Los 'mil charcos' (¿premeditados?) de Gerard Piqué

Diego Izco
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El central y capitán del Barcelona confiesa que es «consciente» de los líos en que se mete: «El mundo del fútbol es un espectáculo»

Los 'mil charcos' (¿premeditados?) de Gerard Piqué - Foto: Rodrigo Reyes Marin/ZUMA Wire/dp

Gerard Piqué tiene 170 de coeficiente intelectual en un mundo en que la media está estimada en 100 puntos:un claro indicador, por si además de sospechas queríamos indicios, de que ha creado un personaje de dimensiones planetarias (amigo de Mark Zuckerberg o del presidente de Rakuten) que se aburre con el fútbol como juego:necesita crear un metafútbol con el que divertirse, reírse de los ofendidos por sus ocurrencias, generar polémica o debate, hacer ruido, buscar visibilidad casi gratuita, provocar... 
Esta semana, de visita en el programa El Hormiguero, el central azulgrana lo confesaba abiertamente: "Normalmente soy consciente de los líos en los que me meto. Me descojono, me lo paso bien. El mundo del fútbol es un espectáculo. Todo es una farsa, todo lo que leáis es una mentira. Es todo mucho más fácil. Las relaciones con los jugadores son fantásticas. Cuando nos metemos en líos es porque queremos; queremos un poco de salsa". Ahora bien, ¿han sido maniobras premeditadas todas las todas las que le han puesto en el ojo del huracán?

 

La manita

Gerard Piqué (Barcelona, 2 de febrero de 1987) era poco más que un gran escudero para Carles Puyol hasta el 29 de noviembre de 2010. Ese día, el Barça reventó el clásico con un 5-0 ante el Madrid de Mourinho y la foto de Piqué al término del choque, luciendo manita, se convirtió en el icono de la guerra más cruenta entre clubes y aficiones. 
La animadversión al Real Madrid (confesada como hicieron muchos otros a lo largo de la historia; Guti desde el otro lado, por ejemplo) ha estado siempre presente en su manual del buen polemista:el gesto de ponerse las esposas en el Bernabéu ante Pérez Lasa ("Aquí tienes que ser muy superior para poder ganar"), su tuit "Viendo una película de humor" el día que al Real Madrid le beneficiaron en el campo del Elche, definir a Arbeloa como un "cono-cido" y dos episodios de más repercusión: el "Gracias Kevin Roldán, contigo empezó todo", hablando de la crisis vivida por el Real Madrid tras una fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo celebrada el día de un 4-0 en el Vicente Calderón (y que permitió al Barça remontar en Liga); y más recientemente, tras un partido de la selección en el Bernabéu: "Lo que no me gusta del Real Madrid son sus valores, los hilos que se mueven allí, en el palco... La señora que imputó a Messi, a Neymar, y que hace un trato diferencial con Cristiano, se sienta al lado de Florentino Pérez en el palco y no pasa nada. Esto es este país y ha sido así desde siempre".

 

La prensa

Recientemente, después de un tiempo sin charcos contra la prensa (los "panfletos" madridistas, la "marioneta de Florentino" (Eduardo Inda), ataques a Estudio Estadio, al ABC por titular "El mejor del mundo» cuando el Madrid ganó el Mundial de Clubes frente al "El Barça pasa a la final de este absurdo mundial» del pasado año, al diario Marca, a la SER por preguntar a sus oyentes "en qué minuto verá tarjeta" porque así llegaría limpio al clásico, y Piqué no vio tarjeta ese día...), volvió a las andadas tras un partido en Getafe, en el que acusó veladamente a la directiva de estar detrás de una campaña mediática contra el vestuario azulgrana: "Conocemos al club, sabemos cuáles son los diarios afines y quién escribe cada artículo, aunque los firme otra persona (...). Tenemos que estar juntos y mantener el club unido porque si no, nos haremos daño". Se refería al artículo que publicó Xavier Bosch en Mundo Deportivo, en el que explicaba el poder que tenía el vestuario en el Barça y les culpaba de muchas de las desdichas del equipo en los últimos meses, como el nombramiento de entrenadores, la destitución de Pep Segura, etcétera. Hasta el Colegio de Periodistas de Cataluña censuró al jugador.

 

Lo injusto

En más de una ocasión, cierto sector de la prensa ha maltratado de forma injusta al futbolista. Por ejemplo, cuando le acusaron de "falta de compañerismo" por haberse ido a Londres a ver un partido de tenis... y luego acudió lesionado a Wembley a ver a la selección; o cuando se dijo que había recortado las mangas de su camiseta para que no se viera el escudo español, lo que precipitó que anunciase su retirada de la Roja tras Rusia’18... Piqué, 102 veces internacional... ¿Falta de compromiso? ¿De españolidad? Por más que se se lo achacaran a su  "independentismo", él no dijo nada más que otros como los hermanos Gasol o de forma más soterrada Marc Márquez sin tanta polémica alrededor.