Elegancia en el bote

M.B
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Stephane Dumas jugó cinco temporadas, en dos etapas diferentes, en el Club Baloncesto Valladolid. Aquí 'renació' como base de la mano de Fisac. Ahora ayuda en Francia a deportistas de elite a encaminar su paso al mercado laboral tras su retirada

Elegancia en el bote

Manuel Belver / Valladolid

Empece a jugar al baloncesto a escondidas de mi padre. Lo hice en el club de donde nací, el Sanary. Había habido un cambio en la directiva y mi padre, que había jugado con ellos, no estaba muy de acuerdo. Yo fui unas semanas con mi tío sin que él lo supiese. Me gustó... y hasta mi retirada». Stephane Dumas habla desde París recordando cómo fueron sus inicios en el mundo del basket, en el que luego llegó a ser campeón de la Liga y de la Copa de Francia, además de la Korac; y en el que jugó 230 encuentros en la ACB divididos en cuatro clubes, entre ellos 87 en el CB Valladolid, bajo el nombre de Fórum y Blancos de Rueda. 

El base francés disputó y disfrutó en Pisuerga cinco temporadas en dos etapas diferentes. La primera llegó cedido en 2002 del Joventut Badalona; en la segunda regresó en 2008 tras una llamada de Porfirio Fisac: «Fue mi renacimiento. Me hizo renacer como jugador. Es donde me he sentido más a gusto en la pista. Fisac nos dio (a mí y a Stanic) las llaves».

Stéphane Louis Andre Dumas nació el 14 de septiembre de 1978 en Sanary-sur-Mer, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, entre Marsella y Saint-Tropez. Allí empezó a dar sus primeros pasos en el mundo del baloncesto hasta que se marchó al Hyeres-Toulon entre sub 11 y sub 13: «Era el viaje que hacíamos todos al club de elite de la Región». Pronto se incorporó al Limoges, aunque estuvo cerca de Villeurbanne: «El director de formación cambió de club y me fui a Limoges tras pasar las pruebas».

Allí fue ascendiendo hasta el primer equipo, ganando en su última temporada la Liga y la Copa, y esa Korac que le abrió las puertas de España: «Eliminamos a Girona y Unicaja, y tuve varias ofertas de la ACB». Se vino al Joventut. «Había jugado muy mal el primer año y me renovaron», sonríe mientras lo cuenta.

Y a Valladolid llegó en la temporada 2002-03. «Joventut fichó a Carles Marco y Valladolid se quedaba sin su base titular. Me llamó Chechu Mulero y me vine cedido», recuerda. En diciembre Casimiro relevó en el banquillo a Mulero y Dumas fue cortado tras 16 partidos. Pablo Laso fue su sustituto en Pisuerga y el galo se fue a Lleida, de donde precisamente venía Laso.

Tras este paso, empezó un periplo que le llevó a Girona, Air Avellino (Italia), Baloncesto León y Alicante. 

En 2008 recibió la llamada de Fisac para el proyecto del CB Valladolid en la LEBOro: «Ni me lo pensé». Y aquí volvió, como él dice, a renacer como jugador de baloncesto, siendo uno de los protagonistas del regreso del club a la ACB.

Estuvo otras tres temporadas más en Pisuerga, aunque en la última se hizo una rotura parcial en el tendón cuadricipital de su pierna izquierda, de la que fue operado. 

En junio de ese último año, 2012, anunció su incorporación al JL Bourg galo por tres temporadas: «Quería que mi familia conociese la vida de Francia y retirarme en mi país». Se había casado con una vallisoletana y sus hijas, Andrea y Alicia, son de aquí. En el inicio de su segunda temporada se operó de sus dos rodillas y dijo adiós a su carrera en el baloncesto.

«Lo pasé muy mal a nivel personal porque es complicado pasar del deporte al mercado laboral. Me gustaba el aspecto psicológico, me formé como coach y hoy he cumplido mi sueño al trabajar como formador en MGS Reconversion, ayudando a deportistas de elite a dar ese salto que a mí me costó. Nuestro trabajo es anticipar ese salto y que estén preparados», señala desde París, donde reside, a caballo con su Sanary natal y Valladolid, de donde se siente y donde se siente muy a gusto. Uno de los clubes donde trabaja es el ASM Clermont Auvergne, del Top-14 de rugby, en el que hace unas semanas dio un par de formaciones (en redes sociales y media training).

Entre medias llegó a ser segundo técnico de Fisac con la selección de Senegal; y hasta este curso responsable, junto a Patricia Mayordomo, de las actividades deportivas extraescolares del Colegio Apostalado, «donde me tendieron la mano hace dos años».

Relevó a Carles Marco en Valladolid y a Pablo Laso en Lleida

Jugó 230 partidos en la ACB entre Valladolid, Badalona, Lleida y Girona, aunque en su palmarés los principales éxitos están en Francia, con un triplete (Liga, Copa y Korac) con el Limoges. La primera vez que llegó a Valladolid lo hizo como sustituto de Carles Marco, que había fichado por el Joventut. Se fue unos meses después a Lleida, de donde llegó a Pisuerga Pablo Laso.