El número de abortos, en las cifras más bajas de la década

Óscar Fraile
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En 2011 se marcó el récord de abortos en Valladolid al superar el millar, pero desde entonces la cifra se ha rebajado y se mantiene estable en torno a dos al día: 695 en el último año

El número de abortos, en las cifras más bajas de la década

El presidente del PP, Pablo Casado, puso encima de la mesa, hace poco más de un semana, el debate sobre la legislación del aborto al mostrarse partidario de eliminar la actual ley de plazos, aprobada en 2010, por la de supuestos, de 1985, además de vincular estas prácticas al problema demográfico que sufre el país. «Si queremos financiar las pensiones, debemos pensar en cómo tener más niños», fueron sus palabras exactas.

El discurso llega en plena carrera electoral y a pocas semanas de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Las críticas a la propuesta del líder conservador no se han hecho esperar, y no solo desde fuera de su partido. La vicesecretaria de Comunicación del PP, Marta González, reconoció esta semana que en las filas ‘populares’ existen «sensibilidades diferentes» y confirmó que el partido no presentará ninguna propuesta, al menos hasta que se pronuncie el Tribunal Constitucional sobre recurso presentado por Rajoy a la actual Ley.

Los diputados por Valladolid de PSOE, Ciudadanos y Podemos también han cerrado filas para defender la actual legislación.

El número de abortos se mantiene estable en el último lustroEl número de abortos se mantiene estable en el último lustroLa socialista Soraya Rodríguez incide en que el aborto «es un derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y sobre su maternidad». Además, recuerda que la Ley actual tiene «un amplio consenso social» que hace que «hoy el aborto no sea una cuestión a debate ni un problema». Por eso opina que «plantear esta cuestión es un enorme error, sobre todo teniendo en cuenta todos los problemas a los que hay que hacer frente».

Además, Rodríguez aconseja al PP que «haga memoria» para recordar «qué le pasó hace nada a su ministro de Justicia, cuando tenía mayoría absoluta, cuando trató de poner este tema en la agenda política». Unas palabras que hacen referencia a la dimisión de Alberto Ruiz Gallardón en 2014 después de que se retirase la ley del aborto que él había impulsado. «Las mujeres le paramos en la calle, lo que demuestra que hay una voluntad firme de no dar un paso atrás», sostiene.

Por su parte, la diputada del PP Raquel Alonso considera que las palabras de Pablo Casado fueron «sacadas de contexto». Aunque ella está de acuerdo en que «hay que fomentar la natalidad», cree que es necesario hacerlo desde un punto de vista más «proactivo». Es decir, ayudando a las embarazadas con dificultades para que no se vean obligadas a dar ese paso, además de dar facilidades a las que sí que quieran tener descendencia. «Y eso tiene que concretarse con ayudas como becas para las guarderías», añade.

Alonso incide en que hay que tomarse muy en serio el debate de la despoblación, «especialmente en zonas como Castilla y León y Valladolid». El primer objetivo político en este ámbito, para ella, es que ninguna mujer que quiera tener un hijo tenga que abandonar ese proyecto por motivos económicos.

La diputada reconoce que abortar es una «decisión muy personal» que tiene que partir de la propia persona. Por eso opina que un cambio de regulación «debería estudiarse mucho más» porque «no puede lanzarse a la ligera».

El diputado por Valladolid de Ciudadanos, Francisco Igea, considera que las declaraciones de Casado fueron «muy desafortunadas» y una «frivolidad política» porque la vinculación que hizo de las interrupciones voluntarias del embarazo y la natalidad «no tienen ninguna base científica ni estadística».

Igea, en la línea de su partido, asegura que está «de acuerdo» con la normativa actual, ya que tiene el «suficiente» consenso social. «La legislación ha de responder a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos, y eso en este caso parece más que evidente... no hay ninguna llamada social para reformarla», dice. Según él, «no se pueden estar reabriendo continuamente debates del pasado para negarse a hablar de futuro». 

Por último, Juanma del Olmo, diputado de Podemos, se limitó a hacer suyas las palabras de algunas compañeras de partido en las que aseguraban que «las mujeres no van a permitir ni un paso atrás en sus derechos fundamentales, y los hombres feministas, tampoco». El representante de la formación morada añade que «el problema del descenso de la natalidad no son los abortos, sino la precariedad que hace económicamente imposible tener hijos».

polémicas en valladolid. Durante los últimos años el aborto se convirtió en el centro de la polémica en algunas ocasiones en el ámbito local. Por ejemplo, el exalcalde Francisco Javier León de la Riva dijo en 2012, a raíz de la propuesta de Gallardón, que un feto «no es un tumor del que pueda disponer la madre para quitárselo como se lo quita en una mama, en el útero o sacarse una muela». De la Riva añadió que «eso de que es nuestro cuerpo y decidimos me parece una auténtica barbaridad desde el punto de vista ético y biológico». El actual alcalde, Óscar Puente, también generó polémica en Twitter al criticar la propuesta de Gallardón diciendo «el PP recorta miles de millones en dependencia y nos obliga a tener hijos deformes. Tremendo combo», si bien borró pocos minutos después el comentario. Por último, el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, se unió a las voces en contra del aborto en 2014 con otra contundente frase: «No es un tumor, es un hijo».