Portugal estudia derivar pacientes a otros países

EFE
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El Gobierno sopesa pedir ayuda internacional ante la saturación que sufren sus hospitales después de una jornada en la que han fallecido 291 personas, la cifra diaria más elevada desde el inicio de la pandemia

Portugal estudia derivar pacientes a otros países

Portugal registró hoy 291 fallecidos por covid, el récord diario desde que comenzó la pandemia, y los hospitales están colapsados con un total de 6.472 personas ingresadas, de las que 52 fueron internadas en las últimas 24 horas.

Según la Dirección General de Salud (DGS) de Portugal, el número de ingresados en cuidados intensivos bajó hoy en dos personas, hasta los 765 pacientes.

Desde que comenzó la pandemia, Portugal suma 11.012 muertos por covid y un total de 653.878 positivos, de los que 10.765 fueron registrados durante la última jornada.

En los últimos días, la zona más afectada del país es la región de Lisboa y Valle del Tajo, donde hoy fueron notificados 145 de los 291 fallecidos y más de la mitad de los contagiados en el país.

En los últimos días es habitual ver largas filas de ambulancias apostadas a la entrada de las urgencias de los hospitales a la espera de que los enfermos que transportan sean atendidos.

El Gobierno portugués sopesa pedir ayuda internacional y enviar pacientes covid a hospitales de otros países ante la saturación que sufren sus propios centros, según avanzó la ministra de Sanidad, Marta Temido.

El país se encuentra en la situación más crítica desde que comenzó la pandemia y la variante inglesa de la covid habría ayudado, según los expertos, a la propagación del virus, con una incidencia del 20 %, que podría crecer hasta el 60 % a lo largo de esta semana.

Desde el pasado 15 de enero Portugal está confinado y el 22 de enero fueron suspendidas las clases en todos los centros docentes durante 15 días, sin la alternativa de enseñanza "online".

Esta semana está prevista una prórroga del estado de emergencia durante otros 15 días, así como de las restricciones del confinamiento.

La comunidad educativa lusa empieza a asumir que no se volverá inmediatamente a las clases presenciales pasadas las dos semanas, y se prepara ya para recuperar la enseñanza a distancia.