"La Feria es el pistoletazo de las actividades estivales"

M.Rodríguez
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La concejala de Cultura, Ana Redondo, se muestra muy satisfecha por recuperar la vertiente cultural del evento, pero espera también que suponga un espaldarazo en las ventas del sector

"La Feria es el pistoletazo de las actividades estivales" - Foto: Jonathan Tajes

La Feria del Libro de Valladolid recupera este año los encuentros del público con los escritores, con un cartel que incluye los autores más vendidos, con María Dueñas como pregonera, pero un amplio plantel de novedades editoriales locales. La concejala de Cultura, Ana Redondo, se muestra muy satisfecha por recuperar la vertiente cultural del evento, pero espera también que suponga un espaldarazo en las ventas del sector.

Esta cita será el pistoletazo de la programación de verano, que recupera citas tan importantes con el Universijazz y las Noches de San Benito, y mantiene propuestas como A Cielo Abierto, que se puso en marcha el año pasado.

¿Esta edición de la feria ya será muy distinta a la del año pasado?

La Feria del Libro siempre se ha mantenido. Eso dice mucho de la colaboración público-privada que hemos conseguido mantener. Es verdad que, incluso en momentos tan complicados como fue el año pasado, mantuvimos la Feria del Libro, pero sabiendo que iba a estar fundamentalmente volcada en las ventas. Evidentemente había que reforzar al sector y darle un balón de oxígeno en una situación en la que el pequeño comercio estaba cerrado. Y el sacar los libros a la calle era una manera de minimizar los riesgos de contagio. Y este año también hemos mantenido el día del libro, que fue un exitazo, con todas las restricciones y controles de aforo, pero tuvo muy buen resultado.

¿Qué objetivo se han marcado en esta edición?

Ahora, lo que intentamos es que esa parte comercial, que es fundamental, se vea complementada con la feria cultural, que es lo que desde el punto de vista de la Concejalía nos interesa especialmente. El encuentro con los temas de actualidad, los escritores, la literatura… es una parte que es especialmente cuidada por nosotros. Estamos preocupados por el aspecto económico y comercial, por su puesto, pero esta feria es el pistoletazo de salida de la parte más cultural e intelectual, del encuentro entre escritores y lectores.

Y con un cartel muy atractivo. ¿Es el año más potente?

Es de los años más potentes. Se ha cuidado muchísimo la programación, donde se incorporan los grandes escritores que han publicado este año. María Dueñas es la pregonera, pero también está Lorenzo Silva, Manuel Jabois, Najat El Hachmi, Juan José Millás con su amigo Juan Luis Arzuaga, Luis Mateo Díaz y Luis Landero. Si se repasa un poco, están todos los grandes, escritores con mucha trayectoria, y también los presentadores tienen una altura literaria e intelectual muy potente. Llevamos trabajando un año y el resultado es muy potente.

Estos nombres son un reclamo para la asistencia. El Ayuntamiento ya tiene mucha experiencia en organizar eventos adaptados a la situación sanitaria. ¿Cómo se diseña una feria segura?

Las medidas de seguridad se han reforzado este año. Cada una de las casetas tiene una mampara que permite tener el aforo establecido. Y la fluidez del año pasado estará más reforzada con el diseño de la entrada y la salida que, además, ha quedado muy vistosa, y que se puede quedar. Es la oportunidad que nos da la pandemia de mejorar incluso las fórmulas tradicionales. Estoy convencida que este año será mucho más agradable pasear por la feria si el tiempo acompaña. Creo que el miedo, en gran parte, se ha disipado porque la situación sanitaria es mucho mejor, con gran parte de la población vacunada. Pero se mantienen las medidas de seguridad, la mascarilla seguirá siendo obligatoria y las limitaciones de aforo.

Pero hay más novedades.

