La organización de autónomos UPTA prevé que 2020 finalice con 610.000 bajas en el Régimen Especial de Trabajadores Autómomos (RETA) de la Seguridad Social, cifra que superará las altas previstas (600.000), por lo que el saldo final del año será negativo en unos 10.000 emprendedores menos en España.

«Continuamos con la misma situación que en años anteriores, en los que se demostró que el trabajo autónomo simplemente es una puerta de entrada al mundo laboral que, desgraciadamente, no implica continuidad. Se observan los mismos parámetros en sectores que tradicionalmente han servido como refugio para personas que, en situación de desempleo, buscaban probar suerte en el mercado del trabajo autónomo», explica UPTA.

Hasta el mes de noviembre, se contabilizaban 521.322 altas en el RETA, frente a 521.840 bajas, generando un saldo negativo de 518 registros menos. Los sectores que más trabajadores por cuenta propia han perdido son los más afectados por la crisis provocada por la COVID-19.

Así, solo en el sector del pequeño comercio se han perdido más de 11.500 establecimientos desde noviembre de 2019, la hostelería cuenta con 4.956 negocios menos y la industria manufacturera ha perdido más de 5.000 activos.

Las cifras positivas se localizan en la construcción, que suma más de 6.000 activos en el último año, el sector sanitario (2.300 afiliados más) y el transporte, con 7.818 nuevas altas con respecto a noviembre de 2019.

Según UPTA, en los datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones «existe una contradicción» entre las cifras de nuevas altas y la situación por la que atraviesa el mercado de trabajo tradicional. «Todo indica que puede existir un trasvase de nuevos afiliados como falsos trabajadores por cuenta propia de miles de activos», denuncia el presidente de UPTA, Eduardo Abad.

En su opinión, el plan de reconversión del trabajo autónomo presentado por UPTA al Gobierno debería ser una «prioridad» si se quiere potenciar un tejido productivo «sostenible y con futuro».