Igea no pretende subastar infraestructuras en la campaña

M.R.I. / Ó.G.
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El candidato a la Junta de Castilla y León por Ciudadanos entiende que los partidos en los que nadie lleva la contraria a la Dirección habitualmente van al fracaso

Igea no pretende subastar infraestructuras en la campaña - Foto: Jonatan Tajes

Francisco Igea tenía intención de repetir como candidato de Ciudadanos al Congreso por Valladolid, pero todo cambió cuando se anunció que el fichaje de Silvia Clemente para aspirar a liderar la formación naranja en los próximo comicios autonómicos. Igea decidió dar un paso al frente porque entendía que no la expresidenta de las Cortes no representaba los valores de Ciudadanos y ambos protagonizaron unas primarias donde por primera vez se escenificaron discrepancias internas en la formación de Albert Rivera. Un proceso que se cerró con un posible ‘pucherazo’, todavía por aclarar, un con un vuelco en el resultado que ha propiciado que Igea sea el candidato a la Presidente de la Junta.

En esta nueva etapa ha iniciado una ronda de visitas por las agrupaciones provinciales de la formación naranja para «palpar el ambiente», «animar» a los militantes y «escuchar» sus propuestas e inquietudes. Igea esá convencido de que su partido será decisivo en un «cambio» de Gobierno después de 30 años de dominimo del PP.

Es el candidato, después de un proceso convulso, en el que decidió participar en el último momento porque consideraba que la candidatura de Clemente no tenía el perfil adecuado para representar a esta formación. ¿Se mantiene en el mismo criterio?

Sigo siendo terco, sí. Creo que los hechos lo refuerzan y la mayoría de los militantes así lo entendieron y lo manifestaron en las urnas. La reacción de la ciudadanía, en la calle o en los medios, también parece reforzar lo que nosotros decíamos o planteábamos. Creo que hicimos lo correcto. Ha sido una campaña muy bonita, que nos ha ido muy bien. Estoy bastante satisfecho.

Ha sido evidente que dentro de la Dirección nacional del partido hubo personas que lo apoyaron, pero otra parte apoyó a la candidatura de Silvia Clemente. Visto el resultado y todo el lío que se vivió después, ¿considera que se ha abierto una grieta en la unidad del partido o son solo daños colaterales?

No hay tal. Hemos planteado un proceso de primarias con dos candidatos. La gente, a veces, se sorprende de que clase de primaria son; no van a ser siempre con un único candidato o con uno que tenga mucha ventaja sobre el otro. Cuando esto ocurre por primera vez en el partido, por decirlo suavemente, es normal que la gente piense que hay grietas. No. Hay un proceso de primarias normal, que ha acabado con un resultado y ahora todos somos miembros del mismo partido, con una misma Ejecutiva y vamos a trabajar para ganar estas elecciones que tenemos ahora en abril. Y no hay problema. La vida de los partidos tiene que ser así. 

Siempre he dicho que la mayoría de los partidos en España son estalinistas por su manera de funcionar, pero afortunadamente estoy en uno liberal, que se comporta como tal. Y espero que nos dure porque esto nos ayuda. Y, además, siempre recuerdo que la conclusión que saca Kennedy después de la crisis de los misiles de octubre es que hay que tener siempre en el Gabinete alguien que te lleve la contraria. Los partidos en los que nadie lleva la contraria a la Dirección habitualmente van al fracaso. Yo lo he vivido en alguno. Creo que esto es bueno para el partido, y específicamente en Castilla y León. El incidente final nos había sobrado, pero por lo demás no veo problema.

De momento, Clemente  z en las candidaturas al Congreso o Senado y Albert Rivera no ha querido pronunciarse sobre su futuro. ¿Es trasladable lo que usted ha defendido a cualquier candidatura de la que pueda formar parte esta persona?

