Eusebio Sacristán es hombre de fútbol. Lleva sin entrenar desde la temporada 2018-19, cuando dirigió al Girona en Primera. Pero todas las semanas mantiene reuniones con su equipo de trabajo –«ahora telemáticas»– para «repasar el momento en el que estamos y cómo afrontaremos el reto cuando salga algo».

«Mi idea es seguir entrenando y estoy preparado para cuando surja la oportunidad», revela añadiendo que su prioridad siempre ha sido España pero ahora se ha abierto al extranjero.

Su carrera en los banquillos comenzó al poco de colgar las botas. Se retiró en su Real Valladolid en 2002 y al año siguiente ya estaba en el staff técnico del Barcelona, donde había jugado de 1988 a 1995. Cinco años como tercer técnico (o incluso como segundo) con Frank Rijkaard dieron paso al salto como primero en el Celta de Vigo, donde también había jugado. Estuvo en el club gallego de marzo de 2009 a junio de 2010, apostando por futbolistas de la cantera como Iago Aspas, Hugo Mallo, Joselu, Yoel...

En 2011 regresó al Barça para dirigir al filial, donde permaneció hasta 2015. En noviembre de ese año llegó a la Real Sociedad, conjunto al que en su segunda campaña clasificó para Europa. Fue destituido en marzo de 2018. El Girona, al que no pudo salvar del descenso, fue su última aventura en los banquillos.

«Veo mucho fútbol. Ahora, con todo lo que está ocurriendo con la pandemia, vemos aún más. Sobre todo de Primera, pero también de Segunda y de Ligas extranjeras», señala. También, por supuesto, a su Real Valladolid. «El pasado fin de semana logró una victoria importante en Granada, que da mucho oxígeno. Lo que hizo fue ratificar lo bueno que había ido haciendo estas temporadas, con consistencia, sobriedad y seguridad», relata.

Eusebio y Ronaldo Nazário no coincidieron en el Barça, aunque sí en los campos como rivales. El vallisoletano se fue del club azulgrana en 1995 y el brasileño llegó en 1996. «Coincidimos el año pasado en el palco, nos saludamos», recuerda sobre su único contacto estos meses atrás.

La pregunta siguiente es obligada, ¿le gustaría entrenar al Real Valladolid? La respuesta, obvia: «Claro que me gustaría. Indudablemente. En algún momento me gustaría que sucediese. Es como una ilusión, como lo fue empezar y acabar mi carrera como futbolista aquí».

Eusebio asegura que nunca le surgió una opción real, aunque sí reconoce que hubo una oportunidad pero... «yo ya estaba comprometido con la Real Sociedad».

«Espero tener una carrera larga como entrenador y espero poder hacer cosas importantes en ella. Y una de ellas espero que sea con el Real Valladolid», apunta alto.