El director del Sant Josep

M.B
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Carles Marco debutó en la ACB con el Fórum Valladolid en 1998. Jugó de morado hasta 2002 bajo las órdenes de Aranzana: «Fue una experiencia que me ha quedado dentro». Ahora se ha pasado a los banquillos y ha dirigido al Oviedo

Vive en Badalona, donde nació hace 43 años (44 en septiembre), aunque los tres últimos ha estado en Oviedo, ciudad en la que se ‘estrenó’ como primer entrenador en un banquillo. Carles Marco debutó como jugador en la ACBen el Fórum Valladolid en 1998. Llegó de Gijón, de destacar dos campañas en la LEB, y en Pisuerga, bajo la dirección de GustavoAranzana y con Lalo García, el ‘Gordo’ Williams, Raúl Pérez, Jordi Llorens, Reyes... y otros muchos, dio un salto en su carrera, llegando a ser internacional en el Campeonato del Mundo de 2002, justo el año que fichaba por el Joventut.

«Tenía alguna oferta, pero mis agentes me guiaron de forma correcta y fui a Valladolid», recuerda Marco desde su casa. Entre sus agentes estaba Pepe Catalina, hoy director deportivo del Carrambibre CBC Valladolid.

El base se había formado en las categorías inferiores del Sant Josep de Badalona, equipo vinculado al Joventut, y de ahí había dado el salto en 1996 a Gijón. Tras dos años en tierras asturianas llegaba a Valladolid. «Espero que fuese porque me lo había merecido en la pista; pero es verdad que mis representantes eran Pepe, Higinio Alonso y Enrique García con Prisma Gestión, y me querían cerca», bromea.

En Pisuerga siempre estuvo dirigido por Aranzana y Chechu Mulero, y aquí es donde más años ha estado seguidos en su carrera deportiva -excepción de su Badalona natal-: «Es cierto que en otras ciudades pasas, pero la experiencia de Valladolid me ha quedado dentro. Tengo muy buenos recuerdos de la ciudad y del equipo».

Con Oviedo regresó a finales de 2017 a Valladolid y a Pisuerga: «Cuando entré en el pabellón se me pusieron los pelos de punta»; aunque reconoce que ya antes se escapaba siempre que podía: «En otras épocas llegábamos a quedar Jordi, Raúl y Lalo, que en paz descanse». De hecho, además de con Pepe Catalina, mantiene contacto con exjugadores de aquella etapa suya como morado.

«La ciudad ha crecido mucho de cuando yo estaba allí. El barrio de Parquesol empezaba a vislumbrarse por entonces», pone como ejemplo sobre el cambio de la capital de aquellos finales de los 90. 

De Valladolid se fue a Badalona, a su casa, al Joventut. Siguió siendo internacional, hasta sumar la medalla de plata en el Eurobasket de 2003 en Suecia, donde coincidió en la pista con Calderón, Navarro, Garbajosa, Gasol o Felipe Reyes. Acabó con 361 partidos en la ACB entre Valladolid, Joventut, CB Sevilla, León, Manresa y Zaragoza.

En 2009 llegó a Burgos, para ayudar con el proyecto que empezaba a arrancar allí y que hoy está en la ACB. Se retiró al finalizar esa campaña y dio el salto a los banquillos. «No es un proceso sencillo, necesitas un aprendizaje ya que hay muchas diferencias entre jugador y entrenador», afirma sobre ese trasvase.

Estuvo cuatro temporadas como segundo en Manresa y le llamaron de Oviedo. Era 2015. No se lo pensó y allí ha estado tres años. Entre medias también fue de entrenador asistente con los San Antonio Spurs en la Liga de Verano de la NBA en 2017.

«Ahora estoy en ese llamado compás de espero, esperando a ver qué sucede», aclara. Aunque su nombre ya se ha vinculado a más de un banquillo, la realidad es que de momento está sin equipo: «Espero que pronto surja alguna cosa».

Hijo y hermano de actores

El padre y la hermana de Carles Marco son actores. El padre, Lluis, de sobra conocido.Entre sus papeles más destacados está el del doctor Antonio Dávila en Hospital Central y en su secuela MIR. Su hermana, Marta, es conocida por sus papeles en Ventdelplà, El coronel Macià o Xtrems.