Toca rearmarse

M.B
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Recoletas Atlético Valladolid y Aula Alimentos de Valladolid perderán para la próxima temporada a algunos de sus principales puntales. Ambos deberán buscar sustitutos con menos recursos económicos que otros clubes

Toca rearmarse - Foto: Victor Salgado

Históricamente los equipos de balonmano de Valladolid han servido para la revalorización de jugadores. Lo fue en su época el BM Valladolid (con Iker Romero, Mariano Ortega, Chema Rodríguez y otros muchos nombres) y lo vuelve a ser el Recoletas Atlético Valladolid, que esta temporada ‘perderá’ a su gran referente en el aspecto ofensivo, Abel Serdio.

El pivote llegó en el verano de 2016 a Valladolid procedente del BM Gijón Jovellanos. Contaba con 21 años y prácticamente era un desconocido en la Liga Asobal.

Tres temporadas después, el de Avilés es ya internacional con la selección absoluta, además de el máximo goleador en la presente campaña del conjunto que dirige David Pisonero.

La salida del asturiano, que jugará a partir de la próxima temporada en el Barça Lassa, el gran dominador de la Liga Asobal, obligará al equipo vallisoletano a rearmarse de nuevo, al menos en una posición clave en su juego, a expensas de lo que ocurra con otros jugadores.

Toca rearmarseToca rearmarse - Foto: VGARIBAYPor el momento, los Gladiadores Azules han anunciado las renovaciones de Adrián Fernández, César Pérez, Víctor Rodríguez, Manu García y Dani Pérez -anunciada este jueves-; que se unen al portero Carlos Calle, que tiene contrato. Jorge Serrano, en la última fase de la recuperación de su lesión, tiene una cláusula de ejecución de renovación por parte del club, que aún no se ha hecho efectiva, algo que parece que se realizará; así como la continuidad de dos de los jóvenes valores de la cantera, los hermanos Álvaro y Miguel Martínez Lobato. Luego están los casos de los vallisoletanos, Diego y Miguel Camino, más Roberto Turrado, Nico López y Roberto Pérez; y los de Rubén Río, que parece que seguirá, y Héctor González.

La marcha de Serdio más la de Gastón Mouriño de hace unas semanas obliga a buscar un pivote. 

Aula Alimentos de Valladolid

Hace unos años fue Amaia González de Garibay, luego Alicia Fernández, más tarde Silvia Arderius... el año pasado, Nekane Terés. El Aula Alimentos de Valladolid lleva siendo un trampolín para muchas jugadoras prácticamente desde su primer año en la máxima categoría. Y el próximo no será una excepción. Este verano, Miguel Ángel Peñas perderá a dos de sus baluartes, María Prieto O’Mullony y Eli Cesáreo.

La lateral derecho zamorana y la pivote barcelonesa jugarán a partir de la siguiente campaña en el Bera Bera, donde precisamente se encuentran Arderius y Terés.

La zamorana llegó al Aula en 2015. Por entonces, con tan solo 17 años, era una promesa del balonmano nacional procedente del Cleba León. Con el paso de los años ha ido siendo la gran referencia ofensiva, acabando la temporada 2017-18 con 228 dianas y una media de 8,77 por partido. Su buen hacer la permitió estrenarse con las Guererras en los Juegos del Mediterráneo.

La barcelonesa de Sant Joan Despí fichó por el cuadro vallisoletano en 2017. Internacional juvenil por entonces procedía del Club Handbol Sant Viçent de Plata. Podía actuar de lateral izquierdo o de pivote, y en este último puesto llegó su debut con las Guerreras, jugando incluso el Europeo.

Ambas obligarán a Peñas a rearmar de nuevo a un equipo que ha anunciado las renovaciones de Elena Cuadrado, Lulu Guerra, Carmen Sanz, Ángela Nieto y Cristina Cifuentes, y que espera mantener al resto del núcleo duro de la plantilla. 

aumento presupuesto. Además, ya se ha hecho público el aumento de presupuesto para la próxima campaña, ya que la ayuda institucional subirá en 49.000 euros, «lo que colocará al Aula Alimentos de Valladolid junto a los equipos de elite del balonmano femenino, no solo en el plano deportivo donde ya se encuentran peleando por las zonas más nobles de la clasificación, sino también a la hora de poder buscar y retener talento», se señalaba desde el club hace unas semanas.