Las nuevas peatonalizaciones en el centro tienen ya su aval técncio.  Un estudio municipal ratifica que aportarán importantes beneficios a la convivencia y la tranquilidad del espacio público, así como a la calidad ambiental urbana. Las conclusiones hablan de la mejora el bienestar de los residentes al reducirse el ruido y la contaminación atmosférica, además de aumentar la superficie destinada a su movilidad. En la misma línea, se destaca que mejorará la calidad de vida de los comerciantes e incrementará su volumen de negocio. En definitiva, se apuesta por una transformación del área en una zona peatonal para incrementar los desplazamientos a pie y con ello el potencial del número de clientes de un área eminentemente comercial. Además, se resalta la mejora de los itinerarios peatonales y la reducción del riesgo de accidentes viarios. También se incluye una encuesta de opinión, donde refleja que los vallisoletanos creen que beneficiará al turismo, población en general y los comerciantes.
Estas son las conclusiones, pero  las 150 páginas del documento analizan también los problemas de estas peatonalizaciones y proponen alternativas para paliar los efectos negativos que conllevan. 

Tráfico.

Las peatonalizaciones afectarán al tráfico en Miguel Íscar

El estudio advierte de  algunas desventajas, ya que se plantea que este proyecto aumentará el tráfico en las calles de alrededor y genera preocupación por parte de los comerciantes en las operaciones de carga y descarga de mercancías. Respecto al tráfico, se estima que aumente «ligeramente» el tráfico de agitación alrededor de la zona. En el documento se estima que Cebadería aumentará entre 500 y 1.500 vehículos dependiendo del tramo; Duque de la Victoria asumirá alrededor de 1.800 vehículos diarios más y Miguel Íscar pasará de 12.800 vehículos a 16.461 vehículos diarios, siendo la calle en la que se puede llegar a producir mayores congestiones.
En el caso de la carga y descarga se apunta que debe permitirse el paso por la calle Constitución hasta llegar a Menéndez Pelayo y por Claudio Moyano para girar en Licenciado Vidriera. Eso sí, se limitará el horario de carga y descarga principalmente para evitar conflictos e incidentes con peatones.

Aparcamiento.

El estudio hace un balance del número de plazas de aparcamiento, donde se ha tenido en cuenta las calles afectadas por la peatonalización y las próximas que serán afectadas por el traslado de reservas de plazas. En total, en las nueve calles afectadas -Menéndez Pelayo, Claudio Moyano, Licenciado Vidriera, Doctrinos (tramo de Santiago a María de Molina), Doctrinos (tramo María de Molina a Isabel la Católica), María de Molina (Plaza Zorrilla a Doctrinos), Veinte de Febrero. Duque de la Victoria y Miguel Íscar- actualmente hay 134 plazas de carga y descarga, vehículos eléctricos, motos, taxis y para personas con movilidad reducida. Y se plantean dos alternativas. En una, se reduce el número de plazas reservadas en 17 y se suprimen todas las de Menéndez Pelayo, que se concentran en Veinte de Febrero, Duque de la Victoria y Miguel Íscar, donde se crean tres nuevas.Las plazas de motos se mantienen (88 plazas), pero se concentrarán también en esas tres calles. 
En este segundo escenario todas las plazas de carga y descarga en las calles peatonales desaparecen como tal, pero se les aplicará el horario general de carga y descarga de esta tipología de calles. En la segunda alternativa, Se aumentaría el número de plazas reservadas para residentes en cuatro. Así, se pierden  24 en Menéndez Pelayo y dos en Doctrinos -María de Molina a Isabel la Católica-, mientras que en María de Molina -Plaza Zorrilla a Doctrinos- habría tres, en Veinte de Febrero serían 33 y tres en Duque de la Victoria; en Pedro Niño habría 13 y cuatro en Miguel Íscar. Esta opción contempla ofrecer 22 plazas de motos, concentradas mayoritariamente en las calles Veinte de Febrero y Duque de la Victoria. 
transporte público. Las afecciones al transporte público son escasas en este área porque las únicas líneas de bus  que pasan acceden desde Miguel Íscar para seguir por Doctrinos, por lo que ninguna línea de autobús se verá afectada. En el caso de los servicios de taxi, se proponen dos alternativas. Una sería mantener la parada en María de Molina, como excepción en zona peatonal, y la otra reubicarla en la calle Veinte de Febrero.

Controles en  los  accesos

El estudio sobre las peatonalizaciones del entorno de la calle María de Molina y Doctrinos apunta que en las zonas peatonales se observa indisciplina en el estacionamiento. Y lo explica porque la reducción de las plazas para residentes crea una presión sobre los pocos espacios disponibles, agravado por la presión de los visitantes al centro histórico. Esto requiere un control y una gestión firme, que apuntan debe ser policial también, para evitar el «aparcamiento incontrolado y la invasión del espacio peatonal», al menos hasta que se observe un cambio de hábitos en el uso de estos espacios. 
Para evitar el problema asociado, se plantea establecer control del acceso de los vehículos con pilones fijos o retráctiles y lectores de matrículas; la implantación de mobiliario urbano y vigilancia reiterada de la Policía Local.
En la propuesta de peatonalización también se apunta la posibilidad de implantar sistemas de control por cámara de vigilancia y lectura automática de matrículas en los accesos a la zona peatonal, además del mobiliario urbano que obligue a mantener una baja velocidad de circulación dentro del área.
Esta medidas disuasorias se consideran importantes para limitar el paso a todos los vehículos privados, incluidas motocicletas, tanto residentes como no residentes, a excepción de aquellos cuyo destino.

El PP cree que es un estudio hecho a medida

La presidenta del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento, Pilar del Olmo, se mantiene contraria a las peatonalizaciones propuestas por el equipo de Gobierno tras conocer el estudio «a medida» que se ha presentado a los grupos de la oposición. Del Olmo considera que se ha encargado para «corroborar una decisión que ya tenían tomada».
La ‘popular’ insiste en considerar que las peatonalizaciones son «inoportunas e inadecuadas» y reprocha «un nuevo paso en su guerra contra el vehículo privado, perjudicando por el camino a comerciantes, hosteleros y profesionales del centro». Del Olmo critica que se haya encargado «un estudio a medida para corroborar la decisión que ya tenían tomada», entre otros motivos, porque «solo se centra en las peatonalizaciones del centro, dejando fuera la conversión de carriles de tráfico en carriles exclusivos de autobús o para las bicicletas o las posibles peatonalizaciones de calles en los barrios de la ciudad».
Además, apunta que el estudio señala «una serie de riesgos de las peatonalizaciones» que el equipo de Gobierno «desdeña sin tomar ninguna medida para paliarlos». «Habla de mejorar la iluminación de las calles para evitar la inseguridad, de realizar obras en las nuevas rutas de bus para optimizarlas, de posibles atascos en arterias principales y de aumento de tiempos de respuesta de los vehículos de emergencia, advertencias todas ellas que el equipo de Gobierno prefiere obviar», en opinión de Pilar del Olmo.