«Las empresas deben participar más en el mundo académico»

Ó.F.
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Vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Valladolid

María Ángeles Sobaler, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Valladolid.

¿Qué sistema de seguimiento tiene la UVa para conocer la evolución laboral de sus egresados?

Hemos hecho un seguimiento de la promoción 2014/15 que nos ha dado unos datos bastante generales, pero que nos servirá de base para diseñar una encuesta más detallada sobre la empleabilidad y la inserción laboral. Ahora estamos poniendo en marcha un Observatorio del Empleo, que es un instrumento esencial para poder hacer una valoración seria. Se trataría de hacer un seguimiento al primer, tercer y quinto año y, si es posible, también a los diez años de haberse graduado. Se trata de saber datos sobre la permanecía en situación de desempleo, el primer trabajo, el grado de estabilidad laboral, etcétera. Queremos que forme parte del Plan Estratégico de la Universidad de Valladolid. Los centros a veces hacen valoraciones, pero no hay estudios formales que nos permitan sacar conclusiones de ningún tipo.

¿Qué plazo manejan para que ese Observatorio sea una realidad?

Espero que podamos ponernos a trabajar ya con él durante el próximo curso, porque tenemos perfilados cómo será la estructura, aunque nos falta fijar los plazos. Es muy importante, y en eso hemos estado trabajando hasta ahora, determinar los criterios de la encuesta. Es decir, qué contenidos tiene y cómo se plantean.

¿Qué hace la UVa para mejorar la tasa de empleo de los grados donde los estudiantes encuentran más dificultades, como Historia del Arte y Filología Hispánica?

Hay que tener mucho cuidado con el momento en el que se hacen esas valoraciones porque los ritmos y formas de inserción laboral de los distintos grados no son iguales. Un estudiante de Medicina tiene una carrera muy larga. Después de los estudios de grado tiene que hacer su especialidad, prácticas, etcétera, y todo eso deriva en la colocación de un puesto de trabajo concreto. De este modo, podíamos decir que los estudiantes de Medicina tienen una inserción laboral del cien por ciento e inmediata, pero lo que tienen es un recorrido formativo particular. En el caso de las carreras de humanidades, es verdad que la mayor parte de los graduados se derivan hacia el sector servicios y, en muchas ocasiones, oposiciones de enseñanza. ¿Qué significa eso? Que necesitan convocatoria de plazas y que hay un periodo de formación para conseguirlas. Durante ese tiempo, son estudiantes que se ponen a trabajar en cosas que pueden no tener que ver con su formación. No podemos hacer una valoración del primer empleo en estas carreras. Yo no conozco estudiantes de humanidades que, al cabo de cierto tiempo, estén en el paro. Pero el ritmo es distinto. Dicho esto, la UVa tiene un área de empleabilidad, y una parte importante de la misma está vinculada a la Fundación General de la Universidad (Funge). Hay programas de orientación que procuran ayudar a los estudiantes a desarrollar su ruta en el camino hacia el trabajo, según sus cualidades e intereses. Además, son programas voluntarios y gratuitos. También hay talleres de formación específica, algunos de ellos impartidos por miembros de las empresas. Allí se les enseña cosas tan específicas como cómo afrontar un curriculum vitae, cómo hablar en público o defender en una entrevista su cualificación. Todas las acciones están orientadas a mantener una relación con las empresas, empezando por las prácticas. Y no solo las que se hacen durante el transcurso de la formación académica, sino también las de titulados a demanda de las empresas, que ofrecen una formación muy específica para aquello que las empresas requieren. Sería interesante que esa vinculación se transformara en la posibilidad de entrar en la empresa, pero no es lo más común. Tenemos que tener nuestro aliado en las empresas para dar respuesta a su demanda, pero también tiene que haber por su parte apoyo al empleo joven.

La presidenta de la CVE sostiene que la enseñanza universitaria está alejada de las necesidades de las empresas y que la evolución del mercado laboral es mucho más rápida que la de los planes de estudio...

Es algo en lo que tenemos que trabajar. Hay una parte de la formación que sí que está en consonancia con la demanda de determinadas empresas, pero es cierto que hay otras donde el proceso de modernización es más veloz que el progreso de la Universidad. Sería bueno que las empresas participaran de forma más intensa, no solo en materia de prácticas, sino en otras actividades que se desarrollan en el mundo académico. Es algo que ya se está haciendo en la Facultad de Comercio y en Económicas. También creo que las empresas tienen una responsabilidad importante en el proceso formativo. Es decir, la Universidad forma en un sentido global y amplio, porque no lo hace para una empresa. Es en la propia empresa donde se adquieren los conocimientos específicos. La mayoría de empresas europeas y americanas tienen asumido que hay un proceso de formación cuando alguien accede a un puesto de trabajo.