La divertida y loca vuelta de 'La casa de las flores'

SPC
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Netflix emitirá desde este viernes la segunda temporada de la aclamada ficción mexicana, con nuevos capítulos sobre cómo la familia protagonista afronta el duelo tras la muerte de la matriarca

Esta semana, concretamente el viernes, se estrena en Netflix a nivel mundial la segunda temporada de la aclamada serie mexicana La casa de las flores, que será «mucho más divertida» para los espectadores, según coincide su elenco. «Estamos ansiosos de regresar. Lo pasamos muy bien por la libertad y locura que tiene la temporada. Es mucho más divertida y muy loca», explica Darío Yazbek, quien da vida a Julián, uno de los tres hijos de la ya difunta Virginia de la Mora, quien fue interpretada en la primera entrega por la célebre actriz de telenovelas Verónica Castro.

Para Manolo Caro, el creador de la ficción, esta nueva parte gira entorno a «cómo la familia afronta el duelo y se reacomoda cada personaje y entre ellos». «Hay también nuevas historias y tramas, temas a los que quisimos darles visibilidad, criticar o dialogarlos», detalla el cineasta mexicano.

Tanto Caro, quien supo que habría segunda entrega el día que se estrenó la primera y ya tiene la certeza de que habrá una tercera en 2020, como el reparto de la serie se sienten «muy emocionados» y convencidos de que la recepción por parte del público va a ser muy positiva, ya que la disfrutaron mucho «y eso se va a notar», considera Aislinn Derbez, quien da vida a Elena, otra de las hermanas.

«La esencia es muy clara: es un proyecto irreverente basado en la comedia pero con temas profundos y actuales», apunta Caro, con lo que deja claro que esta nueva temporada seguirá la línea humorística de la primera, al igual que se tocarán aspectos como la doble moral y la fuerza del núcleo familiar tan arraigados en México.

La primera entrega dejó a los espectadores atentos a la deriva española que pudiera tomar la siguiente, ya que algunos de sus principales protagonistas quedaron a pie de avión: Paulina (Cecilia Suárez) se embarca hacia Madrid, donde reside María José (Paco León), el padre de su hijo.

Sin embargo, ante la muerte de la matriarca la familia se está cayendo a pedazos y Paulina se ve obligada a volver a México cuando se entera de que el testamento de su madre ha sido impugnado.

Al llegar, Paulina encuentra su casa peor que nunca: su padre Ernesto (Arturo Ríos) se ha unido a una secta de éxito pseudo-espiritual; su hermana Elena está viviendo una crisis de identidad a consecuencia de sus últimas relaciones amorosas; y Julián ha encontrado un nuevo y peculiar trabajo que solo le traerá más problemas.

Sin dejar a un lado la búsqueda de su ansiada venganza contra Diego, quien se fugó con el dinero del clan, Paulina siente la responsabilidad de rescatar a los suyos y recuperar la floristería familiar, pero es incapaz de ver que lo que realmente pone en peligro es un nuevo hogar al lado de María José.

Yazbek y Juan Pablo Medina, quienes forman en la ficción la ya célebre pareja de Diego y Julián, opinan que uno de los mayores aciertos es profundizar en temas polémicos pero normalizándolos.

«El gran acierto de la serie es contar en televisión asuntos que anteriormente se trataban por encima y aquí no hay restricción. Nuestros personajes viven una historia de amor, así como es, y la ventaja es que trabajándola desde ese punto ya no se vuelven una caricatura, son algo humano», comenta Medina.

Una base sólida

El proyecto, creado por el realizador y guionista mexicano Manolo Caro, que escribe los libretos con Alexandro Aldrete, Hipatia Argüero, Mara Vargas y Gabriel Nuncio, está producida por Carlos Taibo.

La casa de las flores cuenta también con las actuaciones de Juan Pablo Medina y Diego Olvera, así como de Mariana Treviño (Jenny Quetzal), Loreto Peralta (Rosita), Flavio Medina (Simón), Anabel Ferreira (Celeste) y las incorporaciones de María León como Purificación, Eduardo Rosa como Alejo y Eduardo Casanova, que participa con una colaboración especial.