La fortaleza del sistema financiero será fundamental para la salida de la crisis del coronavirus y la puesta en funcionamiento de una economía paralizada por la crisis. Las entidades de la Comunidad cerraron el año pasado con la mayor diferencia histórica entre depósitos y créditos, con un ahorro neto de más de 27.000 millones de euros, que deberá servir tras la pandemia para reanimar un sistema económico convaleciente. De ellos Valladolid aporta casi 2.700 millones, por detrás de León, Burgos, Salamanca y Zamora. La provincia cerró el año con 12.508 millones de euros en créditos y 15.197 en depósitos.

Los datos del Ejecutivo autonómico sobre créditos y depósitos al cierre del año 2019, ponen de relieve que la inversión crediticia siguió un año más a la baja, mermó un 0,1 por ciento, y se situó en los 43.037,1 millones de euros.

Habría que remontarse al año 2004, para encontrar una cifra más baja en la Comunidad, cuando se contabilizaron 41.871 millones de euros. Los créditos en la Comunidad alcanzaron su zénit en el ejercicio 2008, cuando sumaron 77.278 millones de euros.

Los vallisoletanos 'ahorraron' 2.688 millones en 2019Por el contrario, los castellanos y leoneses siguieron engordando la hucha con depósitos por 70.058,7 millones de euros en la clausura del ejercicio 2019, con un avance del 3,9 por ciento, otro máximo en la serie histórica.

La provincia con una mayor aportación de ahorro financiero al cierre del ejercicio pasado, fue la leonesa, con 5.695,7 millones de euros, seguida por la burgalesa, con 3.848,3 millones, y la salmantina, con 3.806,8. Zamora también aportó una importante cantidad de ahorro, con 2.733,8 millones de euros, por encima de Valladolid, con 2.688,4; Palencia, con 2.526,1 y Ávila, con 2.121,5. Por debajo de los 2.000 millones se situaron Soria, 1.810,2 millones de euros, y Segovia, con 1.790,2.

Imaginación para frenar el daño

Responsables de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) remarcaron que esta “dura y compleja” crisis del coranovirus que llegó en un contexto de desaceleración, está ocasionando “serios daños” en las empresas, que en su mayor parte, “han tenido que bajar la persiana” y el resto “está viendo drásticamente recortada su actividad”. 

Así, esta dramática situación requiere para la patronal de “medidas urgentes e innovadoras” que frenen la falta de liquidez de empresas y trabajadores, así como la paralización y ralentización de la actividad, para que se puedan aprovechar todos los recursos financieros disponibles. 

Al respecto, los empresarios exigieron, en declaraciones a Ical, que se sigan diseñando más medidas que permitan dar respuesta a una “serio estrechamiento de la liquidez en paralelo a tener que afrontar pagos de diversa índole, como son los tributarios, de suministros y otros corrientes”.

Cecale urgió también a que se adopten medidas que impliquen un mayor aplazamiento en el pago de impuestos, como son las próximas autoliquidaciones, y otras figuras impositivas, por ejemplo, el IBI, al menos durante estas semanas en situación de Estado de Alarma, para evitar que se ahogue a las empresas en la ya “inevitable e iniciada ruptura de la cadena de pago, que es la que viene inyectando liquidez a las empresas, en especial a las pymes y micropymes, que configuran el 99 por ciento de la estructura empresarial de Castilla y León”.

“No se puede parar el país, y se necesita ahora más que nunca que las distintas administraciones públicas -también las de la UE- operen de forma coordinada, conjunta y con absoluto pragmatismo para dar respuesta a esta diferente, compleja y cambiante situación y con celeridad para atender la actual y acuciante situación de las empresas; además de tener que dar respuesta a tiempo cuando se reinicie la actividad, con el fin de evitar cualquier luz roja a la producción”, indicaron. Con todo, asumieron que “lo más importante es que se resuelva el problema de salud de las personas y, para ello, urge también abordar la crítica crisis sanitaria”.

Evolución provincial

Un análisis de la evolución de los créditos y los depósitos por provincias, pone de relieve que la inversión crediticia creció menguó en cinco territorios y se elevó en cuatro, mientras que el ahorro sumó en el conjunto.

En concreto, los créditos bajaron en Palencia (2.273 millones), un 5,4 por ciento; en Segovia (2.478,3), un cinco por ciento; en Ávila (2.157,5), un 2,7 por ciento; en León (6.722,5), un 0,8 por ciento; y en Salamanca (5.536,7), un 0,5 por ciento. En el extremo opuesto, crecieron en Zamora (2.364,9 millones de euros), un 3,9 por ciento; en Soria (1.674,7 millones), un 1,8 por ciento; en Valladolid (12.508,8), un 1,3 por ciento; y en Burgos (7.320), un 0,9 por ciento.

Por lo que se refiere a los depósitos, aumentaron en la provincia vallisoletana (15.197,2 millones de euros), un 5,2 por ciento; en la leonesa (12.418,3 millones), un 4,8 por ciento; y en la burgalesa (11.168,8), un 4,2 por ciento. Asimismo, crecieron Soria (3.485 millones de euros), un 3,8 por ciento; y en Salamanca (9.343,6 millones), un 3,6 por ciento. Además, se elevaron en Ávila (4.2790,1 millones), y Zamora (5.098,7), un 2,4 por ciento, en ambos casos; y en Palencia (4.799,1 millones) y Segovia (4.268,5), un 2,1 por ciento, en cada una.