Al Real Valladolid se le acaban las balas de la recámara. Ya sea por el VAR, por la mala suerte en los últimos minutos o por las propias limitaciones de la plantilla, lo cierto es que el equipo afronta el tramo decisivo de la temporada instalado en los puestos que conducen al infierno de Segunda.
Por eso, el partido de este martes (20.30 horas) ante el Girona en Zorrilla se ha convertido en una auténtica final. Una expresión que no por ser tan manida deja de ser menos cierta en este caso. Los catalanes, que tienen como primer y segundo entrenadores a los vallisoletanos Eusebio y Onésimo, llegan a Valladolid con una racha de cinco partidos consecutivos perdidos, y se han convertido por deméritos propios en uno de los candidatos al descenso. Tanto es así que si los de Sergio González se llevan la victoria el martes, superarán al Girona en la clasificación. Ademas, le ganarán el golaverage, toda vez que en el partido de ida, el primero de esta Liga, ambos conjuntos empataron a cero.
Los blanquivioleta reciben a los gerundenses después de encadenar dos empates consecutivos ante el Getafe en casa y el Alavés en Vitoria. Mas allá de los dos puntos, el equipo mejoró ostensiblemente la imagen frente a la apatía mostrada en los dos encuentros anteriores ante Sevilla y Leganés. Un paso adelante que deja motivos para el optimismo, pese a las numerosas bajas con las que cuenta el equipo, si bien es cierto que Toni Villa, uno de los jugadores mas importantes para el ataque, ya está a disposición del técnico.
Todo lo que no sea ganar el martes supondrá poner un pie en Segunda División. Sobre todo si se tiene en cuenta la dificultad de la próxima salida del Valladolid, que tendrá que visitar el Wanda Metropolitano el 27 de abril para enfrentarse a un Atlético de Madrid que todavía podría llegar con opciones, aunque muy escasas, de alcanzar al Barcelona. Si no es así, tratarán de que el Real madrid no les arrebate la segunda plaza. En cualquier caso, los del ‘Cholo’ no regalarán nada. Tampoco lo hará el Athletic de Bilbao una semana más tarde, ya que el equipo vasco está en plena lucha por meterse en Europa. Los dos últimos partidos de los blanquivioleta serán frente al Rayo en Vallecas y frente al Valencia en casa. En el primer caso, el equipo madrileño podría llegar a ese tramo de la temporada ya descendido, pero, en el caso de tener opciones de mantenerse, convertirá el choque en un duelo casi a vida o muerte.