El sector turístico de la Comunidad da por perdido el verano

David Alonso
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Hosteleros, agencias de viajes y hoteles reconocen su «agónica situación» y fijan para diciembre el inicio de la recuperación de un sector que el año pasado atrajo a nueve millones de personas

El sector turístico de la Comunidad da por perdido el verano - Foto: Luis López Araico

Sin Semana Santa, sin puente del Día de la Comunidad, sin puente del 1 de Mayo, y, muy probablemente, sin verano. El sector turístico de Castilla y León reconoce sin reparos que el periodo estival de 2020 se ha esfumado en medio de la pandemia derivada de la covid-19 y temen que hasta finales de año no vuelva a trabajar con un volumen que permita a los establecimiento compensar gastos con ingresos. El cierre a cal y canto de hoteles, bares, restaurantes y agencias de viajes desde la entrada en vigor del estado de alarma a mediados de marzo ha estrangulado a un sector que el pasado año contabilizó más de 2.100 millones de euros de gasto turístico, atrajo a nueve millones de viajeros y concretó casi 15 millones de pernoctaciones. Unas cifras que este año se han esfumado dejando al sector ante un futuro «negro» y lleno de incertidumbre. Duro golpe para uno de los puntales económicos y laborales de Castilla y León, que, no obstante, pronostica con optimismo que el modelo de turismo regional, más familiar y menos masificado, podría suponer una ventaja dadas las medidas de distanciamiento. 

«El 90% de los negocios de hostelería de la Comunidad son autónomos o familias,  y estamos hundidos económicamente», reconoce Ángel Blasco, presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, que alerta que «los ingresos son cero». «El problema es que además ya no hay liquidez, no tenemos fondos en la caja», expone el hostelero, que no duda en señalar que «el verano lo damos por perdido». «No confiamos en que antes de diciembre esto no empiece a compensar el negocio, porque abrir el hotel supone levantar el ERTE y hay que pagar nominas», añade.

Sin embargo, el mensaje más alarmante que lanzan desde la patronal hostelera tiene que ver con los bares. Uno de los centros de encuentro por antonomasia y dinamizador de la economía de proximidad, está contra las cuerdas, y el propio Blasco estima que entre el 25 y el 30 por ciento de los más de 16.000  bares de Castilla y León no volverán a abrir después de la crisis. Unas abultadas cifras que achaca al «agobio económico», y asegura que dentro del sector tienen miedo de que la sociedad tenga reparos en acudir a lugares concurridos durante las primeras fases de la desescalada. «No es una queja es la ruina», concluye.

Cambios en el turismo

Otro puntal del sector que se encuentra igualmente en «cero ingresos» es el de las agencias de viajes, que han visto paralizada toda su actividad ante la imposibilidad de viajar. «Consideramos que la actividad nuestra debería iniciarse cuando todo esté activo y haya una movilidad», apunta PabloParrilla, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de la Comunidad, ya que ahora es «inviable» dadas las circunstancias. Al igual que en el caso de los hosteleros, da el verano por perdido y aplaza hasta finales de año el inicio de la actividad: «Ojalá en diciembre hablemos de la media distancia como algo atractivo». Además, pronostica una «desescalada dentro de la desescalada», y estima que los viajes se realizarán en círculos concéntricos que se irán ampliando con el tiempo:«Inicialmente nos vamos a mover en el ámbito en que nos sentimos seguros, nuestro entorno y nuestro país, luego ya por el espacio Schengen, y posteriormente ya larga distancia». Por último, aventura un cambio del paradigma turístico, y cambios en cuanto a la masificación y aglomeraciones. «Es una realidad que tendrá que calar», apunta.