El transporte escolar eleva tanto rutas como usuarios

David Alonso
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En un curso marcado por la pandemia, Educación y Fomento tienen en marcha 2.002 rutas este curso, 48 más que el anterior, para transportar a 35.574 alumnos, 1.500 más

Un acompañante de transporte escolar junto a una niña antes de subirse al autobús. - Foto: Javier Pozo

El uso del transporte escolar en Castilla y León no se ha visto afectado por la situación de pandemia derivada de la covid-19, y durante este curso se han incrementado tanto el número de rutas como de usuarios de este servicio. En total, para el curso escolar 2020/2021 la Consejería de Educación tiene en funcionamiento 2.002 rutas de transporte escolar este curso, 48 más que el anterior y 100 respecto al ejercicio 18/19 y 17/18, según los datos facilitados por el departamento de Rocío Lucas a este periódico. Un repunte que igualmente se ha experimentado en el caso de los alumnos que usan este servicio, que en este curso se ha disparado hasta los 35.574, 1.500 más que el año pasado, casi un cinco por ciento más, y la cifra más alta de los últimos cuatro cursos. Una situación que se produce en un curso en el que, a pesar de haberse incrementado en 600 el número de alumnos, apenas un 0,17 por ciento más, lo cierto es que el repunte ha sido solo en bachillerato y formación profesional, mientras que en el resto de etapas educativas han mermado los alumnos matriculados. Esto pone de manifiesto que los padres y madres de la Comunidad no han tenido miedo a seguir utilizando el transporte escolar durante este curso marcado por la covid-19. 

Desde la Consejería de Educación reconocen que «no existe una causa concreta ni única» que explique el repunte de rutas y usuarios en pleno curso de pandemia. «Las rutas de transporte varían, no solamente de un año para otro sino incluso a lo largo del año: se desdoblan rutas, otras desaparecen, se crean nuevas rutas en función de la movilidad de las familias, de la aparición de nuevas familias  o   de la utilización del transporte combinado», detallan a este periódico fuentes de Educación, que asegura que es posible que la situación derivada de la covid-19  «pueda tener cierta incidencia en forma de desplazamiento de familias desde alguna Comunidad Autónoma limítrofe a alguna provincia de nuestra Comunidad».
Monitores covid

En cualquier caso, la consejera de Educación, Rocío Lucas, defendió recientemente que la ocupación del transporte escolar en Castilla y León es menor a del resto de modos públicos y que se cumple la normativa estatal, así como las instrucciones de su departamento y de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Lucas indicó que además este año se han incorporado acompañantes en las rutas de transporte escolar de Secundaria y que si hubiera un positivo actuarían los equipos covid para hacer las PCR y la trazabilidad.

Unos monitores que, ante las denuncias presentadas por la oposición y sindicatos a principio de curso, ya están al cien por cien en los transportes escolares de Secundaria. Y es que, según explicó la consejera, en estos casos de niños mayores a doce años, los alumnos, por edad, «pueden tener ya una responsabilidad para cumplir en este caso las medidas de seguridad» en el transporte pero que, en este curso, «a demanda de padres y organizaciones sindicales», se ha decidido incorporar la figura del monitor en los grupos más numerosos.

Separar alumnos de viajeros

Uno de los colectivos más dependientes del transporte escolar son los alumnos que residen en el medio rural de Castilla y León. Las rutas por varias localidades para recoger estudiantes y llevarlos al centro escolar o instituto más cercano  hace tiempo que se fusionaron con el transporte tradicional de viajeros en autobús para limitar el déficit que este servicio genera en los pueblos de la Comunidad. Una medida que este año las ampas rurales no ven con buenos ojos por la situación de epidemia derivada de la covid-19. Antonio González, presidente de Confarcale, reconoce que «seria mas de nuestro gusto, que por alumnos y pasajeros normales fueran por separado» para así evitar posibles contagios. No obstante, reconoce que alguna de sus peticiones a la Consejería de Educación se ha llevado a cabo, como la posibilidad de que hubiera la figura del acompañante, o incluso algún sanitario en «algunos transportes conflictivos», algo que González destaca que «en parte, se nos ha hecho caso».

Por otra parte, González reclama, a pesar del incremento este curso de las rutas de transporte escolar, la necesidad de que existan más «por el tema excepcional de la pandemia, para guardar las distancias, ya que ha sido un poco complicado». «En algún caso se tenía que haber diversificado y desdoblado las rutas», explica el presidente de las ampas rurales, que pone en evidencia que las rutas compaginadas entre alumnos y viajeros en plena pandemia «son algo complicadas».

En cualquier caso, González valora el «diálogo fluido» que ha existido con la Consejería de Educación de cara a este curso:«Se han adaptado a algunas solicitudes nuestras». Sobre las dudas generadas antes del curso escolar por las características de la pandemia, el presidente de Confarcale reconoce que «al principio todo era, si no miedo, una gran preocupación por parte de los padres», pero destaca que dentro de las ampas rurales tenían claro que «el colegio debería de empezar, y para ello hay centros que se alimentan del transporte escolar».