El Ayuntamiento reforzará el control del tráfico en el casco histórico con una cámara lectora de matrículas y con una mayor presencia policial para conseguir terminar con los conductores que se cuelan por las calles Cánovas del Castillo y Fray Luis de León, a pesar del cierre al tráfico privado de estas dos vías, y que, desde el pasado 30 de junio, se han restringido solo para el paso de autobuses, taxis y residentes.
Este es el punto más conflictivo dentro de la nueva reordenación circulatoria puesta en marcha en estas últimas semanas en el casco histórico, implantando la llamada VA-10 –un carril de uso exclusivo para el transporte público (bus y taxis) que se convierte en una vía de circunvalación del centro– y cerrando Cánovas y Fray Luis de León al paso de vehículos privados, lo que está causando retenciones y atascos a ciertas horas del día en el corredor entre Poniente, plaza de la Rinconada, Cebadería, Ochavo y Fuente Dorada, así como en el giro, ahora ya obligatorio, hacia Bajada de la Libertad.
El concejal de Movilidad, Luis Vélez, cree que la situación está «dentro de lo esperado cuando se acomete un cambio de este tipo» y puntualiza que «no está habiendo atascos, sino problemas puntuales, pero igual que los había antes». El edil recuerda que «es el centro» y que hay veces que «coinciden otras afecciones a la circulación, como intervenciones en las acometidas de gas o agua, así como algo tan puntual como que se produzca una ocupación por una mudanza».
ADAPTACIÓN
Vélez entiende que «es cuestión de tiempo» y que «los conductores deben irse adaptando a todos los cambios acometidos» y se muestra optimista: «En general se está respetando bastante bien la nueva señalización, pero sí es normal que se necesite un tiempo de adaptación». «Cánovas puede ser el punto más complicado porque hay que ver la señalización y al final es un cierre de una calle. De ahí que se dé el paso de instalar la cámara de control de matrículas que ya se utilizó en Regalado. «En principio solo va a leer las matrículas para acometer nuestros estudios en el Área de Movilidad, pero claro que estos aparatos pueden denunciar, aunque por ahora será solo para que nosotros llevemos un control interno del funcionamiento».
Además, el edil no considera que los conductores se cuelen por Cánovas por un simple despiste o por desconocimiento, tampoco por una cuestión de que la señalización sea deficiente. Aunque no descarta cambios: «Estudiaremos reforzar la señalización, pero pone claramente ‘bus-taxi’ en la calzada, en grande, y luego también está la señal de prohibido el paso».
A ello se une el trabajo policial tanto en ese punto concreto como en el resto de la VA-10, informando de los cambios durante estas tres semanas. Un periodo «educativo», tal como lo definió este jueves la intendente-jefa de la Policía Local, Julia González, que advirtió de que acabaría «en breve». Tanto que el mismo jueves por la tarde ya envió una patrulla al inicio de Cánovas para evitar el paso de vehículos, lo que provocó un nuevo atasco.
POLÉMICA EN TWITTER
En este sentido, el propio alcalde defendió los cambios con la publicación de dos vídeos en Twitter para ‘responder’ a la asociación de comerciantes Avadeco, que la semana pasada emitió un duro comunicado en el que criticaba la reordenación del tráfico en el centro. Óscar Puente lanzó los vídeos con ese corredor completamente desierto y carente de atascos, lo que desató una agria polémica entre defensores de esta reordenación y detractores, que no dudaron en refrendar sus quejas con fotos de atascos.
A aquel comunicado de Avadeco le siguió esta semana otro de la CVE en un sentido casi idéntico y en el que la Confederación Vallisoletana de Empresarios decía «reiterar» su «disposición para colaborar en la puesta en funcionamiento de un Plan de Movilidad para Valladolid que reactive la ciudad». La patronal ha preparado un documento que llevará al Consejo Municipal de Movilidad del Ayuntamiento en el que se recogen unas «propuestas dirigidas a enriquecer el plan y a volver a llenar de vida el centro de Valladolid». «Es necesario escuchar a los empresarios que son quienes van a sufrir en mayor medida las consecuencias de la reordenación», apuntaban desde CVE que opina que ese nuevo plan de movilidad que plantean ellos debería «facilitar que las personas lleguen al casco histórico».