Ocho pymes participan en el proyecto transfronterizo Reinova

SPC
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Vitartis, la Cámara de Comercio de Valladolid y la Junta impulsan un programa de innovación "abierta" que permitirá crear empleo y fijar población en el medio rural y que invitan a seguir a las administraciones

La Cámara de Comercio de Valladolid, Vitartis y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) presentan los resultados del programa Reinova. - Foto: Ical

Ocho pequeñas y medianas empresas agroalimentarias de Castilla y León podrán exportar productos nuevos de su cartera gracias a la innovación y al proyecto transfronterizo Reinova (Interreg), que se desarrolla en colaboración entre 11 socios públicos y privados de la Comunidad, Extremadura y Portugal, entre los que se encuentran cinco centros de investigación.

El reto no es otro que impulsar a las firmas de conocimiento y las entidades facilitadoras de estos programas para ayudar a las más pequeñas a acudir al comercio exterior y que sean más competitivas. Se trata de un servicio de aceleración transfronterizo de estas pymes agroalimentarias que apoya el desarrollo de productos de alto valor añadido a través de estímulos a la innovación, la creación de redes de apoyo y contactos, el testeo de prototipos y la planificación de estrategias de entrada para los nuevos productos en mercados externos. De las 37 firmas, ocho son de Castilla y León.

Así se puso de manifiesto hoy durante la presentación de este proyecto en la sede de la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid, al que asistieron el presidente de la Cámara de Comercio de esta provincia Víctor Caramanzana, la presidenta de Vitartis, Beatriz Escudero, y el subdirector de Investigación y Tecnología del Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl), Pablo Goméz. “Que nuestras empresas sean mucho mejores y más sostenibles”, expresó la máxima responsable de la Asociación Agroalimentaria, quien valoró los resultados del programa, que se repetirá, e invitó “a las administraciones y líderes políticos” a seguir este “ejemplo” que permite visualizar “lo que se puede y se debe hacer”. “Es bueno que se conozca ahora que el país vive incertidumbre por el Gobierno en funciones y Europa tampoco pasa por el mejor momento”, comentó.

Por su parte, Pablo Gómez destacó que se trata de una iniciativa “abierta” y aplaudió su “forma de trabajo” colaborativa. “Ha dado lugar a productos de pymes en el mundo rural de Castilla y León, que son saludables y con demandas”, comentó el representante del Itacyl, quien matizó que ahora se inicia la segunda fase para el aprovechamiento “bioeconómico y sostenible” de los mismos, que permitirá también la reintroducción de productos en la cadena alimentación y su repercusión en los pueblos”.

“Para nada se trata de una guía sobre cómo hacer las cosas, sino que son las empresas con productos nuevos que insertan en sus carteras”, matizó. Igualmente, subrayó la heterogeneidad de las iniciativas de las empresas, que van desde pistacho, hasta castaña, pasando por el sector del vino o el té funcional, entre otros. “A veces las empresas nos sorprenden por el nivel de innovación que tienen, de forma sostenible”, sostuvo Gómez, para ensalzar también que la demanda de los mismos suele ser alta. En la actualidad, los ocho productos están ya en fase de desarrollo y algunos de ellos en los lineales.

Para concluir, el presidente de la Cámara de Comercio, institución que ha colaborado en esta iniciativa, afirmó que se enmarca dentro de la política de la entidad cameral de “sacar a las empresas al exterior”, principalmente a Portugal, Reino Unido y China, “con nuevos productos”. Igualmente, subrayó este modelo de colaboración público-privada, en el que además del Itacyl también han participado la Cámara de Badajoz y el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Ctaex), además de clúster e institutos politécnicos lusos.

Resultados del proyecto

Debido a la heterogeneidad de los productos, los mercados objetivos de estos productos son Chinam Macao y Japón, en Asia, Brasil, en Sudamérica, y Dinamarca, Reino Unido y Alemania, en Europa. En Castilla y León, los ocho proyectos son los protagonizados por el snack de pistacho de Green Beat; la castaña glacé y la cecina de las leonesas Campelo y El Capricho, respectivamente; la planta de la vid deshidratada recubierta de Pago de Carraovejas; el yogur de ovega enriquecido con chía de AGM; el germen de trigo de Emilio Esteban; el vino sin alcohol Win.o de Matarromera; y el té funcional de Pharmadus.

En total, el proyecto ha permitido 77 contactos comerciales internacionales para las 36 pymes, que pondrán en el mercado 37 productos, 29 de los cuales son inexistentes en el mercado nacional. Además, 31 han sido validados en ferias de carácter internacional y el coste medio de cada producto es de 29.000 euros.

Nueva iniciativa

El pasado junio comenzó un nuevo proyecto continuación de éste bajo el nombre Reinova_SI. Con una dotación superior al millón de euros de presupuesto e integrado por el mismo consorcio se va a focalizar en la sostenibilidad del sector agroalimentario.

Este nuevo trabajo pretende seguir fomentando la creación de nuevos productos más naturales y sostenibles por parte de las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias, respondiendo así a las actuales tendencias de mercado. Para ello, los organismos de I+D+i implicados diseñarán un nuevo modelo de consultoría, adaptado a las pymes del sector agroalimentario y pensado para una adaptación fácil y rápida a nuevos procesos y prácticas basados en la economía circular.

Además, desde el Itacyl también se va a trabajar en la puesta en marcha de una red de cooperación transfronteriza para la identificación de nuevas necesidades y soluciones potenciales, alineadas con las prácticas de la economía circular, en el territorio del Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza, facilitando la cooperación internacional y aplicando el principio de la circularidad dentro del ámbito de la innovación en la industria agroalimentaria.