Valladolid 'conquista' Marte con la NASA y la ESA

M.B
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El grupo Erica de la UVa trabaja desde hace años con la Agencia Espacial Europea y la estadounidense en dos misiones en el planeta rojo para buscar trazas de vida extraterrestre

La UVa lleva años trabajando en el instrumento Rama que llegará en 2022 a Marte, en la segunda misión Exomars de la Agencia Espacial Europea. - Foto: ESA

¿Hay vida en Marte? ¿O la llegó a haber? ¿Podrán los humanos pisar en un futuro el conocido como planeta rojo? Éstas y otras muchas preguntas son las que tratan de responder dos de las principales agencias espaciales de la Tierra, la NASA(Estados Unidos) y la ESA (Europa), desde hace años. Para ello cuentan con varias misiones para explorar el segundo planeta más pequeño del sistema solar. Dos de ellas de actualidad y con firma vallisoletana. 

Porque desde Valladolid se lleva años trabajando y colaborando con ambas agencias, a través del grupo Erica de la UVa, en sendas misiones a Marte. Una, la Mars 2020, amartizó el mes de febrero y está enviando ya información a la Tierra. Y la otra, la ExoMars 2022, despegará a finales del verano del año que viene. En ambas, la Universidad de Valladolid está muy presente. «Poca gente sabe lo que estamos haciendo», señala Fernando Rull, físico y catedrático de Cristalografía y Mineralogía de la UVa, que comanda ese grupo Erica. 

Con la Agencia Europea se trabaja desde hace años. Desde Valladolid se ha realizado, con la colaboración de INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) en la parte de la ingeniería, uno de los tres instrumentos que llevará el rover de la misión ExoMars en 2022. Con el nombre de Raman el instrumento es un espectrómetro capaz de analizar, mediante el uso de un pequeño láser, e identificar todos los minerales y compuestos orgánicos que caigan bajo su alcance. «ExoMars va a coger muestras de debajo de la superficie de Marte, se machacarán y ese polvo se pondrá debajo de los tres instrumentos esenciales que lleva la misión, uno de ellos es el nuestro. Mediante el análisis de esos granos minerales, la identificación de estos y su posible alteración (o intercambio de reacciones) vamos a poder decir algo más y esperemos algo fundamental sobre ese posible pasado biológico de Marte», explica Rull.

Una de las primeras imágenes del instrumento MastCamZ del Perseverance.Una de las primeras imágenes del instrumento MastCamZ del Perseverance. - Foto: erica.uva.esLa misión de la ESA, en colaboración con la Agencia Espacial de Rusia, ha pospuesto su lanzamiento a finales del próximo verano de 2022. «A diferencia de MARS 2020, va a analizar muestras de debajo de la superficie. Eso es muy importante, ya que debajo de la superficie se asume que si hay restos orgánicos han estado mejor conservados que en la superficie, donde se degradan muy rápidamente», añade Rull sobre esa misión europea en la que la Universidad de Valladolid tiene mucho protagonismo y en la que trabaja desde hace ya varios años.

Un poco más reciente ha sido la participación en la misión de la NASA Mars 2020, cuyos principales objetivos son analizar la superficie de Marte (a diferencia de la europea que es debajo) en busca de restos biológicos, seleccionar muestras para su futuro regreso a la tierra y preparar el camino a misiones al planeta rojo. En el rover ‘Perseverance’ (vehículo de exploración planetaria) se encuentra la tecnología de la Universidad de Valladolid, que el sistema de calibración de SuperCam, el instrumento que examina los suelos con una cámara láser y espectrómetros. «Era un sistema calibración complejo y nuevo. Tuvo muchísimas dificultades, con problemas que no se habían afrontado antes, hitos... pero con suerte y con mucho esfuerzo lo conseguimos», recuerda Rull, al frente del equipo en el Edificio INDITI en el Parque Tecnológico de Boecillo, que a finales de 2019 recibió el visto bueno de la NASA al trabajo realizado.

«Hay que hacer mejor ciencia en la superficie de Marte para preparar lo que venga después y una de las características del Perseverance es la capacidad de poder seleccionar, buscar y capturar muestras para ser traídas a la Tierra cuando exista tecnología de retorno», recuerda el catedrático sobre la misión que está en sus inicios. Porque la nave, con ‘vida’ para dos años terrestres, puede perfectamente estar operativa muchos más. «Estamos en el camino de la búsqueda de alguna traza de vida extraterrestre. Y en eso sentido, el instrumento está empezando a jugar un papel muy importante y lo va a jugar», añade.

«Quedamos todos en Boecillo para celebrar juntos el amartizaje»

El Grupo Erica de la Universidad de Valladolid estaba invitado a seguir in situ en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) el despegue del Perseverance en julio de 2020. Y por supuesto el amartizaje el pasado febrero de 2021. Pero la pandemia de la covid se cruzó en su camino. «Estábamos invitados todos nosotros e incluso nuestras familias; así que lo tuvimos que ver en remoto desde aquí. La ilusión fue enorme. Estuvimos juntos en el lanzamiento y en el amartizaje en Boecillo para celebrarlo», señala Fernando Rull sobre lo que supuso para la Unidad Asociada UVa-CSIC a través del Centro de Astrobiología situada en el Parque Tecnológico de Castilla y León en la localidad vallisoletana.

Era la culminación a un trabajo intenso y de alta precisión que arrancó entre 2014 y 2015; y en el que han colaborado el INTA y el CAB, y las Universidades Complutense de Madrid, Bilbao y Málaga. «Son momentos muy especiales. La satisfacción real es cuando entregas algo completamente nuevo que sabes que va a servir para el mejor conocimiento y la mejor ciencia en la exploración planetaria», añade Rull.

Su trabajo sigue siendo «contribuir a la ciencia». Han participado entre 15 y 20 personas desde el inicio. Tres de ellas, los vallisoletanos José Antonio Manrique y Guillermo López, y Marco Veneranda, continúan en el operativo coordinado desde Toulouse (Francia) porque por la pandemia no es posible estar en el centro de operaciones JPL, en EEUU.