Raul Entrerríos cumple 500 partidos en Asobal

D.V.
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El central estuvo tres años jugando en Valladolid. Solo tres jugadores en activo superan los números del asturiano: Hombrados (707), Juanín García (618) y Javi Díaz (526). "El cambio de León a Valladolid fue muy importante para mi futuro", señala

Raul Entrerríos cumple 500 partidos en Asobal

Raúl Entrerríos alcanzará este viernes frente a BM. Benidorm una cifra al alcance de muy pocos: 500 duelos en la Liga Asobal. El primera línea acumula 18 temporadas en la máxima división, divididas en sus seis campañas en León, tres cursos en Valladolid y nueve años en Barcelona. Sólo tres jugadores en activo en Asobal superan los números del azulgrana: Hombrados (707), Juanín García (618) y Javi Díaz (526). 

El central asturiano ha forjado una camino que la he hecho erigirse como una figura capital en tres plazas históricas de Asobal que le han visto debutar, crecer y convertirse en una leyenda del balonmano nacional: "Ser el hermano de Alberto siempre ha sido un orgullo para mí. Siempre nos han comparado. Pronto me desmarqué porque tenemos mucho en común en el juego colectivo pero yo no era tan potente ni tenía tanto lanzamiento así que hice mi camino aprovechando mis recursos. Nuestra familia nos ha inculcado el trabajo duro, la humildad y la disciplina. Nos han educado en esforzarnos al máximo y tratar con respeto a todo el mundo y eso lo hemos aplicado al balonmano”. 

El espectáculo de Raúl Entrerríos vivirá su última función en junio del 2020, fecha de su retirada oficial como jugador en las filas del Barça Lassa: “Me encuentro bien físicamente pero es verdad que los años pasan y hay días que tienes más molestias que cuando eras joven. Por suerte no he tenido lesiones importantes, llevo una vida sana y trabajo en un club como el Barça. Todo ello me ha permitido prolongar mi carrera. Me queda un año más de contrato, intentaré disfrutar al máximo hasta el último día en este lado de la pista y el día de mañana trabajaré desde el otro lado. Creo que aprenderé mucho y que puedo aportar muchas cosas”.

Los cifras hablan de 1.448 goles en 499 partidos de Liga Asobal y el contador sigue sumando: “Es un orgullo llegar a una cifra como ésta, no es algo que tengas muy en mente cuando compites ni cuando empiezas a disputar la Liga ASOBAL pero cuando llegas a los 500 partidos es un orgullo por haber vivido tantos años de carrera y por seguir jugando en un club tan exigente como el Barça. Creo que todos, de pequeños, soñamos con alcanzar el alto nivel y poder disputar tantos partidos en la Liga o jugar en la selección. Son sueños que tienes y, por suerte, en mi caso se han ido cumpliendo uno tras otro. Estoy muy feliz y muy orgulloso. Cuando deje de jugar y empiece mi otra vida miraré atrás y podré decir que he tenido una carrera plena”. 

Los recuerdos, en la dilatada carrera del gijonés, son incontables: “Hay partidos muy emotivos como los de las despedidas cuando te vas de un club. Cuando cambié de Ademar a Valladolid, como hay mucha rivalidad entre los dos equipos, los derbis eran complejos y era inevitable pensar que el año siguiente estarías en el club que era el rival. El partido de despedida en León fue muy emotivo. El primer año en Barcelona, ganando la Liga al Ciudad Real. Los primeros años marcan más pero todos tienen algo especial”.

Raúl Entrerríos apostó por León como su primera experiencia lejos de su hogar, Gijón, y los inicios no fueron fáciles: “Mi debut fue complicado, con mucha ilusión, en un club muy importante como Ademar y una ciudad tan volcada con el balonmano como León. La exigencia era máxima. Recuerdo que tenía muchos nervios por disputar una competición tan importante como la Liga ASOBAL. Era un momento difícil porque estaba lejos de la familia y empezaba a disputar partidos importantes pero también fue una etapa de mucho trabajo y mucha hambre por hacerme un sitio en el equipo y en la Liga. Hice muchos amigos porque León fue mi primer hogar fuera de casa. Tengo muchos recuerdos de la presentación, de no saber muy bien qué decir porque siempre he sido introvertido”. 

El asturiano salió de su zona de confort para dar el salto a Valladolid y ponerse a las órdenes de Juan Carlos Pastor, una figura trascendental en su carrera deportiva: “Fue difícil cambiar de aires porque estaba muy bien en León, tenía grandes amigos y llevaba allí seis años, pero tenía ganas de un cambio, el cuerpo me lo pedía. Me apetecía entrenar a las órdenes de Juan Carlos Pastor porque él trabaja mucho con los centrales y yo quería mejorar. Creo que él fue clave para que yo pudiera llegar al Barça. Disfruté tres años muy buenos. Ese cambio de León a Valladolid fue muy importante para mi futuro”. 

El regreso a León para estar más cerca de casa era inminente pero, entonces, se produjo la llamada del Barça y Entrerríos decidió iniciar una nueva aventura que le llevaría a crear un nuevo hogar en Barcelona: “El Barça volvió a la carga por mi fichaje y era una segunda oportunidad que debía aprovechar. Yo no conocía este club pero fue un paso positivo. Compites al más alto nivel en un club que te exige al máximo en cada partido. Quizás no te das cuenta de todo hasta que llegas aquí. Sin duda ha sido un paso decisivo en mi carrera, era un paso lógico. Llegué en el momento justo. He ido paso a paso y ha sido muy bueno. En lo deportivo, mi etapa en el Barça ha sido extraordinaria, algo difícil de imaginar. Barcelona me ha dado muchísima tranquilidad para poder desarrollar mi carrera con las máximas aspiraciones y una vida plena en la ciudad. Mi familia y yo estamos muy a gusto en esta ciudad. Ahora se me abre otra etapa, después de lo deportivo, y qué mejor sitio que este club para seguir vinculado al deporte”.