Poco dura la alegría en Can Barça. Cuando los jugadores culés, eufóricos, celebraban la épica eliminatoria del pasado miércoles ante el Granada en Copa del Rey, llegaron desde París unas palabras del exmadridista Ángel di María que no gustaron nada al barcelonismo, temeroso de que su buque insignia, Leo Messi, se vaya el 30 de junio. «Hay muchas posibilidades (de que fiche)», señaló el centrocampista argentino, al que le haría muy feliz compartir vestuario con ‘la Pulga’. Quizás la euforia le pudo al ‘Fideo’, cuyo equipo acababa del ganar al Nimes (3-0).  

«Si, sí, eso espero. Hay muchas posibilidades. Tenemos que estar tranquilos y las cosas se desarrollarán», dijo.

Estas declaraciones no hicieron ninguna gracia al entrenador blaugrana, Ronald Koeman, que en la rueda de prensa posterior al encuentro y tras confesar que había sido el día más feliz como técnico del Barcelona, torció radicalmente el gesto cuando un periodista le pidió su opinión sobre la ‘bomba’ lanzada desde la capital gala. 

«Alguien puede equivocarse en decir este tipo de cosas, pero sobre todo por no calentar más el partido que tenemos contra ellos en Champions», señaló el holandés, que añadió:«No es respetuoso hablar tanto sobre un futbolista que todavía es jugador del Barça. Hablar tanto de Leo cuando Leo sigue jugando para el Barça y más con la eliminatoria contra ellos. Es una falta de respeto», incidió Koeman.

Los ecos aún resonaron ayer. Así, el candidato a la Presidencia del Barça Víctor Font calificó de «lamentable» lo sucedido. «Nuestra prioridad es convencer a Messi a través de un proyecto deportivo liderado por Xavi. Lo que más le preocupa a Messi es el proyecto deportivo, y si este es sólido y el proyecto puede tener éxito, es lo más importante. Le haríamos una propuesta de contrato vitalicio que nos daría margen de maniobra. Su prestación ha de ser justa y competitiva, es el mejor de la Historia», añadió. 

Según señaló un periódico deportivo que se remitió a fuentes del entorno del astro sudamericano, Messi «está cansado» de estos rumores que le vinculan con un posible fichaje por el PSG. De hecho, quiere dejar claro (o al menos en eso insisten sus allegados) que no tiene nada que ver con todas estas declaraciones que llegan de París, y que se suman a otras de los jugadores Neymar («Lo que más quiero es jugar con Messi, seguro que el próximo año, tenemos que hacerlo») y Leonardo Parejo («Espero que podamos tener a Messi con nosotros, depende del club»), así como del entrenador, Mauricio Pochettino («¿Qué entrenador en el mundo no querría tener a un jugador del calibre de Messi?»), y del director deportivo, Leonardo de Araújo («Nuestra silla para él está reservada»).  

De todos modos, en la capital gala no entienden el enfado del Barça, que cree que se quiere desestabilizarle para la eliminatoria de octavos de la Champions que los dos equipos disputarán el 16 de febrero y el 10 de marzo.  

‘Caso Neymar’

Y es que el PSG tuvo que sufrir en sus carnes el constante flirteo de la directiva de Bartomeu con Neymar, provocado seguramente por los mensajes confusos del propio jugador, como ocurre en estos momentos con la incertidumbre que ha generado el propio Messi.

De hecho, las hemerotecas son testigos de los intentos del club azulgrana por llevarse a Verratti y Di María cuando estaban con contrato en vigor.