El verano de la covid deja los mismos accidentes de siempre

A.G.M.
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El cambio de movilidad estival, con más viaje intraprovincial y a la costa cantábrica, y menos de largo recorrido, se ha traducido en tres siniestros mortales, igual que en 2019, 2018, 2017 y 2016

Accidente mortal del 12 de agosto en Gallegos de Hornija. - Foto: @BomberosDip_VLL

El verano no perdona. La época con más desplazamientos en coche del año es (casi por lógica) también la que más accidentes graves provoca. Incluso en época de pandemia, con una nueva movilidad estival sobre el tapete, el elevado número de desplazamientos que se da en los meses de julio y agosto termina siendo implacable. La provincia de Valladolid llegaba a la denominada Operación Verano 2020 sin anotar una sola víctima del asfalto en sus registros, algo insólito hasta este año, pero a unos días del cierre de este dispositivo especial de la DGT, ya ha habido que lamentar hasta tres muertes: dos en autovías y otra en una carretera provincial, en el oeste vallisoletano, en Gallegos de Hornija.

Pero hasta éste último siniestro, registrado la madrugada del pasado 12 de agosto y en el que un joven de 22 años acabó empotrado contra una nave a las puertas del término de Gallegos, la estadística provincial de la Jefatura de Tráfico señalaba ese sorprendente cero en la cifra de accidentes mortales. Incluso pese a meter en la ecuación las catorce semanas de estado de alarma, con aquellas siete de confinamiento, porque en el resto de Castilla y León se habían dado hasta 29 accidentes viales con fallecidos y solo Segovia y Zamora lograban llegar al mes de julio en la misma situación que Valladolid.

Movilidad estival

La DGT ha constatado un claro cambio en la movilidad estival vallisoletana en este verano del coronavirus: más viaje de fin de semana dentro de la propia provincia o a hacia la costa cantábrica, y mucho menos gran desplazamiento hacia Levante o Andalucía.

Y con una movilidad de mucho menos recorrido se reducen, por ejemplo, los riesgos derivados de la fatiga y que sigue siendo todavía el principal factor concurrente en los accidentes mortales: distracción o somnolencia el conductor.

Pero ni por esas se ha podido prolongar aquel cero en las cifras de accidentalidad mortal de la DGT en Valladolid. En el de Gallegos del pasado 12 de agosto, el conductor de 22 años se empotró literalmente contra una nave que hay al inicio de la travesía de la VP-5603 en esa localidad. A un probable exceso de velocidad –el coche del fallecido se llevó por delante el muro de esa nave y terminó ‘aparcado’ dentro del inmueble– se une esa posible distracción o somnolencia para no continuar por la carretera y salirse de la vía.

En el accidente del 17 de agosto en la Autovía de Castilla, al paso de la A-62 por territorio capitalino, el conductor era un joven irundarra de 26 años que también tuvo que dormirse al volante porque cruzó la mediana, derribó varios árboles y terminó dando varias vueltas de campana por la cuneta contraria al sentido de su marcha; todo ello, sin marcas de frenada. Este siniestro se produjo al filo de las nueve de la mañana.

Más incógnitas hay sobre cuáles fueron las causas del último, el de la tarde del  miércoles 26 de agosto, cuando se produjo una violenta colisión entre dos motocicletas y un coche en plena A-6 (a la altura de Vega de Valdetronco), dejándose la vida uno de los motoristas.

Estos tres accidentes mortales que deja por ahora el verano de 2020 en esta provincia son los mismos de los últimos cuatro años, cuando se encadenaron otros tantos veranos con tres víctimas,  en los años 2019, 2018, 2017 y 2016. No así en la Operación Verano de 2015, por aquella desgraciada colisión entre un coche y una moto a las afueras de Cigales en la que se dejaron la vida cuatro personas.

En esta segunda década del siglo XXI, la accidentalidad estival en la provincia se ha situado en la franja de los tres a cinco casos, con aquel pico anotado en 2015. En cambio, estos números no eran así en la primera década, sobre todo antes de la irrupción del carné por puntos que provocó un cambio absoluto en la seguridad vial. Así, el verano de 2002 llegó a haber 29 siniestros mortales, por los 15 del verano de 2003, los siete de los años 2004, 2005 y 2007, los seis de 2006 y los cuatro de 2008. 

Otro en la capital

Aunque queda fuera de las estadísticas de la DGT al producirse en territorio de la capital, lo cierto es que a esos dos de este año hay que sumar el registrado el viernes 21 en la calle Muro donde falleció un motorista de 57 años al caerse y golpearse con un bolardo. 

También en la capital hubo otro el pasado 1 de junio, una colisión múltiple en plena plaza San Juan, que dejó una víctima (un hombre de 81 años). Y fuera de las cifras de la DGT también está el del día 13 de abril en la travesía de Pozal de Gallinas, donde se dejaba la vida un hombre de 75.