de edad en que más ha crecido la mortalidad en Valladolid es la de los 50 a 59 años, donde se ha dado una subida del 61% con respecto a las cifras con que se llegó al cierre de 2020 y al de la segunda ola.
Así, durante los nueve primeros meses de pandemia se anotaron 21 fallecimientos en esa franja de edad en esta provincia, mientras que en estos dos meses se han sumado otros 13 para llevar el total hasta unos 34 que, en todo caso, apenas suponen el 2% del total de 1.746 decesos por covid acumulados.
La gran mayoría, 1.306 (el 74%), siguen siendo los que superan los 80 años, pero en esta tercera ola han experimentado un aumento por debajo de la media del 22%, que es en lo que se traducen los 335 fallecimientos acumulados estos dos meses (a falta de los datos de los dos últimos días de febrero). La mortalidad entre los mayores de 80 creció ‘solo’ el 19%, con 223 nuevos decesos.
LAS RESIDENCIAS
Y ahí tienen un papel clave las residencias sociosanitarias, donde la vacunación ya ha concluido y en donde hubo un auténtico blindaje navideño que hizo que la tercera ola apenas les salpicase. Así, si solo se analiza el ámbito residencial, se aprecia una reducción del 72% en la mortalidad, puesto que se ha pasado de contabilizar una media de más de dos casos diarios (2,41, en los tres meses de una segunda ola con 222 decesos en residencias), a no llegar ni a uno al día (0,67, hasta 37 en estos dos meses).
El segundo tramo de edad con mayor incremento de muertes en esta segunda ola es el de personas de 60 a 69 años, donde se ha visto una subida del 44%, en esa misma tendencia a que las víctimas del covid-19 sean cada vez de menor edad. Se han dado 34 en estos dos meses, por los 76 que había hasta el cierre de 2020, lo que llevaría el total de decesos entre sexagenarios hasta los 110, el 6% del total de la pandemia.
Luego ya aparecen los de 70-79 años, que han visto aumentar los óbitos en un 28%, pasando de los 219 casos con que se llegó al final de la segunda ola a los 282 actuales; es decir, 63 más. Esta franja de edad supone el 16% de los fallecimientos de estos once meses de covid-19.
CERO DE MENOS DE 29 AÑOS
Ha habido también dos casos de personas de 40 a 49 años en la tercera ola (11 en total), pero ninguno entre 30 y 39, que sigue con los tres decesos de la primera ola. Valladolid continúa por el momento sin declarar ni una sola víctima covid menor de 29.