Este partido tiene una manera de elegir a sus candidatos y unos comités de listas que toman sus decisiones. Ahora mismo, mi trabajo es ser portavoz en Castilla y León, candidato a la presidencia de la Junta y ocuparme de las listas y finalizar el programa para las autonómicas porque sigo siendo el secretario de programas. Lo que defiendo en las autonómicas lo hago en todos los lados, pero mi sitio, mi capacidad de decisión y mis responsabilidades son unas. No voy a asumir la responsabilidad de la Ejecutiva ni de todo el partido. Creo que el proceso ha sido bastante clarificador y creo que los ciudadanos esperan de nosotros que actuemos con lógica y coherencia. 

Cuando más coherentes somos mejor nos vamos. Y ahora me toca hablar de lo que haremos con nuestra comunidad cuando ganemos las elecciones.

Habla de un proceso clarificador, pero durante el mismo se ha hablado mucho de personas y poco de programa.

Porque era una candidatura de personas. Se trataba de elegir una persona no un programa. Esa es una de las cosas que se han introducido de manera sesgada. El programa de ambos era el del partido, de Ciudadanos, que está en elaboración. Hay una Secretaría de Programas autonómica y otra nacional. Si alguien habló durante la campaña de programa no hizo lo correcto. No se trataba de eso sino de quién simboliza mejor los valores, la esencia y el mensaje del partido. Si hubiéramos hablado de programa, entre otras cosas, yo hubiera jugado con ventaja porque soy el secretario de programas autonómico. Y lo conozco mejor, pero no hubiera sido razonable ni elegante.

Estos cuatro años ha desarrollado un intenso trabajo como diputado por Valladolid, sobre todo en el ámbito de la Sanidad, donde era portavoz de su partido. Había expresado claramente que quería seguir en ese puesto. ¿Qué ha significado esa ‘renuncia’?

Ha sido una época muy feliz. Estaba muy contento con como iban las cosas, con el programa sanitario y el grupo de trabajo tan bueno que teníamos. Habíamos liderado el debate y marcado la agenda. Pero aquí no hay renuncia. No se está aquí para permanecer ni para calentar un sillón. Se está porque se cree en unas ideas, en una manera de entender el país y lo que no puedes hacer inhibirte de tus responsabilidades cuando tienes ocasión de tomar una decisión. Y esta ha sido la única decisión que me ha parecido errónea o no acorde con lo que nosotros planteábamos, y mi responsabilidad era mirar para otro lado o decir lo que pensaba. Y tengo la mala costumbre, que no me llevará muy lejos, de decir lo que pienso. 

Me hubiera encantado seguir como portavoz de Sanidad porque era un trabajo bonito y el Congreso de los Diputados es un sitio magnífico para trabajar porque la política es menos tensa allí que en lo regional, pero no me metí en política para satisfacer mis necesidades. Me metí en política porque pienso que este país necesita una manera diferente de hacer las cosas.

Desde su experiencia en el Congreso, ¿es optimista en su meta de poder cambiar las cosas?

Las cosas ya han cambiado, lo hechos lo demuestran y hay cosas que ya no se pueden hacer porque hay unas limitaciones. Ha cambiado también la manera de entender hasta dónde llega la política, la administración pública. Nosotros hemos planteado muchas cosas sobre la eficacia de los controladores, su independencia. Ya no hay mayorías absolutas y hay obligación de negociar. Una época de cambios siembre es convulsa, difícil, donde se pierde la tranquilidad. Pero la tranquilidad no es un valor absoluto que sí que lo es la libertad. Creo que este país está mucho más cerca de vivir en un régimen de más libertad porque hay más debate y más controles. 

Y eso es básicamente a lo que nosotros venimos aquí, por eso somos un partido liberal. Hay que ser optimista porque este país y esta comunidad van a dar un cambio radical para bien. En mi partido hay un montón de buena gente, inteligente y preparada, que saben lo que quieren para su país, y cada vez somos más. Cuando Albert Rivera levanta la cabeza en la Ejecutiva ve a Toni Roldán, Paco de la Torre, una catedrática de universidad de Comunicación, a Luis Garicano,... Cuántas ejecutivas de un partido pueden decir esto y que si levantas la cabeza ves, por ejemplo, a Adriana Lastra.

