La mayoría de guarderías no abre por no cumplir las normas

R.G.R
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La Agrupación de Escuelas Infantiles asegura que las administraciones «han abandonado» a estos centros y manifiesta la inviabilidad del protocolo actual

La guardería La Suite Infantil ha abierto sus puertas esta semana. - Foto: D.V.

La Agrupación de Escuelas y Centros Infantiles Privados (Aecip) de Castilla y León ha puesto de manifiesto que la mayor parte de los centros de Valladolid permanece cerrado a pesar de que ya podrían haber abierto sus instalaciones a partir del pasado lunes con la llegada de la fase 2. Aseguran que no pueden cumplir algunos aspectos del protocolo elaborado por la Junta de Castilla y León y la mayor parte ha decidido no abrir sus dependencias y esperar al mes de septiembre, con el arranque del curso escolar, para hacerlo. 

Ana Isabel Esteban es la propietaria de la Guardería Pequeña Luna, en el barrio de Parquesol, y representante de la Agrupación de Escuelas Infantiles en Valladolid. «Es inviable abrir en las condiciones actuales. Tu no puedes decirle a un niño de dos años que esté sentado en el suelo en un espacio marcado y que no se mueva de ahí durante todo el tiempo que esté en la guardería», relata casi entre lágrimas. Manifiesta que las administraciones «se han desatendido» del sector y muchas están pasando por dificultades económicas, solo mitigadas porque los trabajadores están regulados en un expediente laboral. «Los padres piensan lo mismo que nosotros. Creen que están abandonados». 

Critica que algunas de las medidas, como que todos los cubos de basura tengan tapadera, son «simples» y se llevan cumpliendo en las guarderías «durante muchos años» y otras imposibilitan la apertura como la ausencia de contactos entre los menores. «Es imposible que no se toquen en seis horas de media que están aquí dentro». 

Un de las profesoras con la mascarilla puesta en el centro. Un de las profesoras con la mascarilla puesta en el centro. - Foto: D.V.Rosa Vecino es la propietaria de la Guardería Las Rosas, cerca de plaza de la Circular. Está preparándose para abrir la próxima semana. Esta no se ha atrevido. Está solicitando a los padres una declaración firmada de que sus hijos no han tenido «ni tos ni fiebre» en las últimas semanas. «Antes los niños dejaban las sillas en el centro, pero a partir de ahora no podrá ser». «Tendremos que desinfectar juguetes, puertas..., todo». En cuanto a la comida, el centro cocina en sus propias instalaciones y «eso ofrece mayor seguridad». 

Alberto Feliz de Vargas gestiona junto a su esposa la Guardería Happy Kids House. No tiene pensado abrir hasta septiembre. Los trabajadores están en expediente de regulación de empleo. Se habían puesto en contacto con las familias de los pequeños que tenían en sus aulas en el presente curso y siete de ellas les habían comunicado su intención de volver. Pero esta misma semana varios de ellos han conunicado que no podrán ir. «Uno de los menores ha estado en contacto con su abuelo que ha dado positivo y otro tiene dos padres que teletrabajan y como no pueden firmar que están en el trabajo no pueden venir». Así, han decidido cerrar sus puertas hasta septiembre.  

Abiertos. No obstante, algunos centros sí han abierto sus puertas. A cuentagotas. Es el caso de La Suite Infantil, en el barrio de Puente Jardín. Su propietaria Beatriz Rodríguez indica que está siendo una experiencia gratificante. «Abrimos el lunes con cinco niños y de momento estamos muy contentas». Una de las trabajadores, junto con Beatriz, salió del ERTE y han comenzado a trabajar. Quiere indicar que está totalmente de acuerdo con las reivindicaciones que se hacen desde la agrupación de guarderías y considera que el protocolo de la Junta es desacertado. «Nosotros hicimos un protocolo propio adaptando el de la Junta y se lo enseñamos a todos los padres y todos estábamos de acuerdo» 

Reconoce que lo más difícil está siendo la limpieza constante. «El hecho de tener que estar higienizando todo es muy complicado. Es un poco agobiante». Le muestra satisfecha por el respuesta que está obteniendo por parte de los niños. «Han estado tres meses con sus padres únicamente y ahora la verdad es que vienen sin ningún problema». Ya no cerrará durante todo el verano.