¿Patriota por interés?

Antonio Pérez Henares
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A Sánchez lo que le importa es el poder e ir a las urnas puede ser la manera de mantenerse en él

¿Patriota por interés? - Foto: BALLESTEROS

En cuanto asome septiembre vienen curvas y tenemos el coche con el conductor sin aprobar el carné. Que no falta quien diga que a lo mejor es peor que se lo den si de copiloto va a llevar al coletismo destartalado y al separatismo rufianizado. Pero curvas vienen.

De las económicas, la nube se está poniendo cada vez más negra y encima mundial, hablamos la semana anterior. La herencia, bendita herencia en este caso, de Rajoy, sus medidas y presupuestos en vigor, han supuesto inercia en positivo y cierta tranquilidad. Pero ya no da mucho más de sí y encima si a Zapatero había que enseñarle economía en dos tardes a Pedro hay que hacerle y plagiarle la tesis para que unos amigos le hagan doctor y en vez de Solbes lo que tiene es a Montero, cuyo mejor aval es el agujero negro andaluz y su seña de identidad la incontinencia verbal para vendernos el no pasa ná que ya lo tiro por el barranco la otra vez. A ella no, pero a los demás…

Sin embargo, y esta herencia tiene mucho que ver con Zapatero y su traición a España ante el independentismo, lo que se va a encrespar y de manera crucial es el desafío catalán. A los separatistas, lo anunció Rufián que con ello descubría la mentira y falacia de su actitud, les viene bien el Gobierno Sánchez pero solo pueden apoyarlo antes de la sentencia del Supremo pues al día siguiente han de echarse al monte y se van a echar. De hecho, ya se están echando y hasta contra ellos las tropas orcas de la ANC, CDR y CUP que ya no admiten sus órdenes de contención hasta el día D. Va a ser una batalla decisiva donde va a estar en juego nuestra nación y nuestra Constitución y que va a afectar de manera trascendental a nuestro futuro como ciudadanos españoles y europeos.

A los que quieren desguazar nuestra unidad territorial creen que un Gobierno de Sánchez les viene bien, pero que esté apuntalado por Podemos les viene aún mejor, pues los morados ya les conceden la mayor: el derecho a la secesión, pues esa es la verdad oculta de derecho a decidir y a expropiarnos del mismo al conjunto del pueblo español.

Sánchez habrá de hacer frente a ese reto decisivo y determinante bien con tales y tan poco fiables aliados, que en realidad son enemigos, declarados los unos, emboscados los otros, de la España Constitucional, o bien en la interinidad de seguir en funciones y en pleno período electoral. Y es ahí donde se la va a jugar, pero donde además, y eso es lo que importa de verdad, nos la vamos a jugar todos sin excepción.

Es en ello donde me caben las dudas y dejando aparte los principios y el sentido de Estado, perdónenme que ya ni sé los suponga, puede estar su cálculo y táctica electoral, que desde luego sé que está al menos en la estrategia de su aúlico guru, Iván Redondo. Ante el órdago dar el giro total y adoptar una posición, por otro lado absolutamente exigible en quien quiere gobernar la nación, de firmeza y contundencia sin fisuras y total.

Sería desde luego una posición a la que estarían obligados a apoyarle, y lo harían, los partidos que antes y ahora, Cs, PP y hasta Vox, se le han enfrentado por su continua genuflexión, arrumacos y pactos con los independentistas.

Si eso es así, si esa es la intención de Sánchez y su Gran Chamán, no habrá Gobierno en septiembre y sí elecciones en noviembre y la gran baza electoral de Pedro, no se pasmen, bien podría ser su defensa de España, su Constitución y su unidad. Por principios no, pero tal vez sí por interés. No olviden nunca que a Sánchez lo único que le importa es el poder. Y convertirse en el gran defensor de España, e ir envuelto en la bandera a las urnas de noviembre puede ser la mejor manera de mantenerse en él. Patriota por interés.