Masip: «La primera vuelta ha sido buena»

M.B
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El portero del Real Valladolid habla de cómo pasó la covid, de su suplencia, de las críticas y de esa primera vuelta en la que ha echado en falta a la afición

Jordi Masip. - Foto: Ana Puente (RV)

Cumplió 32 años el pasado 3 de enero en Valladolid, a donde llegó en 2017. Es portero desde la categoría infantil. Jugaba de casi todo, menos de delantero, hasta que en el Mercantil, un club histórico de Sabadell, le colocaron bajo palos. Un año después entró en la Masia, donde estuvo 13 temporadas, llegando a debutar con el primer equipo del Barça. En 2017 fichó por el Real Valladolid, donde se ha convertido en el dueño de la portería. Es uno de los capitanes. Asegura ser tranquilo y encajar bien las críticas.

Lo primero, ¿qué balance hace de la primera vuelta?

Ha sido una primera vuelta complicada, pero tiene que ser un balance positivo. Empezamos muy mal, nos costó bastante arrancar, pero una vez que arrancamos, la dinámica ha sido un poco más regular. Al final hemos acabado la primera vuelta con 19 puntos y fuera del descenso, y eso no es negativo. Con esas dificultades del inicio, creo que al final la primera vuelta es buena.

¿Qué pasó en esos primeros partidos, en esos 8 encuentros?

Bueno creo que es fruto de ese proceso de los equipos que tienen bastantes incorporaciones, que se tienen que adaptar al míster y a los compañeros. Es un proceso de adaptación que tiene todo el equipo para entrar en competición. Y es verdad que a lo mejor ha sido más largo de lo esperado, pero poco a poco nos hemos ido entendiendo todos, viéndose esa regularidad que queremos y que hace falta para mantener la categoría.

Da la sensación de que este año, por lo que sea, se les atragantan los rivales directos, tipo Elche, Eibar, Alavés… y más en casa.

Al final todos los rivales son complicados. Es verdad que el año pasado conseguimos tener el average ganado ante casi todos los rivales directos, pero son temporadas diferentes, con refuerzos y a veces los resultados no nos acompañan como se quiere, pero tenemos ahora la segunda vuelta para intentar revertirlo y tener esos averages a nuestro favor. Sobre todo para que luego no tengamos que depender de esos resultados, no mirando hacia abajo si no en una zona más tranquila.

Hablando de resultados, ¿se echa de menos a la afición, sobre todo en esos partidos que acaban con derrotas o empates en Zorrilla y falta ese aliento para revertir la situación?

Evidentemente. Tu público siempre te da un plus, está ahí, te hace dar mucho más... en los partidos que no hay público todo se hace más raro, todo es más frío. Es una sensación extraña, un combo de cosas en los que queda claro que los equipos necesitan a su afición en los campos.

Incluso en los partidos se oye todo, se magnifica cada entrada, cada grito... parece una vuelta a ese fútbol de base.

Normalmente, cuando el campo está lleno, vayas donde vayas, a duras penas me escuchan los defensas y ahora se escucha todo. Nos hemos tenido que adaptar a todo y a esto también.

También parece que hay menos solvencia defensiva o quizá errores más graves, o al menos más evidentes...

Creo que es una cosa general que le está pasando a todos los equipos, y que puede estar condicionado por las circunstancias, como que no haya afición en el campo. Con esta temporada tan extraña se están viendo más, quizá con la gente y el ambiente estás más concentrado. Pero no solo se están dando aquí, sino en general en todas las Ligas se ven muchos más errores individuales que temporadas pasadas. Creo que hace mucho que la gente no esté en los campos.

Hablando de esa temporada extraña, ¿cómo se vive ahora el fútbol desde dentro, con esos protocolos, menor contacto...?

Es complicado. Es la temporada más difícil que he vivido como profesional, aunque hay que adaptarse. Con protocolos de seguridad, test PCR, de antígenos, son poder usar vestuarios... cuando hay un positivo nos restringen todo de nuevo. Es complicado, son muchas cosas a gestionar, hay que intentar llevarlo lo mejor posible y aislarse. También hay muchos partidos, viajes, concentraciones... es una complicada temporada a raíz de esta pandemia que ha hecho que el mundo dé un vuelco.

