Renault y sindicatos aceleran las negociaciones del convenio

Óscar Fraile
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Ambas partes pretenden llegar a un acuerdo, pese a las diferencias que mantienen, para optar cuanto antes a las nuevas adjudicaciones, de modo que se empezarán a reunir dos veces a la semana

Renault sostiene que un acuerdo satisfactorio en el convenio podría traer más carga de trabajo a las plantas vallisoletanas. - Foto: Ical

Renault y los sindicatos retomaron este jueves las negociaciones del convenio colectivo después de que quedaran paralizadas a principios de diciembre. Un periodo de reflexión en el que la empresa ha presentado su nuevo plan industrial y ha trasladado a los sindicatos que Valladolid podría beneficiarse de nuevas adjudicaciones si se alcanza un acuerdo satisfactorio en este convenio. Es decir, si no se incrementan los costes laborales, sobre todo en los dos primeros años, y se sigue la senda de la austeridad marcada por la empresa para los próximos ejercicios.

Unos argumentos que han convencido a los sindicatos para volver a sentarse a la mesa, pese a que cuando se levantaron exigían que se hicieran efectivas las adjudicaciones para seguir negociando. Renault no ha llegado a ese punto. En la reunión de la Comisión Negociadora que tuvo lugar este jueves se volvió a hablar de la posibilidad de beneficiarse de esas adjudicaciones, pero sin ningún compromiso. Pese a todo, ambas partes empezaron de nuevo a intentar a acercar unas posturas que estaban muy alejadas hace un mes y medio. De hecho, en esta reunión la empresa accedió a la propuesta de los sindicatos de que la duración del convenio sea de cuatro años, mientras que la Dirección trasladó su voluntad de acelerar las negociaciones para optar cuanto antes a las adjudicaciones que se irán produciendo en los próximos meses. Los trabajadores aceptaron, de modo que ambas partes empezarán a reunirse dos veces por semana. Los próximos encuentros serán los días 28 y 29 de enero.

A la reunión asistió el director de Recursos Humanos de Renault España, José Antonio Rodríguez, quien repasó las grandes líneas del plan estratégico de Renault, denominado Renaulution, y confirmó que Valladolid aspira a una adjudicación de un vehículo híbrido de la plataforma B, mientras que Motores podría empezar a fabricar el modelo HR12 y sus evoluciones. Del mismo modo, Palencia se podría encargar de hasta tres carrocerías del nuevo vehículo HHN y Sevilla podría empezar a fabricar una nueva caja de cambios. Eso sí, todo está supeditado a un acuerdo que, según Rodríguez, debe ser «equilibrado». «Toda esta carga de trabajo implicaría la consolidación de la Ingeniería en España, que se especializaría en el desarrollo de la tecnología híbrida y las nuevas movilidades, y que la sede de Renault en España continúe estando en Madrid», añadió la empresa en un comunicado.

Los sindicatos. UGT defiende haber retomado las negociaciones porque entiende que se han reunido las condiciones que se exigían en diciembre para hacerlo. Eso sí, el sindicato dejó muy claro en un comunicado que «todas las negociaciones estarán condicionadas a la adjudicación efectiva del Plan Renaulution a España por parte de la Dirección General del Grupo». UGT incidió en que «cualquier acuerdo pasa por que los compromisos de carga de trabajo se cumplan por parte de la empresa». Un acuerdo que no se antoja fácil, dada la distancia que había entre ambas partes en la última reunión. En este sentido, el sindicato recordó que algunas de las medidas propuestas inicialmente por la empresa «no tienen ningún tipo de justificación, ni siquiera en momentos de crisis como estos».

También CCOO entiende que se dan las condiciones para volver a negociar, porque, aunque no se han hecho efectivas las adjudicaciones que se reclamaban, después de la reunión con el presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, entienden que las plantas españolas «tienen grandes posibilidades» de conseguir las adjudicaciones si se firma el convenio. «Cuando elaboramos la plataforma unificada, nuestra primera exigencia fue, y sigue siendo, la cláusula de adjudicación efectiva de los proyectos; por lo tanto, queremos dejárselo claro a la Dirección de la empresa: si quiere acuerdo con CCOO, deberá comprometerse con nuestro futuro y eso solo pasa con proyectos y productos», señalan desde CCOO. El sindicato, en línea con UGT, también trasladó que las primeras propuestas de la empresa son «totalmente desorbitadas». «Los trabajadores no nos merecemos, después de tantos años de duro trabajo, esta batería de recortes y esfuerzos que se nos pide desde la empresa, lo que nos demandan, a priori, hace totalmente inviable un acuerdo razonable», señala.

Por su parte, CGT se mostró más crítica con la reanudación de las negociaciones, puesto que entiende que el futuro de las fábricas no está garantizado, como se exigía el principio. Con todo, aceptó la voluntad de la mayoría de la Comisión Negociadora. Una postura similar a la de Trabajadores Unidos, quien recordó a la multinacional que «los derechos de los trabajadores no pueden usarse como moneda de cambio en la adjudicación de futuros productos, que, por cierto, ni siquiera han concretado». El sindicato criticó el «chantaje» de Renault para que los sindicatos admitan sus propuestas laborales.