Objetivo: reelección

Agencias
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Trump adopta una postura mucho más moderada en la gestión de la pandemia tras ver cómo sus políticas le han hundido en las encuestas y le sitúan muy por detrás de Biden

Objetivo: reelección - Foto: TOM BRENNER

No ha sabido capear bien la crisis sanitaria y eso se ha hecho notar en su aceptación en las encuestas de cara a las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, en las que el respaldo a Donald Trump ha caído considerablemente. Es por ello que el jefe del Ejecutivo de EEUU ha decidido dar un giro a sus políticas y a su discurso, mucho más moderado que hasta ahora, para tratar de recuperar el favor de la ciudadanía, que ahora parece decantarse más por su previsible rival en las urnas, el demócrata Joe Biden.

«Nada me importa más que la salud y el bienestar del pueblo estadounidense», manifestó ayer el mandatario en un mensaje en la Casa Blanca, en el que apareció rodeado de banderas nacionales. Trump aseguró que su «mayor prioridad» es conseguir una vacuna y explicó que su Gobierno ha invertido millones de dólares en la producción «masiva» de las opciones más prometedoras para que, en cuanto se compruebe que hay una inyección segura, pueda distribuirse a millones de estadounidenses.

El presidente hizo esas declaraciones en un evento para firmar cuatro órdenes ejecutivas destinadas a rebajar el precio de los medicamentos, uno de los temas que más preocupa a sus compatriotas. Sin aceptar preguntas, logró seguir con el giro de discurso que ha emprendido esta última semana.

Primero abrazó el uso de las mascarillas, contra las que había librado una guerra cultural durante meses; después instó a los jóvenes a evitar multitudes, luego aceptó que no todas las escuelas abrirán en otoño, y, por último, canceló la Convención Nacional Republicana que iba a celebrarse en Florida.

Sin embargo, el cambio en la actitud de Trump no se debe a los sondeos, según aseguró el nuevo jefe de campaña del presidente, Bill Stepien. «No prestamos mucha atención a las encuestas», afirmó Stepien, quien insistió en que los análisis preelectorales ya se equivocaron en 2016, cuando predijeron que Trump perdería frente a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton.

Sin embargo, hay preocupación en el seno del bando republicano. Actualmente, las encuestas muestran que los estadounidenses desaprueban el manejo de la crisis por parte del magnate y, en algunos estudios de opinión, Biden aparece con una ventaja de hasta dos cifras sobre el mandatario -algunos apuntan hasta 15 puntos-.

La última vez que un candidato aventajó por tanto a otro fue hace 25 años, cuando el entonces presidente demócrata Bill Clinton luchaba por la reelección frente al republicano Bob Dole.

Escuelas abiertas 

A pesar de haber reconocido que la convención suponía un riesgo para la salud pública, la Casa Blanca volvió a presionar a gobernadores y autoridades locales para que reabran los colegios en agosto. Los gubernamentales Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron una nueva guía que urge a las escuelas a retomar las clases presenciales por ser beneficiosas para los menores y que resta importancia al riesgo que el virus supone para los niños.

El tono del documento es político y se aleja de la neutralidad científica que suelen tener los informes de los CDC. De hecho, según fuentes cercanas al Despacho Oval, parte de esos textos fueron escritos por funcionarios de la Casa Blanca y no por expertos médicos.

Curiosamente, a pesar de la presión de Trump, su hijo pequeño probablemente no podrá asistir a su escuela de manera presencial. Su colegio, el centro privado Andrew’s Episcopal, en Maryland, anunció que está barajando impartir todas las clases por internet.