El míster siempre comenta que hay que intentarse abstraer de todo y centrarse en el fútbol, pero que es difícil hacer el trabajo viendo lo que está pasando. 

La parte personal es complicada de gestionar, con muchas cosas en la cabeza, porque está pasando algo atípico en el mundo y nosotros también lo sufrimos. Pero tratamos de llevar un poco de alegría a toda esa gente que lo está pasando mal y que con el fútbol puede encontrar una vía de escape para poder distraerse un poco. Pero somos humanos, tenemos familia (mujeres e hijos) y estamos preocupados por esta situación que esperemos mejorar con esta vacuna que está llegando, para poder intentar hacer la vida lo más normal posible, que al final es lo que queremos.

Usted mismo se perdió varios partidos por la covid, ¿cómo vivió ese momento del positivo y su familia?

Al final lo que más me preocupaba era mi mujer y mi hijo, cómo lo iban a pasar ellos o cómo iban a estar. Uno mismo sabe cómo estás y cómo te vas sintiendo... fueron momentos de angustia, sin saber cómo puede reaccionar tu cuerpo a este virus y, por suerte, tuvimos una especie de gripe muy fuerte y ya está. Al menos mi mujer y yo, mi hijo no padeció síntomas. Y, en ese sentido, estábamos un poco más aliviados. 

Todo es extraño, una situación que nunca has vivido. Parece que no te puede tocar a ti, pero estamos todo expuestos y a cualquiera le puede tocar en cualquier momento o lugar aunque hagas las cosas bien. Yo me quedé con la conciencia muy tranquila, porque estaba haciendo las cosas bien, sin ponerme en riesgo y aun así me tocó.

¿Lo pasó sin síntomas?

Yo sí tuve fiebre, perdí olfato y gusto, con dolores musculares, mucho dolor de cabeza e incluso de pecho un día. Son unas síntomas desagradables que nunca había sentido. Era un grado más fuerte que una gripe, que te afecta más y te deja más cansado durante más tiempo.

¿Se ha recuperado del todo bien?

Sí, sin ningún problema. Con el paso de los días y de las semanas, vas recuperando el tono muscular, al menos en mi caso.

Es uno de los capitanes del Real Valladolid, a donde llegó en 2017. ¿Qué sensación tiene del club? ¿Ha cambiado mucho?

Ha cambiado, ha ido a mejor el club. Es un orgullo haber formado parte de ese crecimiento. Se venía de problemas económicos, el club tenía deudas y se han ido subsanando poco a poco, con los éxitos del ascenso y la permanencia, que han generado una serie de ingresos muy importantes para consolidarse en Primera, siendo ya uno de los respetados de la categoría. Vamos viendo los cambios, se ven en el estadio, en las instalaciones, vestuarios, infraestructura... 

¿Y se ve jugando la Champions, como ha dicho en alguna ocasión Ronaldo, en unos años?

(Risas). Ojalá. Ojalá que el club crezca tanto como para llegar a esos niveles. Sería buenísimo para todo el mundo.

¿Mandan mucho los capitanes o solo de cara al público? Porque se le ve un jugador tranquilo, sin muchos aspavientos, sobrio... e igual dentro es el que más grita.

Soy un tipo tranquilo. No estriba en eso, si no en poder hablar, trasmitir a los compañeros... los que llevamos más tiempo intentamos trasmitir la idea del club, de la plantilla, del entrenador    a los nuevos, lo que nos ha hecho ir por el camino del éxito estos años. El carácter se saca ahí dentro. Hablamos con la gente para que se vean identificados con lo que hay en el club.

Pero, sí, soy una persona muy tranquila y difícilmente se me saca de mis casillas, aunque alguna vez pasa...

Hablando de esa forma de ser, ¿cómo vivió esos partidos en el banquillo? Algo raro para usted...

