Los continuos actos de vandalismo en la valla que delimita la vía de tren en la calle Malva, situada en la zona de Arca Real, ha obligado a Adif a colocar una mucho más grande y rígida, para que los vecinos no puedan romperla y atraviesen las vías por zonas prohibidas, como sucedía hasta ahora.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se había visto obligado a reparar la valla en multitud de ocasiones porque siempre aparecía rota pocos días después de colocarla. Los vecinos de la zona tenían la costumbre de atravesar las vías para hacer la compra o para llevar a los niños al colegio. Y lo hacían por una zona no autorizada para evitar tener que recorrer los 200 metros que separan este punto del paso peatonal habilitado por Adif. Romper las anteriores estructuras no resultaba muy complicado, puesto que eran vallas  denominadas técnicamente como ciclónicas o de torsión simple. Son de acero galvanizado y con un coste más económico, pero son menos consistentes. Aquella peligrosa situación llegó a obligar a Adif a poner vigilancia privada para multar a las personas que cometieran esa imprudencia, en base al artículo 40 del Real Decreto 2387/2004.

Pero como la vigilancia no puede ser permanente, Adif ha optado por una solución definitiva, aunque más costosa: cambiar la valla por una verja de perfilería metálica. Además de ser más resistente, es más alta, ya que está situada sobre un muro de hormigón de 70 centímetros de altura. Este cambio ha supuesto una inversión de 102.869 euros. En total se han instalado 250 metros de cerramiento en el margen izquierdo (calle Malva), y otros 70 metros en el margen derecho de la vía.