El anunciado hartazgo por la repetición electoral ha tenido en Valladolid uno de sus ejemplos, después de que la abstención haya crecido cuatro puntos con respecto al 28-A y se haya ido por encima del 25%, lo que supone que uno de cada cuatro electores de la provincia optó por la abstención. Hace seis meses el porcentaje apenas superaba el 71%.
La media de la abstención de Castilla y León fue algo mayor, al 28%, apenas un punto más que en abril. En España se ha ido al 30%, casi dos puntos más que el 28-A.