Ya lo viví en la temporada con Yoel. Es una situación que me la tomé con tranquilidad, con trabajo... son circunstancias que no puedo controlar. Me pilló el covid, no estuve disponible y Roberto lo estaba haciendo bien... lo que pasó es que los resultados no acompañaron y el míster tomó la decisión de buscar otra cosa. El fútbol da muchas vueltas, hoy estás, mañana no estás, y hay que intentar aprovechar el momento y mientras estés, ayudar en todo lo que puedas; y si no, ayudar de otra forma diferente.

¿Qué tal se lleva con Roberto? Él dijo que la relación era muy buena aunque llegó a hablar en público de que no entendió su suplencia en Villarreal. ¿Hablaron tras ello o son cosas del fútbol?

Son cosas que pasan en el fútbol, cada uno quiere jugar. Los deportistas somos las personas más egoístas y siempre queremos jugar. No hay ningún problema y con Roberto hay confianza, nos llevamos bien, hablamos, compartimos impresiones y al final lo mejor para el equipo es que haya competencia.

Aunque siempre dicen que no leen o escuchan a los medios, ¿qué hace cuando oye críticas?

Intento no leer nada, ni para lo bueno ni para lo malo. Es lo mejor. Me lo decían cuando estaba en el Barça y es lo mejor. Estás más tranquilo, haces tu camino sin dejarte influenciar ni por lo bueno ni por lo malo. Al final ver muchas cosas buenas tampoco ayuda. 

Pero las críticas son normales en el mundo del fútbol, nadie se libra de ellas; hasta los mejores son criticados. Hay que aguantar, hacer tu camino y mejorar, que es lo que te hace crecer.

Y, ¿cómo se fue a casa tras los partidos ante la Real Sociedad o Valencia?

Uno se va jodido, el primer fastidiado soy yo porque son errores... es lo que hablamos siempre, los porteros estamos muy expuestos a que cualquier error sea un gol. Un delantero falla tres y mete uno, y es el héroe del partido; y tú has parado tres y te meten uno, y se habla de tu error y no de los aciertos. Cuanto más atrás juegues en el fútbol más expuesto estás y responsabilidad tienes. Pero hay que convivir con ello y que no te afecte, ni lo bueno ni lo malo, buscando ser regular y que pasen las menos veces posibles.

Una de las críticas que se le hacen es que no suele salir mucho por alto pero ante el Elche eso cambió. ¿Ha habido algún trabajo específico o ha cambiado algo o fue ese partido?

Influyen muchas cosas, es circunstancial en función del partido. Tampoco tengo una envergadura espectacular para ir a por todos loa balones; soy un portero de 1,80, con buena potencia de salto e intento ir a las que puedo. Nuestra posición es siempre complicada, hay días que sales más, otros menos, hay que verse ahí... intento hacerlo lo mejor posible siempre.

Ya lo ha comentado antes, el equipo acabó la primera vuelta fuera de los puestos de descenso, ¿hacen ya cuentas de la permanencia?

Cuentas no, pero sabemos dónde suele estar la salvación, en esos 40 puntos más o menos. Estamos en la mitad, tenemos que intentar ser igual de regulares que después de los primeros siete partidos y siendo regulares podemos llegar a esa cifra, tratando de alcanzarla lo antes posible para vivir más tranquilos.    

¿Y dónde ve al Pucela al finalizar la temporada?

Espero verlo lo más arriba posible. Una vez cumplido el objetivo lo antes posible... lo más alto posible sería lo mejor para el club y para todos nosotros.

¿Y usted a partir de 2022 (tiene contrato hasta junio de ese año?

Dios dirá, no lo sé. Yo estoy muy bien aquí, siempre lo he dicho. Me he sentido muy valorado, muy querido... y estoy abierto a todo.

¿Sueña con volver al Barça?

Es una cosa muy difícil. Ahí está gente elegida, los mejores del mundo y es muy complicado para mí. Igual mi etapa se cerró ya allí, pero en el mundo del fútbol nunca se sabe...

Por cierto, ¿votará en sus elecciones?

No soy socio; pero por el bien del fútbol, espero que todo vaya bien, como en el resto de clubes. Tengo compañeros, amigos, con los que hablo y comparto impresiones. Siempre es positivo guardar amistades en los clubes donde has estado.