La comarca de los 70.000 cerdos

R.G.R
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La zona de La Churrería, en el sureste de la provincia, cuenta con granjas para 70.000 cerdos y 1,2 millones de pollos cuando no llega a 6.000 vecinos. Cogeces del Monte es el pueblo con más explotaciones

Cerdos ibéricos que se destinan a Guijuelo y Andalucía. - Foto: Jonathan Tajes

La comarca de La Churrería es una de las seis zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos procedentes de fuentes de origen agrícola y ganadero existentes en la provincia de Valladolid (junto a los páramos de Esgueva y de Torozos, el acuífero de Los Arenales y las comarcas de Medina y Tordesillas), zonas que en conjunto afectan a 111 municipios sobre más de la mitad de la superficie d la provincia de Valladolid. Desde Ecologistas en Acción se explica que la causa de esta elevada contaminación es el exceso de abonado de las fincas agrícolas y ponen de manifesto que en los últimos años, la contaminación por nitratos en La Churrería, que alberga municipios como Torrescárcela, Bahabón, Campaspero... (hasta un total de 16 municipios entre Segovia y Valladolid) y en otras zonas vulnerables está aumentando por la implantación o ampliación de grandes granjas industriales porcinas y avícolas, cuyos residuos se están vertiendo en las tierras de su entorno. 

Ecologistas denuncia que en sus dieciséis municipios y sus 580 kilómetros cuadrados, La Churrería alberga una veintena de explotaciones sujetas a autorización ambiental, por ser las más contaminantes, siete de las cuales se concentran en Cogeces del Monte. Estas veinte granjas industriales tienen capacidad para casi 70.000 cerdos y 1,2millones de aves, en una comarca que apenas supera los 6.000 habitantes, produciendo 200.000 metros cúbicos anuales de purines esparcidos por más de 5.000 hectáreas agrícolas de su entorno, sobre suelos muy permeables.

El alcalde de Cogeces del Monte, Fernando Esteban, mantiene que no se trata de granjas de «grandes dimensiones», aunque reconoce que han abierto dos nuevas recientemente en el término municipal de la localidad. El regidor indicó que las granjas no ocasionan nin gún problema en el municipio, no se registran malos olores y destacó que los vecinos nunca han realizado protestas ni acto reivindicativos, algo que confirman los propios vecinos. «Los alcaldes no podemos hacer nada porque todos los permisos se conceden desde la Junta de Castilla y Léon», comenta el regidor. Se da la circunstancia de que  15 de estas 20 granjas se autorizaron por la Junta de Castilla y León tras la declaración de la zona vulnerable en 2009 que, según Ecologistas, debería haber paralizado las nuevas explotaciones industriales porcinas y avícolas. 

Ganadero que amplía su explotación con otra nave.Ganadero que amplía su explotación con otra nave. - Foto: Jonathan TajesCogeces del Monte es el pueblo de la provincia con mayor número de explotaciones ganaderas. Se trata de grandes empresas o pequeños propietarios que cuentan con sus naves ganaderas. Tienen un punto de vista completamente diferente al de Ecologistas. Afirman que es el motor económico de la localidad y la única forma de luchar contra el efecto de la despoblación que afecta al pueblo y la comarca y matizan que las naves se han construido con todos los permisos pertinentes. 

Comercializan sus productos desde Cogeces a todo el territorio nacional y las grandes cadenas de supermercados se nutren de los animales que crían en sus naves. Son conocedores de que están bajo la atenta mirada del colectivo ecologista y que deben cumplen a rajatabla la actual normativa regional y estatal. Abraham Díez  y Raúl Herrero son dos de los nueve trabajadores de Ibéricos La Armedilla. Trabajan en unas naves de cerdos y reconocen que la ganadería es «la única fuente de empleo» de la zona. «Somos nueve familias del pueblo que estamos trabajando en esta empresa». Los excrementos de la nave sirven «de abono natural» para las cerca de 450 hectáreas de terreno con los que cuenta la empresa.  

Raza Limousin en dos ciclos de seis meses para llegar a 600 kilos.
Raza Limousin en dos ciclos de seis meses para llegar a 600 kilos. - Foto: Jonathan Tajes
Fidencio Herreo y su hijo Adrián cuentan con una nave cerca del pueblo donde crían a 750 ovejas. Actualmente, se encuentran en proceso de expansión de su negocio con una nueva nave. Reivindican su papel como ganaderos y piden que no se les ataque, ya que son «los primeros» que cuidan el medio ambiente. «No se nos puede atacar todo el tiempo. Nosotros cuiados del medio ambiente».