La viceconsejera de Universidades e Investigación, Pilar Garcés, aprovechó este martes la presentación de los proyectos de los estudiantes ganadores de las becas Prometeo de la Universidad de Valladolid (UVa) para apostar por la transversalidad para que la transferencia del conocimiento entre la universidad y la empresa no se limite solo a las ingenierías, economía y ciencias sino que también alcance a otras áreas de conocimiento como Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas. “Sería fantástico ampliar las ramas de conocimiento, por lo que hay que insistir que abarque todas las áreas”. Es algo que, precisó, se tendrá en cuenta en la elaboración del próximo Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (TCUE), una vez que el actual finaliza el 31 de diciembre de 2020.
TCUE nació con la pretensión de potenciar las patentes e investigación orientada al mercado de la Universidad de Castilla y León, así como la oferta tecnológica y científica de las instituciones universitarias. En la Red TCUE están presentes las nueve universidades de Castilla y León, a través de sus fundaciones generales en el caso de las públicas. Además, participa la propia Consejería de Educación y la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León (FuesCyL), entidad que coordina la red y colaboradora en la gestión.
Garcés subrayó que los planes que desarrolla la Junta desde el año 2008 han supuesto una inversión de 28 millones de euros, gracias a la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Del total del presupuesto, el 34 por ciento (9,5 millones de euros) ha ido a parar a la Universidad de Valladolid. Una cifra que, aseguró, está relacionada porque la UVa es la primera institución de Castilla y León con patentes registradas.
UVa, primera en patentes de la Comunidad
El rector de la UVa, Antonio Largo, incidió en esta idea al señalar que la Universidad de Valladolid es la primera institución en generación de patentes, a nivel autonómico, y la décima en el conjunto de España. “La UVa se caracteriza por una actividad muy fuerte, a través de los grupos de investigación y la unidad de patentes a través de la Fundación General. Siempre hay margen de mejora pero ya desarrollamos una importante labor en la transferencia de conocimiento, tal y como queda demostrado en las patentes y los registros de propiedad intelectual”, significó. En ese sentido, agradeció la labor de los investigadores, los profesores, los tutores y los estudiantes.
La viceconsejera destacó el proyecto Prometeo para el desarrollo de prototipos por parte de alumnos orientados al mercado. En la edición de 2019, se han seleccionado 20 proyectos que van desde un sistema de identificación de tarjetas sin contacto por caracterización en radiofrecuecia (desarrollado por Pablo Martín, estudiante de Ingeniería en Tecnologías Específicas de Telecomunicación), un sistema ‘contactless’ de obtención de imágenes de electroluminiscencia en plantas fotovoltaicas en funcionamiento (Rufino Barco, de Ingeniería Mecánica) y una pizarra sostenible, multiusos y sin desperdicios para países subdesarrollados (cinco alumnos de Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Producto) hasta una aplicación móvil de análisis y medición en tiempo real de niveles de oxígeno en el sector vitivinícola (Marcos Martín, del Grado de Ingeniería en Tecnologías Específicas de Telecomunicación) y un dispositivo de acondicionamiento evaporativo de terrazas en verano (Sara Viñas, del Grado de Ingeniería Mecánica).
Pilar Garcés abogó por un cambio de mentalidad y de cultura porque la misión fundamental de la universidad no es solo la docencia y la investigación sino también la transferencia del conocimiento. El rector de la UVa valoró Prometeo por la “singularidad” al incentivar esta transferencia a través de los propios estudiantes, que además tienen un primer contacto con el mundo de la empresa.
No en vano, el conocimiento es un valor intangible, base del desarrollo tecnológico, y una potencial fuente de recursos para la universidad. Por ello, la Universidad de Valladolid, a través de la Unidad de Patentes, adopta los mecanismos adecuados para su protección y puesta en valor, con el apoyo necesario que se presta a investigadores y alumnos para proteger sus resultados de investigación. No solo hay patentes sino que también existen inscripciones de software en el Registro de la Propiedad Intelectual.