Una final de pocos puntos

M.B.-I.A.
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Alberto Díaz comenzó en el banquillo pero acabó siendo más clave que Sam Katz y Gass, los dos teóricos desatascadores

«No piensas te lanzas al hueco, vas a por todas y intentas llegar a la línea de ensayo como puedas. Por suerte lo he conseguido y estoy muy contento». Alberto Díaz fue el gran protagonista de una final con pocos puntos. Inesperado porque empezó el encuentro en el banquillo y porque todas las miradas estaban puestas en los dos pateadores, Sam Katz y Gareth Griffiths, o en nombres como Joe Mamea o Gavidi. 
 
«Ha sido el ensayo más importante de mi vida. Nunca había ganado una Copa y hacerlo en este escenario, con este ambiente, ha sido increíble. Sólo espero que esto que hemos vivido hoy -por ayer- no sea la última vez y sirva para dar un impulso a este deporte», añadió el vallisoletano, que el pasado verano regresó a ElSalvador tras una campaña en Santander.
 
Suyo fue el único ensayo de un partido con cinco golpes de castigo y la transformación de su marca, pero con cuatro errores con el pie, algo poco habitual en dos jugadores fiables como Katz y Gass. La final, como se esperaba y como suele ser habitual en los derbis, tuvo muchos nervios, menos acciones vistosas de lo habitual y tensión hasta el último segundo. Y un MVP inesperado.