Y desde esa misma óptica, ¿está la vida política tan agitada como parece desde fuera?

Está agitada, pero hay que diferenciar la agitación de odio y la animadversión. El enfrentamiento ideológico y de propuestas es una cosa saludable, pero lo que ya no lo es tanto es cuando las cosas van hacia lo personal y el odio, que es la antesala del enfrentamiento. Y eso hay que evitar lo a toda costa. La gente no estaba acostumbrada a ver un Congreso en el que se han vivido momentos llamativos, alguno un poco folclórico. Esta legislatura  hemos tenido muchas cosas que se han ido asentando, otras  han desaparecido, incluida la escenografía de algunos y que se ha quedado en nada, y al final queda el debate de las propuestas, que creo que es más rico y enriquecedor.

Fue de los pocos diputados que anunció que no se presentaría a unas nuevas elecciones cuando la gobernabilidad estaba bloqueada y se planteaban unas terceras. Aunque después hace un balance negativo y asegura que ha sido un tiempo perdido.

Ha sido un tiempo perdido los últimos ocho meses. ¿Qué hemos hecho en este tiempo de Gobierno Sánchez? Esencialmente, poca cosa. Lo que hemos conseguido es tener la campaña preelectoral más larga de este país. Yo estoy bastante contento de lo que hemos hecho, me hubiera gustado conseguir más, pero también entiendo que tenemos que aprender a convivir así. En este país estamos acostumbrados al bipartidismo y muy poco al mutipartidismo, al diálogo y al pacto. Si nos sigue acusando de una cosa que yo llevo con bastante orgullo, que es esto de ser negociantes. Esto forma parte esencial de la política y la gente se tiene que acostumbrar a estos pactos. 

Dije de no presentarme en su día porque me parecía una irresponsabilidad decirle a los ciudadanos por tercera vez que no sabíamos qué hacer con lo que nos habían dicho y que nos tenían que decir otra cosa. Nuestro trabajo es que con lo que los ciudadanos nos dicen tenemos que sacar el país adelante. Yo no podía participar de eso. 

En este proceso electoral no rendirá cuentas de gestión autonómica porque su gestión ha sido en el Congreso, donde ha sido el diputado más activo de los cinco de la provincia. ¿Es su mejor carta de presentación?

Es mejor que ser el que menos. Si fuera Juanma del Olmo tendría más problemas para presentarme.

Él es el único que va a repetir.

Sí. La vida es así de sorprendente. De los cinco diputados por Valladolid, el que menos actividad ha tenido va a repetir. No ha pisado prácticamente por aquí y su actividad parlamentaria es la que es. 

Volviendo a su gestión.

En la medida de lo posible, y siendo novatos hemos hecho un trabajo bastante bueno intentando representar los intereses de la provincia y la región. Nos hemos preocupado por todo tipo de temas y hemos estado pendientes de las necesidades. Somos los que más intervenciones e iniciativas hemos tenido de todos los diputados de Castilla y León.

¿Cómo afecta o debilita a la partido la renuncia de Pilar Vicente a ser la candidata municipal?

Tendría que ver el balance de afiliados, pero creo que en esta última semana es positivo y hemos crecido. Para nosotros, la pérdida de Pilar es una pena. Es una persona que ha hecho un trabajo muy importante en la Diputación y el Ayuntamiento, con un conocimiento de las instituciones y su funcionamiento. Es una decisión personal, y ahí no puedo hacer más que hacerle el ofrecimiento, público y privado, que le he hecho en dos ocasiones. Para mí siempre ha sido mi candidata. Hace dos meses, en una reunión de la agrupación, alguien la cuestionó y la persona que salió a defenderla fui yo. Y sigo pensando lo mismo.

¿Cuánto le ha dolido no contar con su apoyo en las primarias?

