El Ayuntamiento de Valladolid a través de VIVA ha adquirido en febrero 18 viviendas que serán destinadas a alquiler social, de las que se podrán beneficiar las familias con menos recursos. Los pisos, cuyo precio no superaron los 80.000 euros, formarán parte del parque municipal de alquiler social, con el propósito de procurar un hogar a las familias que no tienen posibilidad de acceder al  mercado libre aunque cuentan con capacidad para pagar la mensualidad. 

El concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, aseguró que el Consistorio continuará este año con su “apuesta” de ampliar el parque público de viviendas. El objetivo es  procurar un hogar a las familias con menos recursos, pero con capacidad para pagar una mensualidad, y, además, incidir en los precios del mercado de inmobiliario a través de esta política que pretende contener la escalada de precios, puesto que la administración municipal fija una renta mensual racional y asumible. 

El concejal manifestó que la vivienda no es una competencia municipal sino de la Junta de Castilla y León. Pese a ello, valoró la "sensibilidad" del equipo de Gobierno por este tema para intentar resolver los problemas de las familias más vulnerables.

El valor máximo de los pisos comprados en este programa  se sitúa en 80.00 euros y están distribuidos en toda la ciudad, aunque en algunos barrios es más difícil la compra por las cotizaciones que marca el mercado inmobiliario, según admitió el concejal responsable de Vivienda en el Ayuntamiento de Valladolid. 

La aportación mensual de las familias con una vivienda adjudicada no debe superar el 30 por ciento de sus ingresos. De esta forma, el Ayuntamiento garantiza que las familias puedan pagar el alquiler sin que ese gasto -a diferencia de lo que ocurre en el mercado libre- condicione sus necesidades en otros ámbitos de la vida como la alimentación, la ropa y el ocio.