El programa de alquiler de vivienda ALVA de la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda del Ayuntamiento de Valladolid (VIVA) ha facilitado ya la firma de 40 contratos de cesión y otros tantos de arrendamiento de pisos dirigidos a facilitar el acceso a una vivienda digna a sectores que no tienen fácil lograr un alquiler.
Así lo han señalado fuentes municipales en un comunicado recogido por Europa Press después del acto de firma este martes de los contratos de cesión de la vivienda a VIVA para alquilarla y otro de arrendamiento.
El concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, ha recalcado que el objetivo de las actuaciones que se impulsan para poner en el mercado las viviendas vacías con garantías para los propietarios y con beneficios para los inquilinos.
En el aproximadamente año y medio que lleva en marcha este programa, desde finales de 2018, se encuentran ya incorporados 40 contratos de cesión de vivienda y otros tantos de arrendamiento, con más de 20 pisos en proceso de tramitación.
Estas medidas del Ayuntamiento suponen también, como ha destacado el concejal, "un freno a la especulación" porque un piso de 90 metros cuadrados en Valladolid se arrienda por un máximo de 450 euros ya que el programa tiene establecido un precio máximo de 5 euros por metro cuadrado.
En definitiva, ha incidido Saravia se trata de una iniciativa que "proporciona ventajas a los propietarios que ceden un piso para el alquiler y al mismo tiempo también se proporcionan otras ventajas a los inquilinos porque es la sociedad municipal dependiente del Ayuntamiento de Valladolid la que proporciona las garantías y facilita las gestiones". Así, los interesados "no tienen que mirar ningún anuncio" sino que sólo tienen que acudir a las dependencias municipales en la Plaza de la Rinconada.
La sociedad VIVA hace de intermediaria para que se destinen al alquiler con seguridad viviendas que están vacías, sin ocupar en muchos casos por los recelos de los dueños.
Mediante este sistema se ofrece a los propietarios la gestión integral del alquiler, el pago garantizado de la renta, la contratación de un seguro por impagos y otros beneficios económicos.
Y el programa también sirve para facilitar a los demandantes de viviendas en alquiler a un precio asequible.
El contrato se realiza por un periodo de siete años con viviendas que estaban deshabitadas en todo caso desde hace más de seis meses.
Los ingresos de la unidad convivencial y/o familiar para ser beneficiario como inquilino de este programa deben estar comprendidos entre 12.000 y 22.000 euros.
En el programa, al que se destinan en el presupuesto municipal de 2020 una cantidad de 220.000 euros.
El funcionamiento, ha recordado Saravia, "como es fácil suponer, es muy complejo y laborioso porque una vez que el propietario informa de su interés por incorporarse se visita la vivienda, se hacen fotografías y planos, se recogen los datos administrativos, se hace un informe de su estado y características y se tasa".
Posteriormente se fija el precio, que nunca podrá superar los 5 euros por metro cuadrado ni los 450 euros al mes independientemente de la superficie.
SE PRECISAN "MÁS MEDIOS" PARA AMPLIAR EL PROGRAMA
Según Manuel Saravia, la pretensión es ampliar el alcance del programa para llegar "a más zonas, más tipos de vivienda y más hogares", por lo que ha considerado necesario disponer de más medios.
Aunque las cifras sean todavía modestas, el equipo de Gobierno las considera "significativas" de una forma de atender tanto a sectores de la demanda que no tienen fácil acudir al mercado como facilitar que viviendas vacías se pongan en uso, y se potencie el alquiler.