Las salvas de disparos con las que dos familias de Las Viudas y el 29 de Octubre festejaron el inicio de 2019, y la posterior difusión de ambos incidentes a través de unos videos en las redes sociales, no solo ha provocado el drástico aumento de la presencia policial en estas zonas de Las Delicias y Pajarillos, sino también la primera gran bronca política del año recién estrenado, en la que la oposición municipal no ha dudado en enarbolar la bandera de la falta de seguridad en estas dos barriadas para arremeter contra el alcalde.
En las primeras horas después de trascender las grabaciones, en la tarde del pasado domingo 6 de enero, Óscar Puente optó por dejar el asunto en manos de su concejal de Seguridad, Luis Vélez, puesto que la principal vía de difusión del video de la escopeta fue la cuenta de Twitter del Sindicato Profesional d Policías Municipales (SPMM), el más beligerante con el equipo de Gobierno y que lo usó para elevar a la sociedad una queja sobre la falta de medios y de respaldo político con la que, en su opinión, vienen trabajando en esta zona, donde, denunciaban, que la noche del día 30 -la anterior a los disparos-, unas patrullas locales habían llegado a verse rodeadas por «doscientos» vecinos de Las Viudas tras acudir a atender una llamada por una queja derivada de unos supuestos ruidos nocturnos.
La situación explotó esa misma tarde en cuanto el asunto saltó de las redes sociales a los medios de comunicación de la ciudad. El SPPM moderó algo su discurso en los siguientes tuits, pero no evitó que el Ayuntamiento diese la orden de abrir una investigación interna para tratar de aclarar aquello de los doscientos vecinos: «Pueden haber pasado dos cosas. O se produjeron los hechos y no tuvieron su reflejo en la documentación oficial, lo que implica que alguien no habría hecho su trabajo y eso tendría sus consecuencias; o que un sindicato de Policía Municipal mienta en una red social sembrando la alarma entre la ciudadanía, y eso también es muy grave», advirtió Puente el miércoles, cuando decidió ponerse al frente del asunto, contestando, de paso, a la oposición municipal de PP y Ciudadanos, que justo el día anterior le habían acusado de «esconderse».
Las Viudas: siete disparos y una bronca políticaBALAS KILOMÉTRICAS
Mientras el alcalde trataba de poner orden en la Policía Municipal, la investigación avanzaba muy rápido en la Policía Nacional, encargada de identificar y detener a las tres personas que con su bravuconada de Nochevieja habían retado a todas las Fuerzas de Seguridad. El martes estaban ya identificados los tres autores de esos siete disparos y el miércoles a primera hora caía Agustín J.J., un joven de 26 años acusado de ser la persona que disparaba al aire en cinco ocasiones con una pistola y cuyos proyectiles (tres de ellos han sido localizados) acabaron a más de un kilómetro de distancia de la calle Calandria (29 de Octubre), en el entorno de la plaza de San Pablo. El arresto del padre y el hijo de la escopeta, los de la cale Tajo (en Las Viudas) se produjo en la tarde del jueves cuando se presentaron ellos mismos en comisaría. Como el de Pajarillos, sin el arma del video y estos, además, sin licencias, ya que Agustín J.J., con permiso de caza y de tiro deportivo, sí entregó cinco escopetas y dos pistolas legales de su propiedad.
Pero el asunto no se acababa con la identificación y arresto de los tres pistoleros, las grabaciones llegaron a ser noticia nacional y la reacción política fue inmediata para tratar de atajar «la sensación subjetiva de inseguridad», tal como lo calificó la delegada del Gobierno en Castilla y León. Virginia Barcones no dudó en ordenar el fulminante refuerzo de la presencia de agentes en las dos barriadas, un encargo, auspiciado por la cúpula policial y que está siendo ejecutado sobre el terreno por las dos unidades antidisturbios que hay en la Comisaría Provincial, la de Intervención Policial (UIP) y la de Prevención y Respuesta (UPR). Estos agentes, especializados en la seguridad de zonas conflictivas y el control de masas de ciudadanos, son los que están haciendo realidad esa orden de intensificación de la presencia en las calles de estos dos guetos. «No se está allí las 24 horas, pero sí se están incrementando las patrullas estáticas y los puntos de control por ser zonas sensibles».
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