Me dolió personalmente pero cometí el grave error de decirlo públicamente, cosa que no debí hacer. Me equivoco, como todo el mundo. Creo que es la única cosa que me ha dolido personalmente de esto porque lo demás es política. Pero cuando nos cortan también sangramos. Cada uno toma sus decisiones. Yo sé quiénes son mis amigos, mi familia, mi mujer, mis hijos, que son lo esencial del corazón.

¿Qué aporta Ángela de Miguel?

Es una persona con mucho conocimiento de la ciudad y de sus necesidades. Está conectada con el emprendimiento y muy cercana a las ideas liberales que defiende nuestro partido. Pero aún no hay nada cerrado. Nos importa mucho las personas que ponemos porque son símbolos de lo que queremos decir, con el mensaje fundamental de Ciudadanos sobre la libertad, la empresa, el conocimiento, la innovación o la regeneración. Y vamos a procurar que el candidato cumpla esas características y ofrecer un buen programa a los vallisoletanos.

¿Y Soraya Mayo, su sustituta en la lista del Congreso? ¿Cuánto tuvo que ver en su elección?

No tuve nada que ver en su elección, pero estoy encantado. Me parece una candidata fantástica, que reúne todos los valores que queremos sobre regeneración, libertad y gente de la vida civil con experiencia. Tiene un carácter excepcional y lo poco que la he conocido estos días me parece una persona con un juicio muy bueno sobre las cosas. Me parece íntegra y valiente. Si la hubiera elegido yo hubiera elegido peor, seguro.

Los fichajes independientes que se han puesto de moda a la hora de hacer las candidaturas, ¿hasta qué punto puede molestar a las bases?

Un partido que crece es un buen partido y que cuanto más talento integre es mejor. Necesitamos gente que se dedique a la política que tenga un sitio donde volver porque sino no tenemos hombres libres en la política. ¿Por qué ha sorprendido tanto esto que he hecho yo? Porque es que yo me puedo volver a mi casa pero es que mucha gente, que lleva en esto desde los 20 años, a dónde se va. En política si no tienes un trabajo solo puedes ser o un esclavo o un intrigante. Y eso mata al partido. Ahora tenemos un partido de gente libre y cuanta más gente tengamos con capacidad para decir no seremos más libres. Por eso es bueno tener fichajes de la vida civil y gente que tenga donde volver. Eso no quiere decir que hayamos gestionado bien todo el talento que tiene el partido porque muchas veces no falta conocimiento de la que tenemos dentro. Hay que tener en cuenta el mérito de trabajar desinteresadamente en este proyecto. 

¿Le parecería positivo el fichaje de Soraya Rodríguez para la lista de las europeas?

No está puesta esta habilitación sobre la mesa. A mí me cae muy bien Soraya Rodríguez. Me parece una persona que ejerció su responsabilidad en esta legislatura en momentos en que los demás no lo hicieron. Pocas personas votan en contra de su partido en una cuestión esencial como es la unidad de España, defender que somos un país de gente libre e igual. Esto le costó una multa. Para mí es muy valorable la gente que antepone sus ideas, sus valores, lo que piensa que es mejor para el país, a su propio interés dentro de la vida del partido. Eso a ella le honra. Es una política de raza. Y si algún día me piden opinión en la Ejecutiva, la daré. Pero sí he votado favorablemente a Mesquida o a otros candidatos que hemos habilitado pues nos vería ningún problema en votar favorablemente a su habilitación.

Si el resultado de las elecciones deja al PSOE en una posición en la que la estabilidad podría depender de un apoyo de Ciudadanos, ¿le llevaría la contraria a Rivera?

Yo he votado favorablemente a la propuesta de la Ejecutiva y soy completamente solidario con esa decisión, entre otras cosas porque creo que este 10 meses han demostrado que Sánchez nunca será la estabilidad. Si hay una persona que ha antepuesto su interés personal al del país, y lo ha demostrado, es el presidente Sánchez.