Sí. Una de las cosas que hemos añadido y a mí me produce gran satisfacción son los encuentros preparatorios, que han consistido en unas lecturas en los barrios. Se trata de incorporar los barrios a la feria y viceversa. Hemos tenido encuentros con lectores en Pajarillos, Belén, Parque Alameda, Delicias… y eso hace que se hayan integrado más lectores al conocimiento de la feria y que la cita haya comprobado qué interés tienen los lectores en distintos puntos de la ciudad. 

Este era un objetivo que ya teníamos fijado para el año pasado, pero no se pudo realizar por la pandemia. Y ha sido muy satisfactorio. He acudido a varios encuentros y he comprobado cómo la lectura ha ayudado a salvar situaciones durísimas. Y ahora vamos a ver cómo lectores que no lo eran tanto se han incorporado y reforzado su vínculo con la literatura. Y lo celebraremos en la feria.

La Feria es el pistoletazo a la programación cultural del verano. ¿Qué planes hay para este año?

Sí. Ya lo fue, quizás, el año pasado. Fue una prueba de fuego para ver si éramos capaces de hacerla porque entonces podríamos sacar adelante la programación de A cielo abierto, Seminci y los concursos de pinchos. Al final todo salió, y salió bien. Así que este año también es un poco el conejillo de indias. Podremos medir con los aforos y la mayor flexibilidad la medida de la amplitud de las actividades que tenemos planteadas para el verano, que ya empiezan con el Padel Tour a medidos de junio y el TAC a mediados de julio. Es un buen test qué mayor capacidad tiene la plaza y cómo se desarrolla con estas medidas más flexibles, que espero que no generen ningún tipo de problema.

Antes de los dos grandes eventos que cita está la celebración de la Noche de San Juan. ¿Hay alguna decisión tomada?

En San Juan la actividad es esencialmente masiva y ese es el problema. Estamos dándole vueltas, pero me parece imposible por las características esenciales: nos impide absolutamente manejar el número de personas que se pueden reunir en la playa. El año pasado se cerró la playa, no hemos tomado aún la decisión, pero vemos muy difícil que se pueda desarrollar como generalmente se hace. Y no hay alternativa. No se pueden poner hogueras en cada plaza de la ciudad y no se pueden hacer reuniones de esas características en cualquier lugar. 

Mucho me temo que San Juan el año pasado no se pudo celebrar y este año dudo mucho que se pueda porque es una fiesta masiva de gente joven que, además, no está vacunada. La prudencia indica que lo midamos muchísimo. No es como la feria del libro donde sabemos que vamos a tener dentro de la Plaza Mayor hasta 250 personas, pero en la playa no se pueden mantener las medidas que fija la autoridad sanitaria.

Algo que sí se puede hacer en el World Padel Tour.

Sí, porque se pueden celebrar con asientos prefijados y el aforo permitido, que irá del 50 al 75%, dependiendo el nivel.

 ¿Tendrá más aforo el TAC?

Sí. Se celebrará en espacios concretos, con aforo controlado, pero mayor que el año pasado. Se pondrán gradas y las entradas tendrán su asiento prefijado. Todo lo que suponga un control de aforo y una situación de control de las personas no plantea muchos problemas, sí de logística y personal, pero no de imposibilidad de hacerlo porque siempre se puede adaptar. Lo que tiene San Juan es que no puedes controlar la gente que baja a la playa, que sería un número más importante del que permiten los niveles sanitarios.

¿Mantienen su petición a la Junta de que se abra la mano con los aforos de las actividades culturales?

Hemos demostrado a lo largo del año de pandemia que se puede mantener la programación estable de los teatros públicos, eso sí a un 30% de aforo, y no hemos registrado ni un solo caso. Hemos hecho un rastreo solicitando a la gente sus datos personales por si surgía algún problema. Lo mismo ha sucedido con los museos y nuestras actividades culturales. Hemos aplicado la normativa estrictamente, pero se puede hacer y no hay problema. Por eso decimos a la Junta que en una situación mucho mejor, con un porcentaje de población vacunada muy importante y las ratios en mínimos, sí que se puede agilizar la flexibilización como hacen otras comunidades autónomas. En las actividades culturales se pueden incrementar los aforos.

