Cinco asociaciones gestionan en Valladolid el sistema de acogida de protección internacional que, bajo el paraguas del Gobierno de España, a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, llegó a casi 2.000 extranjeros el pasado 2020 solo en la provincia, y rondará la misma cifra este 2021 (con datos aún por cerrar).

Accem, Cruz Roja, Cepaim, Progestión y Procomar son las cinco entidades que trabajan bajo ese sistema que tiene un itinerario común, con tres fases: la de evaluación y derivación, en la que se estudia alguna vulnerabilidad o necesidades particulares de acogida (no debería superar los 30 días en alojamientos provisionales); la de acogida, en la que ya se da un alojamiento y manutención, y se ayuda a la adquisición de las habilidades para facilitar una vida independiente a la salida del centro (idioma, formación pre laboral...); y la de preparación para la autonomía, en la que aún se aseguran las necesidades básicas pero se busca su independencia. «La duración total del itinerario es de 18 meses, ampliable a 24 meses para personas vulnerables», se señala desde el Ministerio.

¿Quién puede pedir la Protección Internacional? Personas que se encuentran en situación de conflicto en sus países (como por ejemplo en Siria en 2015 o en Afganistán este 2021); es decir que su vida corre peligro por un conflicto bélico, por raza o etnia; orientación sexual (cada vez más) o género.

Accem es la única de las cinco y de toda Castilla y León que gestiona las tres fases. Lo hace bajo este sistema desde 2015, aunque en Valladolid lleva con migrantes desde 2006. En 2020 atendieron a 1.629 personas, de las que 1.214 fueron solicitantes de Protección Internacional. «Hay que matizar que no todos se acaban quedando en Valladolid ya que es el Ministerio el que decide dónde derivarles tras las fase cero o de evaluación (donde cuentan con un centro con 90 plazas)», señala Irene Sánchez, coordinadora o responsable provincial de Accem. A 30 de junio de este año ya acumulaban 600 solicitantes, de Mali, Colombia, Venezuela, Senegal, Honduras, El Salvador, Marruecos...

En las otras dos fases trabajan el resto de entidades. En todos los casos, en la llamada fase 1, la ayuda es para los trámites administrativos, empadronamiento, tarjeta sanitaria, escolarización, clases de castellano, prepararles para encontrar trabajo; y apoyo jurídico y psicológico. Y en la 2, con ese apoyo para buscar un alquiler y su independencia.

Cruz Roja lleva desde 2016 en el sistema. Tienen 7 pisos con 36 plaza, como Accem. «Todas llenas», concreta la técnico Natalia Martín. En 2020 atendieron a 170 personas; y en noviembre de este año ya superaban los 120, de Colombia, Afganistán, Siria, Palestina, Irán, Perú...

Cepaim abrió sede en Valladolid en plena pandemia, en abril de 2020. Ese año trabajaron con unas 70 personas (con Colombia con mayor representación). En el presente 2021 Afganistán, Ucrania, Georgia, Mali... son algunos de los países que llenan sus 36 plazas. «Hay un acompañamiento con un equipo técnico (trabajadores sociales, técnico acogida, mediadora internacional, psicóloga, abogado, formadora orientadora laboral...) 24 horas al día», afirma su coordinador, Raúl Vara?.

Progestión cuenta desde octubre de 2020 con un centro de alojamiento e integración de 40 plazas en Peñafiel, que pretende facilitar la acogida e integración de personas y familias solicitantes o beneficiarias de protección internacional, de protección subsidiaria o del estatuto de apatridia: «El objetivo último es conseguir que las personas puedan desarrollar una vida lo más independiente y autónoma posible tras su paso por el sistema de acogida, de cara a que consigan integrarse socialmente en nuestro país». Este 2021 llevan atendiendo a 57 personas, destacando 18 de Mali y 16 de Afganistán.

Procomar atendió a más de 60 personas en 2020 en las dos fases en las que también trabajan.