Un complejo hotelero de 5.000 metros cuadrados destartalado. El Ayuntamiento de Viana de Cega ha hecho efectiva la pasada semana la compra del centro hostelero Aloha, uno de los establecimientos de mayor relevancia de la zona donde eran «muy habituales» las celebraciones de bodas o actuaciones musicales que albergaban a cientos de clientes. Todo se vino abajo allá por el año 2008 y ahora el Ayuntamiento ha conseguido convertirlo en propiedad municipal para reconvertirlo en un centro multiusos. 

El alcalde de Viana, Alberto Collantes, recuerda que se trataba de uno de los centros hosteleros de «más auge» de la zona y que se formaban «enormes colas» de vehículos a la entrada de la conocida como carretera de Los Maricas. El regidor explica que la compra se cerró con los antiguos propietarios la semana pasada por un valor de 318.000 euros. «En su momento los propietarios pagaron el doble por este espacio». 

El complejo se encuentra «completamente destartalado» después de más de una década cerrado al público. Con el paso de los años, se ha ido sustrayendo todo el mobiliario del complejo hasta dejarlo en estado «lamentable». «Incluso un día han tenido que meter un camión grúa para sacar los aparatos de aire acondicionado». La suciedad, las pintadas, desperfectos y broza hasta llegar a los tres edificios que componen el complejo son la nota predominante. 

Viana de Cega convertirá el Aloha en un centro multiusos - Foto: Jonathan TajesPero los planes del Ayuntamiento ya están en marcha y ya se ha iniciado la elaboración de un plan director para afrontar los trabajos al menos en cuatro fases. «Teníamos claro que debíamos meternos de lleno en esta operación para evitar que cualquiera pudiera comprar el complejo. Lo malo era quién podía comprarlo y para qué». 

El regidor explica que la primera fase puede consistir en el acondicionamiento y mejora de uno de los edificios como sala multiusos, ya que el Ayuntamiento tiene reservados los fondos de los Planes Provinciales de la Diputación de Valladolid pertenecientes a la convocatoria 2018/19. «Son algo más de 300.000 euros». Se trata del edificio original, aunque posteriormente se levantaron otros dos más espaciosos de mayor altura. La segunda fase se centrará en estos dos espacios, para convertirlos en una espaciosa biblioteca y dos o tres salas multifuncionales o de lectura. Además, también se habilitará un espacio que sirva de recibidor donde se encuentran las antiguas cocinas del centro. La intención del equipo de Gobierno es sufragar esta segunda fase con los Planes Provinciales de la presente convocatoria, algo más de 300.000 euros. 

Espacio de ocio. La tercera de las fases, que se afrontaría con fondos del remanente de tesorería, se centraría en la parte más exterior de uno de los edificios para convertirlo en un salón de actos, que pudiera albergar incluso sesiones de cine al aire libre en verano. «Es algo que nos falta en el pueblo, un espacio de diversión para los fines de semana. De esta forma, podríamos tener un lugar donde hacer un mayor número de actividades». Por último, la cuarta fase se basaría en los espacios externos del complejo que se convertirían en zonas de aparcamiento y también «en todo aquello que no esté acabado para finalizar el complejo».