El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, hizo ayer un llamamiento al voto naranja para convertirse en el «contrapeso» al Gobierno de Pedro Sánchez y su «socio», Pablo Iglesias, líder de Podemos, y para garantizar la «igualdad» de todos los españoles.

En el primer día de la campaña de las elecciones del 26-M, Rivera y la portavoz nacional del bloque, Inés Arrimadas, acudieron a Manresa (Barcelona) para reunirse con asociaciones de guardias civiles, a los que el líder naranja definió como «héroes nacionales» por defender la democracia.

Ante un grupo de simpatizantes, el catalán apeló al voto para ser el «contrapeso» al Gobierno de Sánchez y a sus eventuales «socios», Iglesias y los independentistas, y para poder ejercer una oposición «firme» pese al «descalabro» del PP.

Rivera recordó que Cs nació como proyecto en Cataluña y garantizó a sus partidarios: «Nos os vamos a dejar solos. Os vamos a defender aquí, en el Parlament, en el Congreso y en el Senado».

Durante unos minutos, el acto de campaña se vio alterado por la presencia de una docena de independentistas que increparon a Rivera y a Arrimadas, al grito de «fachas», al tiempo que recibieron a la jerezana con una pancarta en la que se leía: «Buen viaje, Inés», en alusión a su marcha a Madrid para incorporarse al Congreso. «Los catalanes nos caracterizamos por defender la libertad y no por intentar acallar», les espetó el líder de Cs.