No fue el mejor de los triunfos el que el Quesos consiguió en Sevilla. Importante: sí, mucho. Pero caro, muy caro, porque costó la lesión de Gabriel Vélez, que se rompió el radio en el minuto 7 de partido. Una de esas situaciones que descentran al resto del equipo, conscientes de la gravedad de la lesión de su compañero, pieza importante en el conjunto de Diego Merino y que, de hecho, acababa de ser nombrado mejor jugador del VRAC en el mes de enero. El vestuario se repuso de tan sensible baja para sacar adelante lo que ya se intuía durante la semana que sería un partido muy complicado. A las bajas por lesión se sumaban las ausencias con el XV del León por el no parón de la División de Honor. La victoria de Aparejadores en Las Terras sirvió de advertencia de que en La Cartuja nadie se iba a rendir antes de tiempo. Y la puesta en escena de Ciencias lo demostró desde los primeros compases, informan los medios del club.

Un inicio de partido que favoreció al VRAC porque se adelantó de forma temprana con un ensayo de Nathan Paila que allanaba el camino pero que no aseguraba absolutamente nada. Los sevillanos respondieron con un puntapié que transformaba castigo y dejaba un apretado 3-7 sin haberse cumplido los primeros 10 minutos del encuentro. La patada entre palos sería el aviso de lo que vendría después, una marca de Gaston Conor, por suerte sin transformación, pero que adelantaba a los locales ya con media hora de partido disputado. Al igual que la semana pasada frente a Burgos en Pepe Rojo, el VRAC debía emplearse a fondo para ganar, comprobándose una vez más que los paseos militares en la División de Honor se han acabado esta temporada. El bonus volvía a ser un objetivo secundario y lo prioritario eran los cuatro puntos del triunfo. 

Con la derrota parcial al descanso, el Entrepinares salió envalentonado. En el minuto 45, tras la reanudación, un ensayo de Pablo César Gutiérrez que transformaba Hooper volteaba el marcador al 8-14, pero Ciencias resurgió, se creció y complicó el partido al VRAC con dos marcas en menos de 10 minutos que pusieron muy cuesta arriba las cosas. La primera de Mckee y la segunda de Salazar. Quedaba tiempo, pero tocaba reaccionar para salvar los muebles. El Quesos golpeó doblemente cuando más lo necesitaba para devolver a Sevilla sus dos ensayos. Uno de castigo, de siete puntos, y otro de Pedro de la Lastra, pasado por un certero Hooper que abría una brecha de más de un ensayo transformado a falta, eso sí, de más de 15 minutos para el final. Los anfitriones lo intentaron de todas formas posibles, pero se les hizo tarde y el ensayo de Hanfam, casi con el tiempo cumplido, no fue suficiente para tumbar al líder en La Cartuja.