El mercado del vino no se ha comportado bien durante los últimos meses debido a la pandemia. Hay vino en los lagares, pero la vendimia arrancará la próxima semana en la provincia? con una buenas perspectivas, tanto en calidad como en calidad. Los responsables de las tres principales denominaciones de origen de la provincia coinciden en señalar que el estado de la uva es «óptimo» y que las expectativas se basan en recoger mucha uva y de una gran calidad debido a las abundantes lluvias registradas durante los meses de primavera y las buenas temperaturas de verano. 

Aunque con vino en los lagares y una caída importante de las ventas, las labores de vendimia arrancarán con normalidad, aunque con unas medidas excepcionales de seguridad que comenzarán por la apuesta de contratación de temporeros que, aunque extranjeros, estén asentados desde hace tiempo en la provincia para controlar de manera más efectiva la posibilidad de que se registren contagios. 

Las bodegas tienen un protocolo de actuación en caso de que se produzca un positivo por la covid-19 en alguna cuadrilla. Seguirán las recomendaciones del Gobierno y de la Junta y todas las bodegas mantendrán un registro electrónico con relación a los trabajadores contratados, sus números de teléfono, la cuadrilla a la que pertenecen y su unidad de alojamiento.

Las bodegas estarán señalizadas y preparadas para evitar contactos innecesarios en las personas, lo que hará que las condiciones de esta vendimia sean diferentes.

Las primeras en empezar serán las bodegas de la DO Rueda. Lo harán la próxima semana. Arrancarán con las variedades más tempranas, como el Sauvignon Blanc, y en pocos días se generalizarán las labores en toda la denominación. Su director general, Santiago Mora, explica que se ha tenido «especial cuidado» con la uva durante esta campaña por las continuas lluvias de los meses de invierno y de primavera. «Todo hacía pensar que se podría adelantar unos días, pero al final vamos a comenzar como en otros años». Sobre la cantidad de uva, Mora no quiso adelantar nada a la espera de que arranquen las labores, pero sí destacó que hay más uva que un año normal. Y eso a pesar de que unas 2.000 hectáreas dentro de la DO se acogieron a la denominada poda en verde. Sobre la calidad, manifestó que es «máxima» 

La vendimia, como es habitual en Rueda, se hará de forma mecanizada al menos en el 50 por ciento de los pagos, lo que reduce la contratación de mano de obra. Eso sí, Mora destacó que las bodegas se decantarán este año por cuadrillas «que estén asentadas en el terreno» para mejorar la seguridad de la campaña. Mora indicó que cualquier circunstancia que se produzca en alguna bodega de la denominación relacionada con la pandemia puede generar «un problema complicado» para la recolección de la uva y por eso solicitan a las bodegas que extremen las precauciones. 

El director general de la DO destacó que este será el primer año donde las bodegas puedan apostar por la elaboración de Gran Vino de Rueda. Es decir, vinos con una mayor elaboración que se destinen a la guarda. La uva debe proceder de viñedos que al menos tengan una antigüedad de 30 años y se puede recoger un máximo de 6.500 kilogramos de uva por hectárea. «No podrá salir vino al mercado con estas características al menos hasta abril de 2021».

En el caso de Cigales, las bodegas también están preparadas para el arranque de las labores, que empezarán en torno al 10 de septiembre con los vinos blancos y unos días más tarde de forma generalizada. «Será una cosecha de buena calidad y de cantidad relativamente abundante», destaca el presidente de la Denominación, Julio Valles, quien señala que las expectativas son llegar a los ocho millones de kilos recogidos frente a los siete y medio de la pasada campaña. 

Valles destacó que no han tenido problemas de humedad a pesar de las lluvias por las condiciones del terreno. «Es cascajo, que filtra mucho». Esto ha provocado que la vendimia haya venido adelantada, aunque el calor de los últimos días de julio y primeros de agosto ralentizó las plantas y la previsión es comenzar a mediados de septiembre como otros años. «También este año contaremos con dos nuevas bodegas, como Protos, lo que incrementa el número de kilos que recogeremos». 

Sobre el precio de la uva, Valles indicó que en esta campaña debería ser más bajo de lo habitual debido a la cantidad de vino existente en las bodegas y «el buen año» que se espera. «Hay que tener en cuenta que los rendimientos por hectárea en nuestra denominación no llegan a los 4.500 kilogramos por hectárea y eso es muy bajo». 

La última en empezar las labores de vendimia será Ribera del Duero, que lo hará en torno a finales de septiembre, al menos en la parte de la denominación que se encuentra en la provincia de Valladolid. El representante de las bodegas de la Denominación, Iker Arroyo, resaltó el buen estado de la uva, aunque manifestó que se ha hecho una previsión de entrada de la vendimia en los lagares y, teniendo en cuenta el vino que ya hay de la anterior campaña, la capacidad «está ajustada». 

El presidente de la DO, Enrique Pascual, afirmó que todavía hay vino joven almacenado en las bodegas, aunque descartó la existencia de problemas con la llegada de la nueva uva debido a que las dos últimas campañas no fueron «especialmente grandes» y eso ocasionó que las bodegas tengan el espacio suficiente para la nueva bodega. 

Pascual indicó que se les ha remitido a las bodegas las recomendaciones de las administraciones para que puedan llevar a cabo la vendimia de una forma segura y destacó que la uva está en un «muy buen estado», ya que contaba con la suficiente humedad en el suelo desde el invierno y las últimas lluvias «han caído» muy bien durante el mes de agosto. 

Por ello, se mostró satisfecho en que se lleve a cabo una buena vendimia tanto en rendimiento por hectárea como en calidad de la uva.