Geache, maestro de la caricatura

Jesús Anta
-

Francisco de Cossío destacó de él la sutileza, agudeza y delicadeza con la que usaba el lápiz

Caricatura de Geache.

En la necrológica que sobre Gregorio Hortelano Martínez escribió Francisco de Cossío, periodista y director del Museo Nacional de Escultura, dijo que Valladolid había perdido al más sutil, agudo y delicado dibujante de humor de cuantos hasta la fecha se habían conocido. Corría el mes de agosto de 1937 cuando falleció a los 44 años de edad. 

Gregorio Hortelano, firmaba sus caricaturas y dibujos con el pseudónimo de ‘Geache’, y sus contemporáneos le describían como una persona de carácter afable y temperamento simpático, de tal manera que sus dibujos carecían de mala intención: nunca utilizó su lápiz con intención aviesa. Un carácter que se expresaba en una forma de hablar suave sin que nadie nunca le oyera gritar ni discutir. Incluso ese carácter se reflejaba en un caminar cadencioso y sosegado.

Geache llevaba una vida discreta y hogareña dedicada a su trabajo, y dibujando cuando disponía de tiempo libre. Tan tranquila era su vida que apenas viajó salvo a algunas ciudades cercanas. A lo sumo, en algún tiempo pensó en abrir tienda en Madrid, pero aquella idea no llegó a materializarse.

Había nacido en Valladolid, hijo de unos padres que se habían establecido en la ciudad para montar un negocio de ferretería en la calle de Miguel Íscar, del que Gregorio se independizó para montar el suyo propio: en la calle Labradores primero y en Duque de la Victoria después.

Desde muy joven sintió una predilección por el dibujo, y desde 1911 a 1914 él y su hermano José estudiaron en la Escuela de Bellas Artes. La verdad es que la afición por el arte era familiar, pues otro hermano, Enrique, alcanzó notoriedad en el mundo del dibujo, hasta el punto de que se estableció en París, donde trabajó en revistas de moda.

Geache no tuvo más afanes artísticos que le pudieran distraer de su negocio. Ni quiso dedicarse a otros formatos artísticos. Solo se aplicó al dibujo, especialmente a la caricatura, que a veces coloraba con lápiz o acuarela.  En ellas transmitía su visión humorista de la existencia diaria o reflexionaba sobre la fisionomía de las personas. Sus primeros dibujos conocidos datan del año 1917. Solo celebró una exposición pública, en abril de 1924, en el Teatro Calderón, donde presentó 45 caricaturas, que fueron muy favorablemente comentadas por público y crítica. El dinero que obtuvo de la venta de sus dibujos los dedicó a fines benéficos.

En 1925 empieza su colaboración como dibujante en los periódicos locales. En el Diario Regional durante el mes de septiembre, y desde noviembre y hasta poco antes de morir en El Norte de Castilla, bajo el pseudónimo de Geache. Caricaturizó a los personajes más populares, escritores, artistas, políticos o deportistas. También ilustró romerías, fiestas, escenas de la vida, paisajes, calles y plazas vallisoletanas. Ocasionalmente ilustró otras colaboraciones, como las firmadas aquel mismo año por el pseudónimo “Juan Pisuerga” dedicadas a las estatuas vallisoletanas.

Destacó en el diseñó carteles anunciadores de diferentes acontecimientos tales como la Feria de San Mateo (1926), la Exposición cerealista (1927), la Semana Santa (1928), los Festivales de Prensa (1929 y 1930), y otros. 

Dirigió un programa radiofónico en Radio Castilla (posterior Radio Valladolid y luego Cadena Ser), para enseñar el arte de dibujar caricaturas, dirigido especialmente a los niños, que se complementaba con una sección gráfica en la revista Altavoz, editada por la misma emisora de radio.

Durante la Guerra Civil se suprimió la publicación de caricaturas y entonces se dedicó a ilustrar publicaciones literarias o narrativas.