El Real Valladolid volverá a jugársela en la recta final de campeonato. El año pasado acabó dando la vuelta a una situación que parecía abocada a la desidia, cuando Sergio González se hizo con las riendas del banquillo de un equipo que deambulaba por la undécima plaza de la clasificación, acabando con un ascenso inesperado para muchos. En éste, sin haber entrado aún en puestos de descenso, la dinámica de resultados ha envuelto de pesimismo al entorno.

Los blanquivioleta se jugarán la permanencia en la máxima categoría en dos meses, los que quedan de Liga.  

Eibar, Real Sociedad, Leganés, Sevilla y Getafe serán los rivales antes de Semana Santa; y Alavés, Girona, Atlético de Madrid, Athletic, Rayo Vallecano y Valencia los que tendrá enfrente después. Entre medias, y tras el encuentro en Ipurua, parón por compromisos de las selecciones nacionales. 

Los de Sergio acumulan cuatro derrotas consecutivas y no ganan desde el 27 de enero, cuando lo hicieron ante el Celta. Son 16º, con un punto solo de ventaja sobre el descenso, puesto en el que solo han estado una vez, en la jornada 4.