¿Se repetirá el programa A Cielo Abierto?

Sí. Ya estamos trabajando en ello. Pero este año, afortunadamente, la programación se enriquecerá con el Universijazz, que saldrá adelante con nuestra colaboración. El patrocinio del Santander se ha caído, lo que ha puesto en una grandísima dificultad al festival, pero hablamos con la Universidad y finalmente se sacará adelante. Y también recuperamos la programación de San Benito. Y eso unido a todas las pequeñas actividades de A Cielo Abierto en plazas, colegios… hará que tengamos una estupenda programación de verano para todos los gustos y con todas las medidas de seguridad. Y esperemos que esto ayude a disfrutar del verano y la vida.

¿Han sido referente al mantener la programación y por la organización de tantos eventos?

Eso nos lo dicen desde fuera muchos y nos dan la enhorabuena. Es una satisfacción. Hay que reconocer que el equipo ha estado a la altura. Del primero al último de nuestros programadores han estado muy por encima de las expectativas en una situación tan complicada. Y eso ahora mismo se reconoce. Ya lo vimos en el Observatorio Nacional de la Cultura, cuando Seminci subió 20 puestos y el Canal Seminci, que pusimos en marcha como una alternativa para el seguimiento de la programación, entró con mucha potencia en ese ranking. Y eso ha tenido el reconocimiento ciudadano, que es lo que más nos importa. Hemos mantenido la seña de identidad de la ciudad, que es la actividad cultural tan potente. Y, sobre todo, mantener ese eslogan de que la cultura es segura y ejemplar, y que ha conseguido salvar la situación anímica de quien lo ha podido disfrutar.

¿Y también se ha salvado el tejido cultural de la ciudad?

Nosotros nos lo planteamos como eso. Nuestro fin era que no podíamos dejar que se destruyera tejido empresarial, cultural y de industria cultural. No podíamos dejar que se cayera la cultura como tejido económico porque luego es imposible de recuperar. Este sector ya tenía mucha precariedad y esto podía haber sido su puntilla. 

Y hemos hecho muchas veces el loco. Me acuerdo con los conciertos que mantuvimos en septiembre para que no se cayeran todos los contratos de las ferias y realizamos en la Feria de Valladolid unas actuaciones con Los Nadie o Celtas Cortos, que era el único bolo que podían mantener. Esto para nosotros es lo más satisfactorio: haber podido ayudar a los artistas en estos momentos. Si hemos conseguido que la mayoría del tejido no se haya destruido, incluida todas las empresas que se mueven alrededor, que son muchos puestos de trabajo.

Hablando de las ferias. ¿Es tan optimista como el alcalde y piensa que se podrán celebrar unas fiestas cercanas a la normalidad?

Sí, sí. Estamos en unos niveles de vacunación muy importantes. Eso se está haciendo muy bien y hay que reconocérselo a la Junta. Y espero que esa agilidad todavía se acentúe en los próximos meses y lleguemos a septiembre con el 70% o incluso más de la población vacunada. Soy muy optimista y estamos programando ya, con muchos conciertos cerrados, aunque siempre con la salvedad de si la pandemia lo permite. Comparto la idea del alcalde de que nos acercamos a unas fiestas prácticamente normales. A lo mejor tenemos que seguir llevando la mascarilla, pero ya nos están diciendo que quizás en julio los vacunados se la podrán quitar.

¿Toda esta apuesta cultural servirá para potenciar la recuperación del turismo?

Esperemos. Venimos ahora de dos citas turísticas importantes. En Fitur vimos un poco de recelo, pero en Madrid Fusión lo que había ya era unas ganas enormes de pensar en vacaciones, salidas y escapadas. En Valladolid tenemos un calendario de eventos para una atracción turística, no diría de recuperación de los niveles que teníamos en 2019 porque habíamos crecido mucho, pero sí ya importante. Entre la actividad de los eventos tradicionales y los que se han incorporado, creo que tenemos una oferta muy potente, que va a llenar la ciudad.