Por unas cosas o por otras, el sector de la construcción ha estado en los últimos años en el eje de crecimiento o la recesión de España. Antes de 2007, el ladrillo fue el motor del crecimiento y, por ende, un importante nicho de empleo. Todo cambió a raíz de la explosión de la burbuja inmobiliaria, que fue el inicio de unos años en los que el país vivió prácticamente sin actividad inmobiliaria. Al menos en lo que se refiere a nueva construcción. Pasada la crisis, el sector inició una recuperación lenta, pero equilibrada, lejos de los excesos de años anteriores.

La construcción pasa hoy en día por un buen momento, teniendo en cuenta el terremoto generado por la pandemia. Pero sigue arrastrando el mismo problema de los últimos años: no encuentra profesionales cualificados. Muchos jóvenes salieron de la profesión con la anterior crisis y las nuevas generaciones renunciaron a formarse en un área casi sin actividad, por entonces.

Ahora las empresas tienen muchos problemas para contratar, por eso la Fundación Laboral de la Construcción, organizadora de cursos de formación, prevé que las 45 personas que se están formando, quince de ellas muy jóvenes, tendrán muy fácil el acceso al mercado laboral cuando acaben. «El sector de construcción sigue demandando mano de obra y la cualificación de los trabajadores que se incorporan es trascendental», señala la gerente, Pilar Cordero. 

La Fundación tiene en marcha varias acciones formativas, como las necesarias para obtener el certificado de profesionalidad de la familia de edificación en las especialidades de fábrica de albañilería y pavimentos y albañilería de urbanización. También se está realizando un curso de montaje de andamios apoyados y otro sobre medidas de seguridad en la construcción.

«Uno de nuestros objetivos es conseguir que se incorporen jóvenes cualificados en los distintos oficios, pero no siempre es fácil completar los grupos de formación», reconoce la gerente. La pandemia tampoco ayuda, ya que parte de esta formación tiene que ser telemática, si bien es cierto que la mayor parte es presencial. Durante 2020, «un año complicado», la Fundación impartió formación a 3.200 alumnos en la Comunidad, casi 800 de ellos de Valladolid. De ellos, nueve de cada diez acudieron a cursos presenciales, pese a las dificultades de la pandemia, el resto de la formación fue mixta o telemática a través de un aula virtual.

Según señalan desde la Fundación, la construcción sigue siendo un empleo con una importante mayoría de hombres. Concretamente, el 92 por ciento de los alumnos. De los cuales, el 33 por ciento eran desempleados y la mayoría estaban en el tramo de edad de entre 26 y 55 años.

Nueva sede. La Fundación Laboral de la Construcción cuenta con un nuevo centro de formación desde octubre de 2019. Se trata de unas instalaciones de unos 10.000 metros cuadrados situadas en la calle Santa María de la Cabeza, en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Valladolid perteneciente al plan parcial Campo de Tiro.

Estas instalaciones cuentan con dos zonas diferenciadas, la de la sede, que tiene un uso administrativo, y la del centro de formación, que incluye un taller de formación para oficios, aulas, sala de tutorías y profesores, biblioteca, vestuarios y aseos, almacén de materiales, equipos y máquinas, campa exterior, zona de acopio de materiales, espacio para un centro de prácticas preventivas y un área de replanteos y maquinaria.