El Ayuntamiento de Valladolid ha puesto el foco este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la violencia vicaria, "aquella que tiene como objeto perjudicar a la mujer haciendo daño a sus seres más queridos, especialmente a sus hijas e hijos" y que se revela "especialmente sádica y desalmada".

"La violencia de género siempre y en todo caso es cruel, pero si fuera posible establecer una gradación en la misma, creo que convendríamos en que hay una forma de violencia contra las mujeres especialmente sádica y desalmada", ha reseñado el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, durante su intervención en el acto institucional celebrado este jueves.

"Hay menores a los que un machista les ha privado de crecer junto a su madre", ha incidido el regidor, quien ha estado acompañado en este acto de la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y de la concejal de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria, Rafaela Romero.

Asimismo, han estado presentes, entre otras autoridades y miembros de la sociedad civil, los miembros de la corporación municipal, así como representantes de todos los partidos políticos con representación en el Consistorio, a excepción de Vox. Todos ellos han participado, además, en la lectura de la declaración institucional elaborada a tal efecto por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

A esta lectura, le ha seguido, además, la del manifiesto de la Fundación Aldaba-Proyecto Hombre, que ha corrido a cargo de su directora, María Paz de la Puente Martín, y que ha puesto el foco en la labor que realiza la asociación con mujeres víctimas de violencia de género y, además, drogodependientes, con la finalidad de "visibilizar esta realidad, a veces ocultada y casi siempre incomprendida".

Así, ha advertido de una creciente "feminización del consumo" y ha recordado "la necesidad de incorporar la perspectiva de género en los recursos de drogodependencias", al señalar que "el peso de los roles de género justifica que las mujeres consuman, sobre todo, drogas legales, entre las que destacan los hipnosedantes, más alineados con las cualidades tradicionalmente esperadas en una mujer: la calma, el silencio o la falta de iniciativa en general".

En la misma línea, ha incidido en que los daños que sufre una mujer víctima de malos tratos y drogodependiente "son tan intensos, difusos e irreparables que, si no se integran adecuadamente, pueden destruir cualquier razón que de sentido a la vida". Sin embargo, ha remarcado, "es posible revertir el daño, es posible enfrentar la fragmentación".

En cualquier caso, "con o sin drogas, es necesario hacer causa común contra la violencia de género", ha insistido la directora de Fundación Aldaba-Proyecto Hombre, quien considera que "aunque los días que conmemoran el horror no tendrían que existir, el horror y la violencia, desde el momento en que se producen, no deberían olvidarse".

Por ello, ha invitado a "tomar conciencia de nuestro papel como testigos y dejarnos impresionar por ello es la mejor manera de activar las alertas y reducir las cegueras colectivas, que mantienen las relaciones abusivas y violentas", pues "lo que sucede dentro de una familia, de una vivienda o de una pareja, no es una cuestión privada". "Ellas son parte de nosotros y nosotras y, cuando ellas caen, algo nuestro también cae", ha remachado.

Durante el acto se ha proyectado también un vídeo en recuerdo de las mujeres asesinadas por violencia machista en 2021, unos datos "estremecedores", como ha reseñado Óscar Puente, que este año suman 37 víctimas y que "engrosan una trágica lista de 1.118 mujeres asesinadas desde 2013". "Además, en 2021 son 24 los menores que han perdido a sus madres a manos de depravados machistas", ha indicado también el alcalde.

El vídeo, que ya se difunde en redes sociales, recoge la campaña del Ayuntamiento para conmemorar este día y que lleva por lema 'Violencia vicaria; lamentablemente, esto no es una película', con objeto de "denunciar una de las violencias más crueles recibidas por la mujer".

Por último, el broche a este acto lo han puesto María Negro y Alba Frechilla, de Valquiria Teatro, quienes han interpretado un pequeño entremés en el que dos mujeres víctimas de violencias machistas presencian un ocaso que, tras una breve reflexión, parece tornarse amanecer.