La Rosaleda: No pudo denunciar hasta 10 horas después

A.G.M.
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La Policía y el juzgado investigan las circunstancias que rodearon al ataque sobre la joven británica de 18 años. Iba ebria, pero no se descarta que también pudiera haber sido drogada

Jóvenes durante un botellón en La Rosaleda. - Foto: Tajes

La joven británica atacada hace dos semanas en el parque de La Rosaleda no pudo ir a denunciar hasta diez horas después de que, presuntamente, un vallisoletano de 27 años la violase aprovechando un estado de semiinconsciencia tal que no le permitió ir a Comisaría hasta el mediodía siguiente, según apuntan fuentes cercanas al caso a este periódico.

El caso se encuentra en manos del Juzgado de Instrucción 5 y de la UFAM (Unidad Familia y Mujer) de la Brigada de Policía Judicial, con el fin de aclarar que circunstancias rodearon a este ataque sexual. Se analizan grabaciones de cámaras de seguridad de la zona por la que pasaron víctima y agresor, además de buscar posibles testigos a través de los que aclarar con exactitud qué pasó en la madrugada del viernes 5 al sábado 6 de julio.

La investigación ha probado que la joven británica de 18 años (que estaba «de paso» en la ciudad) y el detenido, vallisoletano de 27 (cuya identidad responde a las iniciales M.A.G.G. y que carecía de cualquier tipo de antecedente), se conocieron cuando ambos, acompañados de grupos de amigos, estaban de fiesta por la zona de copas de Coca (en el entorno de la plaza de Martí y Monsó). Al parecer la chica iba en estado ebrio cuando su presunto violador la condujo hacia el parque de La Rosaleda, situado a escasos metros de esa zona de bares, justo al otro lado del paseo de Isabel La Católica.

SUMISIÓN QUÍMICA

Es un caso evidente de sumisión química, lo que no está claro es si a esa ingesta de alcohol, el agresor pudo sumar algún tipo de drogas con lo que favorecer esa sumisión que habría facilitado el ataque sexual y que ha provocado que la UFAM y la juez del caso únicamente le hayan acusado por el momento de un delito de abuso. «Para imputar una agresión sexual es necesario demostrar que se ejerció algún tipo de violencia o intimidación sobre la víctima y aquí no está claro aún nada de eso», según explican las mismas fuentes.

Porque esta joven británica fue atacada, presuntamente, cuando se encontraba semiinconsciente por esa sumisión química. Tanto, tal como destacan, que ni siquiera pudo acudir a denunciar hasta más de diez horas después de los hechos; la violación se produjo sobre las tres de la madrugada y la joven no se presentó en comisaría hasta las dos de la tarde.

Comenzó entonces una labor de investigación que no fue sencilla, ya que no existía ningún vínculo previo con el joven sospechoso, lo que dificultó su identificación. La UFAM dio con él el miércoles y la titular del Juzgado de Instrucción número 5 decretó ese viernes su ingreso en prisión comunicada y sin fianza.