Vía libre para arrancar la venta del suelo de los talleres

M.Rodríguez
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El Ayuntamiento permutará el terreno de los viejos talleres con Renfe por el del nuevo complejo ferroviario del Páramo de San Isidro. Esta operación saldará parte de la deuda de la integración

Vía libre para arrancar la venta del suelo de los talleres - Foto: J.TAJES

Una permuta de suelos, pendiente desde hace 16 años, relanza la operación de integración del ferrocarril. El Ayuntamiento de Valladolid ya puede realizar un cambio de cromos con Renfe para hacerse con la propiedad de los terrenos de los antiguos talleres de la empresa, ubicados en Las Delicias y colindantes con la estación. Este solar es fundamental para el futuro de la operación urbanística: la venta de las distintas parcelas en las que se dividirá servirá para saldar la deuda de casi 400 millones que se arrastra por las obras realizadas hasta el momento. A cambio el Consistorio cede a Renfe la propiedad del suelo donde se ha construido la nueva Base de Mantenimiento Integral, el sector 53, ubicado en el Páramo de San Isidro, y que también albergará la nueva estación de mercancías, fundamental en el proyecto de integración del ferrocarril porque saca del centro de la ciudad el paso de estos grandes convoyes.

Los plazos de esta operación pasan por esperar un mes para remitir al Registro de la Propiedad el proyecto de actuación de este sector para su inscripción. Y después ya se podrá proceder a la cesión de los suelos. Un compromiso que se fijó en el nuevo convenio entre el Ministerio de Fomento (Renfe y Adif), Junta y Ayuntamiento en 2017 para financiar el proyecto de integración, y que obliga a Renfe a entregar a su vez el suelo de los viejos talleres.

Una operación encallada desde hace años, pero que ahora se ha desbloqueado y permitirá que la Concejalía de Planeamiento pueda ir desarrollando el proyecto del suelo liberado, que generará un nuevo barrio en el centro de Valladolid. La ordenación urbanística prevista no solo contempla estos terrenos, sino que se extiende a las zonas de Argales y Ariza para configurar una única unidad de actuación. Aunque el concejal Manuel Saravia avanza que se puede subdividir para «desarrollar gestiones por piezas. La primera, junto a la avenida de Segovia (en el cuadrante entre esta calle y la futura estación de autobuses)». 

La idea es redactar el proyecto de actuación de la primera de esas piezas y de urbanización. Pero antes habrá que aprobar el que avale el derribo de las vetustas instalaciones. Por su valor patrimonial se salvarán dos naves, las de montaje 1 y 2. Unos trabajos que se podrían acometer el próximo año, a los que seguirán los de la descontaminación del suelo. 

 ¿Cuánto habrá que esperar para iniciar la venta de las parcelas? El concejal de Planeamiento apunta que la venta de suelos puede iniciarse «en cualquier momento desde la aprobación del proyecto de actuación». En ese tiempo, que se dilatará unos cuentos meses, la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (VAV), encargada de gestionar la operación de integración, ya tendrá sobre la mesa la nueva tasación de los terrenos que se ha encargado. La última es de 2019, pero ya ha caducado, aunque no se espera que la nueva valoración supere los 400 millones de la anterior.

RETRASOS.

Pero qué ha pasado para que se dilate tanto un trámite administrativo, como el de la permuta, que se antoja fácil para los neófitos en la materia. «Los antecedentes han sido complicadísimos. No se puede desvincular el origen del desarrollo de este sector de la construcción de los nuevos Talleres de Renfe, pues el suelo en que se asienta es un sistema general que se obtiene con los aprovechamientos de este sector 53», recuerda el concejal de Planeamiento, Manuel Saravia.  

 El concejal recuerda que los nuevos talleres de Renfe se construyeron en un suelo del Ayuntamiento, que tenía la titularidad gracias a un convenio con los propietarios firmado en 2006. Pero para obtener la propiedad detalla que había que desarrollar el sector. Unos trámites que se encontraron con varios recursos ante los tribunales, que lo han retrasado hasta la aprobación definitiva de la semana pasada. «Primero fue un recurso por el que el Tribunal Supremo anuló en 2013 la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que se había aprobado en 2008 y el plan parcial posterior», apunta Saravia. 

Ant esto, el Ayuntamiento redactó una modificación del PGOU y un nuevo plan parcial, pero también se recurrió. Esta vez, en 2018, el Supremo cerró definitivamente los recursos por el planeamiento, que estaban pendientes, aunque no retrasaron la firma del nuevo convenio de Valladolid Alta Velocidad (VAV) para financiar esta vez el proyecto de integración

Esto permitió a la Concejalía de Planeamiento desarrollar el proyecto de actuación de este sector, que se aprobó a finales de 2020. Pero también en este caso se presentó recurso, como ya informó El Día de Valladolid. Y es que el sector donde están los nuevos talleres tiene una superficie neta de 658.334,39 metros cuadrados, con distintos propietarios. De estos, cinco recurrieron el expediente para la expropiación de unos suelos, que estaban cultivados con cereal de secano y que se habían valorado inicialmente en 281.730 euros.  Finalmente han recibido 219.098 euros. Y ya con la propiedad del terreno, el Ayuntamiento ha aprobado definitivamente el proyecto de actuación del sector y desbloqueado una permuta de la que dep