La que es posiblemente la moto eléctrica más rápida del oeste tiene forma de pistola. Todo en su diseño se ha puesto al servicio de este capricho visual. Lo curioso es que al final también ha resultado de gran utilidad aerodinámica y funcional. Y es que al separar marcadamente el depósito de cédulas de energía, éstas se refrigeran mejor al permitir el paso del aire por todo su contorno.

El fabricante Curtiss Motorcycles, con sede en Alabama, ha dedicado su actividad al diseño de motos peculiares. El modelo Hades supone un paso más en esta trayectoria de innovación. En este caso, lo que más ha sorprendido es que sea una montura eléctrica con una potencia y velocidad que poco tiene que envidiar a los tradicionales modelos de gasolina. La estrafalaria línea en forma de una antigua pistola de tambor es en cierta forma algo previsible en la historia de la factoría. Entre los destellos de genialidad más brillantes incorporados a la Hades destaca el asiento simulando el gatillo de disparo sobre un cuerpo que parece el tambor de las balas y que, en este caso, esconde las baterías de energía. La creación es obra del reconocido JT Nesbitt que se ha inspirado en un universo de formas redondeadas que otorgan un mayor dinamismo a la estampa de la motocicleta.

El símil de la bala no solo es una cuestión estética, sino que supone todo un alegato sobre su capacidad de aceleración . Cuenta con una batería de 16,8 kWh que impulsa un motor de 162 kW (217 CV) y 200 Nm de par motor. Va colocada en la zona inferior del cuadro para que la circulación del aire sea mayor y refrigere el posible calentamiento de los componentes. Las luces de freno se han adosado hábilmente en la parte baja del asiento. Si bien sobresalen por los lados aprovechando el ancho de la viga central que sustenta el amortiguador trasero. Para un mayor control de frenado se ha prescindido del pedal de freno trasero a cambio de un control manual en la parte izquierda del manillar.

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