La 'più bella Italia'

Diego Izco
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El mejor equipo de la Eurocopa presume de llevar la friolera de 32 encuentros sin conocer la derrota

La 'più bella Italia' - Foto: Matthias Schrader / POOL

De Italia siempre alabaremos su abrumadora capacidad competitiva. Ahora, además, podemos alabar su fútbol: Roberto Mancini, el que fuera uno de los mejores ‘trescuartistas’ del fútbol moderno en su país (al nivel de los Baggio, Zola o Del Piero), ha trasladado su exquisitez al banquillo de la Azzurra. La belleza del juego moderno, puro frenesí de presión elevada, dominio del ritmo, fútbol de alta velocidad y exigencia, está representada en esta Italia sin grandes estrellas pero con un bloque asombroso. La faena ante Bélgica, arrebatándole la pelota incluso cuando los belgas la necesitaban para enjugar el 1-2 contrario, fue una advertencia durísima para España. El martes próximo, por la noche y en Wembley, deberá subir dos peldaños su rendimiento: nada de lo que ha hecho la Roja hasta la fecha valdrá ante esta Italia para tocar la final.

 

Tras el Apocalipsis

Mancini ha sido el terapeuta perfecto para superar el síndrome de estrés post traumático de la ausencia de Rusia'18. El fiasco de la tetracampeona fue el punto de partida perfecto para recomponer un equipo caduco, sin rumbo y sin fútbol. Sobre las cenizas de aquel ‘Apocalipsis’ (así tituló La Gazetta dello Sport el dramático 0-0 ante Suecia), Italia ha crecido hasta convertirse en la mejor selección del planeta hoy por hoy: conserva una racha de 32 partidos consecutivos sin derrota, a tres del récord histórico absoluto de España (35).

 

No obstante, no se puede empezar a hablar de la ‘più bella Italia’ en años sin bajar al sótano que sostiene al equipo: la Azzurra siempre tuvo un enorme portero (a sus 22 años, Gianluigi Donnarumma ha batido esta Eurocopa el récord de 1.143 minutos imbatido de Zoff, dejándolos en 1.168) y dos centrales, Bonucci (34 años) y Chiellini (36), que parecen llevar jugando al fútbol desde que Italia viste de azul. La defensa (Acerbi tiene 33, Florenzi y Toloi 30) aporta el punto de pragmatismo y veteranía de un equipo sostenido en el mediocampo, donde mientras el planeta mira con admiración a esa dupla asombrosa que forman Jorginho (Chelsea) y Verratti (PSG), el ‘tifoso’ medio se derrite de gusto con el nuevo ídolo del fútbol transalpino: Nicolo Barella.

 

La nueva generación

El centrocampista del Inter, a sus 24 años, ha reventado esta campaña (tanto en su equipo como en el combinado nacional) como un futbolista estratosférico: el perfecto ejemplo de jugador moderno capaz de adaptarse a varias posiciones o de ofrecer un trabajo incansable del primer minuto al último, a lo que Barella, además, añade una conducción exquisita, una fiereza terrible a la hora de pelearle el esférico al contrario… y, en cuartos, el gol que abrió la lata ante Bélgica. La generación de Barella es el motor del conjunto: Chiesa (23), Pessina (24) o Berardi (25) son los encargados de la transición de la vieja Italia hacia el vertiginoso fútbol del siglo XXI.

más un objetivo coral. Ellos suman dos tantos por cabeza, lo mismo que Locatelli y Pessina; Chiesa y el propio Barella (además del turco Demiral en propia puerta), con uno, cierran esos 11 tantos que convierten a Italia en el segundo máximo goleador del campeonato (12 suma España), en la escuadra que más dispara (101 frente a los 95 de España) y, como curiosidad, en la selección que más jugadores ha usado en la Eurocopa: Mancini ha dado minutos a 25 de los 26 futbolistas convocados (solo Alex Meret, guardameta del Nápoles, está inédito).